𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 29

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Heesung y Yuna caminan alrededor del castillo sin prisas, no tienen la intención de volver hasta que se vean totalmente preparados para hacerlo.

-Entonces, ¿eres cristiano? -pregunta ella presionando un montón de tierra debajo de sus pies, está empezando a cogerle gusto a eso de ensuciarse.

-Sí -asiente el chico mientras camina entre los árboles, nunca ha querido alejarse de la corte-. Un día encontré un libro que hablaba sobre lo maravilloso que es Dios y todos los milagros que ha creado.

-La Biblia... -susurra al entender a que libro se refiere el chico-. ¿Lo leíste entero?

Le parece sorprendente que alguien como ellos pueda sentir atracción a cultos como esos. El cristianismo está muy mal visto para los vampiros, entiende perfectamente por qué fue golpeado de pequeño.

-Todas y cada una de las páginas, realmente me fascina.

No puede decir lo mismo, ella es atea, pero al menos ve cómo realmente es él. Heesung es un ser de luz, ahora entiende por qué quiere que Dios perdone todos sus pecados, es un chupa sangre, algo que no acepta la Biblia de una buena manera.
Realmente, siente que cada vez que habla con ellos empieza a comprender más cosas sobre ellos. ¿Hace años todos vivían juntos en paz? ¿Cómo sería la vida hace doscientos diecisiete años, cuando Sunghoon era un bebé? No se lo puede imaginar. Han pasado diecisiete años y es como si solo hubiese crecido unos nueve. Si ella tenía unos cuatro años, él tenía un aspecto de trece, tiene que ser un horror tener la misma apariencia unos treinta años. A lo mejor no todos envejecen al mismo tiempo, puede que Ni-ki y Jungwon lo hagan más lento. Realmente, ese chico le llama mucho la atención.

-Oye... ¿tú sabes por qué Jay y Jungwon son tan cercanos? -pregunta la chica sin rodeos.

Eso lleva rondando por su cabeza unas cuantas horas, no ha comprendido del todo por qué el americano se encariñó con el menor. Dijo que llegó a Sunghoon con unos cinco años de edad, fueron creciendo y el grupo se fue formando, ¿qué hicieron para conocer a Yang?

-Mira, yo nací en 1298, mis padres eran unos vampiros muy pobres que querían verse como personas que realmente no eran -comenta apoyando su espalda en la pared del edificio, sintiendo la fría losa-. Teníamos que servir a humanos, y yo, era un niño que tuvo millones de amos, y todos padres, así es cómo encontré el libro.

Yuna asiente a lo que le dice. No sabría por qué, pero este hombre es lo más sincero que se puede encontrar. No se anda con tapujos y te muestra su yo verdadero, algo formidable.

-¿Y qué pasó?

-Jay y Sunghoon eran de la realeza, desde críos. Un día, la armaron bien gorda, habían manchado la sangre de sus familias y... ahí fue cuando entró Jungwon.

Cree que ya sabe por donde va, pero no se quiere arriesgar a decir algo, siente que todo lo que ha pasado viene de muchos años atrás.

-Tu madre y tu padre ya eran reyes de aquella, pero... Elisabeth -el nombre de su madre hace que sus ojos empiecen a cristalizarse, ella es lo más preciado que ha tenido en toda su vida-. Sunghoon no lo sabe, pero yo sí sé por qué fuisteis separados hace diecisiete años.

-¡Dímelo, Heesung! -la desesperación la come por dentro, ¿qué pasó entre ellos?

-Solamente te voy a contar cómo se formó nuestro grupo.

Lee y todos los demás se conocieron en 1487, pero solamente se conocían. Ni-ki fue el último en llegar, Jake llegó de Australia en 1467, Sunoo ya era amigo de los primos desde pequeño, no fue algo imprevisto, pero Jungwon sí. Todo se remonta diecisiete años atrás, Jay conocía a Yang, no le dice el por qué, pero no interrumpe al chico mientras se lo cuenta. Jungwon era alguien que no estaba en su escala social, era un sin nadie para ellos, pero no para el americano. Entonces la madre de Sunghoon arriesgó su vida por la del niño, causando la muerte de esta. Ella había oído que Heesung era un vampiro muy servicial. En sus últimas palabras dijo que protegiese a todos, incluyendo al amigo de Jay, así fue cómo la pandilla conoció a Jungwon.

Yuna empieza a encajar cosas, pero no entiende qué tiene que ver con su madre y su familia, Jay conocía a Yang y tardó años hasta que por fin lo metió en el equipo, ¿qué tenía de malo el chico como para que la vampiresa sacrificase su vida?

-¿Cómo se llamaba la madre de Sunghoon? -pregunta ella curiosa, tiene que ir a hablar con el príncipe.

-Se llamaba... Evelot.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora