𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 52

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Yuna baja las escaleras con tranquilidad, pensando en cómo dirigirse a su padre. No puede creer que ese hombre le haya dado la vida. Lo repugna, más de lo que alguien pueda llegar a pensar. Su madre la ha mantenido a salvo todos estos años fingiendo ser alguien que no es. No es ella la que le tiene miedo a los vampiros, es él. Siempre quiso asustarla, los hizo ver como seres horribles, como monstruos, sabiendo que el único monstruo que hay es él. Samuel nunca la ha dejado salir por esto, porque sabía que ella se pomdría de su parte.

Se adentra en la sala del trono con paso moderado, no puede salir así como así de la nada.
El anciano está sentado en su trono, no ha ido al campo de batalla, se ha quedado como topo en su madriguera, escondido como un cobarde.

-Padre... -susurra la morena, haciendo que tiene pocas fuerzas.

El hombre la mira preocupado, por lo que se aproxima hasta ella para mantenerla en pie.

-Mi hija...

Le da náuseas tener que aguantar todo este teatro, ahora son dos marionetas ejecutando su papel.
La reina nunca ha dado órdenes de batalla, lo que ha hecho su padre es defraudante.

-¿Por qué lo haces? -va directa al grano, no piensa ser pisoteada por él ninguna vez más.

-Igual que tu madre -bufa el anciaono caminando hasta su asiento. Yuna abre los ojos como platos, paralizada por la sorpresa y el miedo-. ¿Qué? ¿Pensabas que no sabía nada? Tu madre siempre ha sido amiga de esos bastardos, y esa vampiresa, patética.

Le duele oír cómo mancha el nombre de Evelot, ella fue la más fuerte de todos. Dio su vida por unos críos a cambio de nada, y él la asesinó. Prendió fuego a la casa con los padres de Jungwon y ella dentro. Nunca se arriesgó a entrar, simplemente los incineró. ¿Habrán muerto los tres abrazados mientras eran abrasados por las llamas? Espera que sí, al fin y al cabo son una familia.

-Eres un monstruo -comenta ella llorando, nunca pensó qie tendría que pelearse con un loco.

Quiere volver al castillo con los vampiros, allí se sentía segura. Estuvo días deseando volver a casa, ahora ya esté pensando en la hora de irse.
Tiene que detenerlo, antes de que suceda algo catastrófico.

-Para esto -solloza observando al hombre con desprecio-, ellos no son el enemigo.

-Te has vuelto loca, al igual que esa estúpida zorra de Elisabeth.

-¡Ni se te ocurra insultarla!

La sangre le hierve en su interior, es capaz de saltarle al cuello y estrangularlo.

-Ujier, átala a esa columna -ordena Samuel.

Yuna cree que se ha vuelto demente del todo. Ella nunca ha jugado con su padre, jamás ha tenido una infancia agradable, vivía con el peso de la corona.
Se retuerce en su sitio al sentir unas cuerdas alrededor de sus muñecas, le escuece de lo apretadas que están. Grita con todas sus fuerzas, deseando que algún guardia le haga caso, pero todo es en vano. Solamente puede rezar en que Sunghoon llegue pronto.
¿Dónde están todos cuando se necesitan?

-¿Qué has hecho con mamá?

Samuel ríe al recordar cómo ha tenido que fingir no saber nada durante años. Nunca quiso deshacerse de ella por culpa de Yuna, pero es una arpía.

-Encerrada, nunca debí dejarla salir.

-¿Lo mismo que hiciste conmigo?

No dicen nada, después de tantos años las verdades salen a la luz. Él jamás quiso montar una familia, sólo quiso poder.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora