𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 14

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Refriega sus palmas contra sus ojos, para ver con más claridad, pero ve todo oscuro. Sigue siendo de noche, y sigue en el salón. Tiene la chaqueta de Heesung cubriendo sus piernas. El fuego sigue encendido pero con menos madera, no ha pasado mucho tiempo. Por la posición de la luna a través de los ventanales puede suponer que son las doce y algo de la noche. Cuando terminó de comer eran las diez. Decide que se va a ir a la torre para poder dormir mejor, así que deja la chaqueta de cuero del vampiro y apaga las pocas llamas que quedan, extinguiéndolas. Bosteza cuando cruza la puerta y camina hasta el medio de la segunda planta, pero frena al escuchar golpes provenientes de la cocina. No puede creer que las cocineras sigan trabajando hasta esta hora. Da pequeños pasos y con el brazo se guía por la oscuridad, procurando no chocar con nada.

-¡Te digo que no vale la pena!

Yuna se queda estática en su sitio, girando sobre sus talones con delicadeza. El grito proviene de la cocina. Era una voz femenina, y se notaba por el tono que estaba molesta.

-¡No existe un tú y yo! -la voz de Sunghoon resuena en las penumbras de la planta, llamando la atención de la humana.

Retrocede hasta donde se encuentran el príncipe y la voz con sumo cuidado, no quiere ser descubierta. Posa sus manos en el marco, apretando éste con todas sus fuerzas. Asoma la cabeza esperando ver alguna discusión fuerte, pero lo que ve la deja confusa.
Los labios de Park están sobre los de Ja, comiéndose uno al otro, sin dejar que ninguno de los dos respire. Debe haber oído mal lo de antes. ¿Cómo podrían estar enfadados si se están enrollando ahí mismo? El pelinegro aparta a la vampiresa de su boca con vigor, aún atónito. Había intentado quitársela de encima hace rato, pero ella sigue insistiendo.

-Sabes que esa humana no te va a dar ni lo poquito que yo te doy -pasa su lengua por el cuello del chico, haciendo que se tense.

-Yoon, estate quieta ahora mismo.

La vampiresa no para, sigue restregándose contra el cuerpo del príncipe, sin pudor ninguno. Verlos le da náuseas, pero por un momento piensa que Sunghoon no está queriendo estar ahí.

-Sabes perfectamente que es una hija de papá, es inútil, una vestal sin importancia.

Yuna en su sitio se enfurece. Nadie pueda criticarla como ella lo hace. Le queda un poco de dignidad y sabe cómo hacer callar a esa bruja. Se adentra en la cocina, agachándose cerca de una mesa de metal. Ninguno de los vampiros la notan, están tan enfocados en sus cosas que no huelen la sangre de la humana.
Con sus manos, coge un plato que se encuentra al lado de ellos. Se lo lleva al pecho y se lo piensa dos veces antes de enfrentarse a esa loca con mechas raras.

-Sácate del medio, Ja.

Ahí Yuna lo tiene claro, tiene que hacer algo para sacarse la rabia que lleva dentro. Se pone de pie y antes de que la vampiresa se dé la vuelta, la humana rompe el blanco plato en la cabeza de esta. Sunghoon se echa a la humana con los ojos abiertos, preocupado por ella. Yoon se desploma en el suelo, no hace nada, es como si la hubiese matado, pero solamente se ha desmayado.

-Vámonos, no deberíamos seguir aquí -opina el chico agarrando su mano y tirando de ella hasta el exterior.

Corren escaleras abajo, ninguno de los dos dice nada, simplemente corren. Una vez que están en el jardín se sueltan las manos. Ella se descalza, dejando sus bailarinas en la piedra mientras se pone a caminar por el césped, evitando los tulipanes. Él da pasos lentos y la mira alejarse, ¿qué ha hecho mal?
Sunghoon la mira con una sonrisa sentándose en la hierba. Los dos están en su propio mundo pero en la misma estancia. Yuna piensa que esa bruja se pasó al querer dejarla como una inútil, tenía que dejarle claro quién manda. Pero Park piensa que es otro motivo, por eso está tan feliz.

-¿Estabas celosa? -su tono de galán esta vez la irrita más de lo normal.

-Mira, esa chica me estaba sacando de mis casillas, no tiene nada que ver contigo.

Se lo deja claro en el momento que abre su boca, pero a él no le gusta cuando las cosas no salen como él quiere. Tiene que escuchar de la propia boca de la chica lo que quiere oír. Sabe perfectamente que Yoon se tiró a por él, podría haberla apartado de inmediato, pero no era buena idea provocar una masacre.

-No mientas, te incomodó lo que estaba haciendo.

-Como para no hacerlo, te estaba engullendo allí mismo.

Los dos cruzan miradas a la distancia. Yuna está al final del terreno, elevando sus brazos mientras pasa entre las flores, mientras que el príncipe está sentado mirándole desde la entrada. El corazón de Sunghoon está a punto de explotar. La chica de sus sueños acaba de atacar a una de las vampiresas más peligrosas del lugar. Los poderes que ésta tiene para embelesar a cualquier ser vivo son increíbles, y da gracias al conde que llegó su salvadora en el momento exacto si no hubiese sido algo peor que un morreo sin más.

-¿Ni siquiera te apeteció ser ella?

Respira profundo y cruza el lugar hasta llegar donde está el chico. Deja caer sus brazos en sus caderas, apretando estas.

-¡En ningún momento! ¡Sunghoon eres una aberración, y yo una humana! ¡Lo que dices está fuera de contexto!

La manera en la que se dirige a él hace que se levante bruscamente, chocando su frente con la de la reina, sin apartarse ni un centímetro.

-¿Qué tendría de malo? -furia, eso es lo que lo consume ahora mismo.

Los ojos de los dos dicen todo, desean acabar el uno con el otro mediante palabras.

-¡Que eso sería imposible!

-¿Por qué? ¿¡Por qué a ti te lo dan todo hecho y yo tengo que luchar por lo que quiero, como hice contigo!? -los gritos de la sombra aterrorizan a la humana, la cual se encoge al notar los bezos del chico cerca de su mejilla-. Yo vivo por mis manos Yuna, en cambio tú vives por lo que te dan.

Las palabras del chico se le clavan en el corazón como puñales, nunca hubiese imaginado que le haría tanto daño lo que él diría.

-¿Crees que estar oculta por años es fácil? Soy mujer, y mi padre es un hombre importante, estoy acostumbrada a que me traten como una fulana.

-Al final, eso es lo que sois todas.

Se empieza a alejar de ella, dejándola con la palabra en la boca. Los dos sienten que están haciendo todo mal, que no deberían haber dicho esas cosas del otro, pero la superioridad está presente.

-Por cierto, eres A+.

Sunghoon desaparece corriendo en la oscuridad, dejando a Yuna destrozada. Pensó por un momento que tenía sentimientos, que lo había ayudado, y así es cómo se lo devuelve. Derrama lágrimas por segunda vez en pocas horas. Pensaba que por primera vez iba a comprender a alguien diferente a ella, pero ellos solamente se preocupan por ellos mismos. Son unos engreídos.
Se tumba donde antes estaba el vampiro, tragándose sus propias penas. ¿Cómo lo mirará mañana a la cara?

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora