-Majestad, Majestad -grita el ujier corriendo hasta la sala del trono.
Samuel y Elisabeth se levantan en cuestión de segundos. La mujer sale de la sala para ir a buscar a Minhee, quien debe estar en la planta de arriba. El hombre sigue al señor hasta la entrada. Intercambia miradas con su esposa, no puede ser cierto. Yuna ha vuelto a ellos sana y salva, ella ha regresado.
-¡Apártense! -vocifera el anciano cogiendo a su hija en brazos.
El pelo le cubre la cara, dejando a la vista sus muñecas. Le toma el pulso y suspira, está viva. Su cuerpo está frío y se ve un poco más delgada de lo normal. Esos vampiros han acabado con ella.
Se hacen paso entre la multitud, cruzando el umbral para subir las escaleras. Samuel atraviesa el pasillo hasta llegar a la habitación de la chica. Kang y Palm entran por la puerta, tirándose al lado de la morena.-¡Yuna! -rompe en llanto el muchacho al ver a su prometida, pensó que no la volvería a ver.
Elisabeth se posiciona con su marido a los pies de la cama. Ella sabía que volvería, Sunghoon no le podría hacer daño, al menos queriendo. Siempre confió en Park, nunca dudo de su astucia y mucho menos de todos ellos. Los siete deben haber cuidado bien de su hija.
-Beth, llama a la caballería. Estamos en guerra -bufa Samuel junto a ella, haciendo que se quede estática-. ¡Ahora!
La mujer sale de la habitación lo más rápido que puede, haciendo que Minhee mire hacia atrás para ver a sus futuros suegros. No cree que la señora Palm esté enamorada de Welliver, hace años que dejó de amarlo. ¿Lo sabrá Yuna? No lo sabe, pero lo que sí sabe es que no dejará que se la lleven otra vez, no lo permitirá.
-Señor, ¿cuándo iniciamos guerra? -pregunta el moreno sujetando las manos de la reina con fuerza.
-Al anochecer.
Kang asiente no muy seguro de lo que hace, solamente quiere proteger a su chica.
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𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||
VampireEl reino de los vampiros está a punto de cambiar de rey. Sunghoon, el príncipe, decide mostrarle su valía a su padre raptando a la reina de CRAVITY. En su cabeza el plan se veía maravilloso, con todo el apoyo necesario, pero el chico no contaba con...