𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 10

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Sigue sin contestarle, no se atreve a decir algo y que el chico salte en su contra.

-Sí... me gusta mucho la lectura -confiesa Yuna cerrando el libro de golpe.

La mira desconcertado, piensa que le ha caído mal. Parece distante, puede que su apariencia no sea la más agradable al fin y al cabo.

-¿Te he caído mal? -lo pregunta con tal puchero en la cara que la reina no tiene otra opción que suspirar de ternura.

En este instante no está utilizando ningún tipo de embrujo contra ella, es su lindura por naturaleza, aunque a la chica le parezca un hechizo.

-No... sólo que, me has asustado -responde ella intentando mantener la calma, cuantos más vampiros conozca peor-. Me llamo Yuna Welliver, encantada.

-El placer es mío, espero no asustarte la próxima vez -le guiña un ojo de una manera muy infantil.

Esparce todas las hojas por la mesa, ocupando todo el lugar. Yuna se levanta y coloca el tomo de vampiros en su sitio, disponiéndose a marchar. No se ha cambiado de ropa, y necesita urgentemente dejar de estar en camisón.

-Oye perdona... -levanta su mano hasta el muchacho, llamando su atención-. ¿Podrías decirme dónde me puedo cambiar?

-¡Oh! Aquí mismo, no miraré, lo prometo.

¿¡Cómo!? No puede cambiarse ahí, delante de un vampiro que se le puede tirar encima en cualquier momento. Piensa unos cuantos segundos en lo que va a hacer y al final, se decanta por cambiarse en la esquina de estanterías, desde ahí no la puede ver. Mira entre los libros para ver si le está observando o echado un vistazo, pero no, el chico es sincero. Si te dice que va a hacer eso es que lo va a hacer, no te miente. Se quita la prenda con delicadeza, manteniendo un ojo siempre alerta. Su cuerpo está todo frío, al menos lo nota así cuando toca sus piernas con los dedos. Realmente está sufriendo por dentro, no quiere estar ahí, no quiere verlos, quiere acabar de una vez por todas.

-Oye... muchas gracias por no mirar -cuando sale de detrás y va hacia el chico este le sonríe, fijándose en la vestimenta.

Un vestido corto rojo y una chaquetita es la elección de la reina para este día. Es igual que elegante que el de aquella noche, sólo que cambia el tamaño, y este, es liso. Fingir siempre ha sido algo que se le ha dado de muerte, ni siquiera sus amigas podrían descifrar sus emociones. Echa de menos a Remi y a Donmyeong.

-Lo que digo lo cumplo -vuelve a su lectura, dejando a la morena perpleja, es un ser muy tierno.

Está dispuesta a salir cuando recuerda que no le preguntó su nombre. Da marcha atrás cogiendo toda la ropa con sus brazos, la cantidad que le dio Lee es abismal. Se aproxima hasta la mesa, estrujando lo que lleva contra el pecho.

-Perdone, ¿cuál es su nombre? -al igual que Heesung, los dos trasmiten buenas vibras.

-¡Oh, qué tonto de mí! Soy Kim Sunoo, una rata de biblioteca si le pregunta al príncipe.

Es cierto que la biblioteca parece ser un sitio para solitarios o almas vagantes en la penumbra de la noche, las cuales solo quieren la compañía de los libros y su sabiduría. Revive esos pensamientos al echarle un vistazo a la habitación y se da cuenta, de que aunque le parezca algo muy lejano, ella lo hace. Muchas veces deja flotar sus ansias por la lectura, haciendo que se encuentre bajo la luz de la luna, avivando ideas y pensamientos.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora