𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 16

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-¿Te crees mejor por haberla dejado llorando durante unas aproximadamente dos horas? -pregunta Heesung entrando en su habitación sin cuidado.

Se encuentran en la torre más pequeña, la de Sunghoon, ahí duerme él, siendo el único de ellos que tiene una cama decente. La habitación del chico sigue siendo la misma de siempre, huele al aroma cautivador que emana de su cuerpo. No negará que su amigo es un galán y puede llegar a ser romántico, pero eso nunca se le ha dado bien, y se puede ver claramente por la situación con la menor. Todo estaba yendo sobre ruedas, Yuna había comprendido que ellos no son los malos, todos alguna vez hemos derramado sangre, por las buenas o las malas. Él tampoco se considera un santo, y espera que Dios perdone todos sus pecados, pero lo que ha hecho Park es inaceptable.

-Me sacó de mis casillas -murmulla el de piel pálida tumbándose en su cama matrimonial.

Sigue teniendo la misma ropa que en la cena, ni siquiera se ha cambiado. Ha estado recapacitando su error, nunca debió decirle eso a la humana.

-¡No es excusa, Hoon! -grita el mayor acercándose al menor para que le haga un hueco en la cama, sentándose a la altura de la cara de este.

No tiene ni idea de lo que sus palabras pueden causar en las personas y más aún en una chica que le acaba de perder el miedo y ha intentado confiar en él.

-¡Yoon me estaba sacando de quicio y llegó ella! -exclama restregando sus manos por su cara, está frustrado por lo que ha hecho-. Quise saber si lo había hecho por celos, y... dijo que alguien como ella no podría estar conmigo.

-¡Entonces no me extraña que te odie! -ahora lo ha entendido todo-. Solamente a ti se te ocurre preguntarle a alguien que tiene un montón de prejuicios hacia nosotros si le tiene envidia a una de las vampiresas más buenas del lugar.

En ningún mundo cabría eso en la cabeza de nadie. Yuna está asustada por la llegada de los mercaderes, Sunghoon intenta ayudarle contándole lo que sabe, haciendo que empiece a soltarse un poco, pero él no tenía mejor idea que enrollarse con Yoon frente a la humana y luego preguntarle cómo se siente al respecto.

-Joder... -echa su negro pelo hacia atrás, mirando el techo gris que se encuentra sobre ellos-. No me perdonará, ¿verdad?

-Hombre... te costará un poco más sabiendo lo crudo que ya lo tenías.

Lee deja palmadas en la espalda de su amigo cuando este se incorpora. Los dos se miran y bufan, están cansados de acabar siempre discutiendo y teniendo el mayor la razón. Entiende completamente el comportamiento del menor, pero a veces duda si realmente están viviendo lo mismo. Heesung siempre ha intentado mantener a los chicos a buen recaudo, salvando sus vidas en numerosas ocasiones y afrontando problemas que los incumbía a todos. El rey confía mucho en él, por eso agradece ser parte de esta familia y poder ayudar a los chicos, pero a veces piensa cómo sería su vida si hubiese seguido el camino que él quería, persiguiendo lo que realmente quería antes de proteger la corte y todo lo que conlleva. Su pasado es trágico, al igual que el de muchos de ellos. Ninguno de los dos ha disfrutado una vida de color rosa, al contrario, más bien roja. Cuando Jungwon llegó a ellos fue cuando todo se derrumbó y tuvieron que buscar una alternativa, haciendo que Seojun se convirtiese en rey.

Se acuestan en la cama y cada uno piensa sus cosas. Uno está preocupado por cómo volverá a hablar con la morena, mientras que otro piensa en cómo hacer que las cosas fluyan entre ellos sin que nadie moleste.

-¿Cómo puedes ser tan amable? -le pregunta el príncipe jugando con el pelo de su nuca-. Quiero tratar a Yuna como es debido.

-Si rezas conmigo te lo digo -lo chantajea.

-¡Oh vamos! Sabes que no me van tus cultos religiosos, Lee.

-Pues te quedarás solo hasta la eternidad, literalmente.

El chico acaba aceptando, poniéndose de rodillas al borde de la cama, preparado para irse a dormir con la mente limpia. Es raro ver a algún vampiro cristiano, y mucho menos a uno que es amigo de alguien que está en contra de la iglesia a muerte. Aún así, los chicos respetan su religión. Un día descubrió un libro que hablaba sobre las maravillas que ha creado Dios, dándoles a todos un poco de esperanza. Fue azotado por leer esas cosas cuando era un niño, pero cuando conoció a los chicos, todo cambió. Le dejan ser él mismo y por ello está en deuda con ellos.

-Espero que puedas aguantar toda la oración...

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora