𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 37

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Elisabeth se adentra en la habitación de su hija. Todo está a oscuras y lo único que desprende luz es la luna a través de los cristales que dan al balcón. Una lluvia torrencial choca contra las ventanas, produciendo un sonido horripilante, es como si alguien estuviese a punto de entrar por las puertas y llevársela, pero en esta ocasión es al contrario.
Sale a fuera, protegiendo su largo y rubio pelo con una fina capa que le robó a Minhee, no podía robársela a su marido, la descubriría.
Apoya su cuerpo en la baranda, mira hacia abajo pero no consigue distinguir ningún cuerpo. Un pequeño silbido llama su atención, haciendo que observe la copa del árbol que da justo enfrente al balcón. Observa la figura de la persona agarrada al abeto, ha hecho lo posible por venir y aun por encima, intentar comunicarse con ella.

-¿Cómo está Yuna? -pregunta la señora sin tapujos, está preocupada por su hija, es normal.

-Está bien Eli, no te preocupes -esa voz áspera la reconocería en cualquier lado, no puede ser otra persona.

Sabían que Sunghoon y Yuna llegarían a esto tarde o temprano. Estaba claro que el príncipe no dejaría escapar la oportunidad de volver a hablar con ella mientras ella aún siga en la faz de la Tierra. Jamás podría dejarla escapar, eso sería algo imperdonable.

-¿Ya lo saben...?

-Sabes que él no quiere arriesgarse a contarlo, hace como que no sabe, pero lo conozco bien -aclara la sombra intentando echarse más para delante para que su amiga la pueda oír-. Se ha ido para darle espacio, siente que sus lazos se están estrechando pero, necesita calmarse.

Elisabeth siente pena por el vampiro, él no tiene la culpa de nada en absoluto. Empezaron a conocerse cuando eran unos críos, estaba claro que algo entre ellos florecería y haría que sus corazones reclamasen al contrario.

-Sólo necesito que sean felices...

Unas luces se encienden en el pasillo de arriba del palacio, causando que se alarme. Mira hacia atrás, esperando que Samuel tarde mucho más en entrar, pero ya no se preocupa tanto cuando ve que la sombra ya se ha ido, haciendo que algunos árboles se muevan por la escasez de peso en sus ramas.
La lluvia le cae encima, despejando sus pensamientos, no puede creer que haya dejado todo en mano de ellos dos. Tenía planeado que se conociesen, eso estaba más que claro, pero... tampoco pensó que Evelot tuviese tanta razón. Sunghoon aprendió a amar a Yuna en cuestión de segundos.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora