𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 47

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Yuna pasea por el comedor, jugando con la pelota de Nishimura. Sigue esperando al príncipe, ya han pasado treinta minutos. Realmente, ¿vendrá a por ella? Nunca antes había aclarado sus sentimientos, está claro que lo ama. ¿Por qué? Por muchas cosas. Sus pasados están conectados, gracias a él es quien es hoy en día.
Sunghoon entra corriendo, sobresaltando a la reina. Tiene sus mejillas rojas, salió como un rayo en el momento que le pusieron la corona en la cabeza, ella es más importante.
Welliver centra su vista en lo que lleva el chico en las manos, ya es oficial.

-Eres rey... -pronuncia acercándose a él, ha conseguido lo que quería-. ¿Sigues queriendo matarme para destruir mi reino? -cuestiona, con una pizca de pillería en su cara.

-Va a ser que no -confirma sus sospechas-. No podría matar a una mujer tan bella.

Acaricia su mejilla, haciendo que un escalofrío recorra su espalda. Echaba de menos sus manos sobre ella, es la mejor sensación del mundo. Cuando están solos, en su burbuja, es lo mejor, no hay nada que los obligue a ser algo que no son.

-Quería hablarte sobre nuestras madres -decide frenar al chico, necesita contarle todo antes de que se le vaya la cabeza-. Eran mejores amigas.

-Lo sé -salta él, como si fuese lo más obvio del mundo-, por eso eres más importante.

Welliver lo mira atónita, ¿por qué tuvo que irse si ya lo sabía? Todo esto fue para nada, no tenía que dejarla por cinco días.

-Entonces, ¿por qué te fuiste?

-Para que lo descubrieses todo tú. Si Jay y Jungwon son novios no debería importarnos pero es esencial para que supieses que ella... murió por culpa de ese monstruo -gruñe, recordando la cara de Samuel.

-Y tienes razón, hay que acabar con él. ¡Mi madre es esclava de sus mentiras!

Sunghoon vuelve a acariciar la cara de la humana, le da ternura verla tan preocupada por Elisabeth. Si ella supiese la de veces que Evelot y ella planeaban casarlos. El ahora rey coge a Yuna de la mano y salen del castillo, antes de que alguien los vea. Una idea de última hora que no puede ser ignorada.
Pasear juntos bajo la luz del sol, disfrutando de la compañía del otro.

-¿Adónde vamos? -cuestiona ella riendo mientras es arrastrada por el muchacho.

-Afuera, es el mejor sitio para declararte mi amor -contesta riendo también, haciendo que Welliver abra los ojos como platos.

No puede creer lo que acaba de oír, debe estar soñando. Siempre quiso tener un momento así con Park, donde los dos son uno, porque realmente se necesitan. Ahora sí es el momento para decirle que no puede vivir sin él, no puede dejarlo ir. No puede alejarse de ella otra vez.

Se sientan en la misma roca que se sentó días atrás con Karina. Se miran a los ojos, nerviosos, no saben cómo empezar. Él ha hecho esto muchas veces con un millón de personas, pero ellas no eran Yuna, Yuna sólo hay una y no puede ser remplazada. Sus corazones laten muy rápido y Sunghoon huele la sangre de la humana, es como un dulce manjar. Lo está volviendo loco, es como miel, necesita al menos un poco.
Abre la boca para preguntarle si puede morderla pero ella pone un dedo sobre sus labios, extrañándolo.

-Te amo, Park Sunghoon. ¡No puede vivir sin ti! -exclama, está desesperada por el amor del vampiro.

El rey tiene la boca entreabierta, ha deseado este momento casi toda su vida. Sí la ha hecho sentir protegida, sí ha conseguido que lo quiera. Por fin podrá tener una vida con ella.

-Yo también te amo... Yuna -nunca será capaz de pronunciar ese apellido.

Los dos se echan hacia delante, preparados para lo que viene a continuación. Ella enrolla sus brazos alrededor del cuello del chico, subiéndose a su regazo. Sunghoon duda, realmente quiere ir lento, estamos hablando de Yuna.

-Yuna, ¿estás segura de esto? Una vez que empieces no me podré controlar -explica, sujetándola por la cintura.

Ella niega con la cabeza mientras ríe, sigue siendo ese niño que jugaba con ella.

-No lo hagas. Demuéstrame que de verdad me amas.

Juntan sus labios, sin hacer presión. Disfrutan del momento, llevan deseando esto días. Odiaban no poder ser sinceros, ahora no hay nada que los pare. Sienten esas mariposas comiéndolos por dentro, ¿es lo que se siente al besar a la persona que amas? Están en su mundo, sabiendo que nadie podrá romper esta relación nunca. Han pasado de ser unos críos a ser dos personas que se aman con locura. Antes no podían ni verlos, aquella noche fue terrible, sus dientes se clavaron en su cuello, esperando a que se quedase sin fuerzas. Ahora tiene el valor suficiente como para gritar a los cuatro vientos que está enamorada de Park Sunghoon.

Ella se aleja de él, sonriendo como una niña pequeña. Sus madres estarían contentas.

-En serio, no te separes nunca más de mí -suplica ella hundiendo su cara en el cuello del chico.

-Jamás.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora