𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 21

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Los árboles hacen ruido entre ellos por el viento que los agita. El sol comienza a bajarse, y ninguno de los dos ha comido ni bebido por horas.
Caminan por el bosque con tranquilidad, disfrutan de la compañía del otro, por eso ignoran las ganas de comer.

Yuna le había pedido a Sunghoon que la bajase, para así caminar de vuelta al pueblo. Él le había dicho que si la llevaba encima sería más rápido, pero se negó, ella quería pasar este rato que ahora están viviendo.
Andan en silencio, a pocos centímetros de distancia. Llevan horas sin dirigirse la palabra, pero se sienten a gusto con la concomitancia.
Ella lleva bastante tiempo pensando en lo que realmente siente hacia el vampiro, está en deuda con él, pero algo le dice que solamente estar agradecida no es suficiente. Nunca había sentido la necesidad de mantenerse al lado de alguien tanto tiempo, es como si el chico le hubiese lanzado un hechizo que la obliga a permanecer a su lado.

-Oye... muchas gracias por lo de antes -habla con un tono dulce, girando su cabeza para verlo.

Sunghoon le sonríe, entrecerrando sus ojos, no percibe el momento de dejarla ir. Están a seis de octubre, en tan sólo veintisiete días Yuna tendrá que dejarlos. Solamente con pensarlo se le oprime el pecho, no quiere que se vaya, ahora todo está yendo bien.

-De nada... mi deber es protegerte -informa él rascando su nuca mirando la tierra debajo de sus pies.

-Eso mismo le dijiste a ese hombre... -susurra la chica acariciando sus brazos, le gustaría preguntarle por muchas cosas, hasta porqué realmente tiene que ser protegida.

Park mira hacia atrás, habían dejado a ese vampiro muy lejos ya, estarán a muy pocos minutos de llegar al pueblo. La morena lo observa, se había parado en seco para ver lo que han recorrido. Verlo interesado en su bienestar le hace sonreír, nunca nadie se ha preocupado por cómo realmente se siente una reina. Sus amigas deben estar preocupadas, pero en esos instantes solamente puede pensar en el pelinegro a su lado dándole abrazos para que deje de llorar.
Los sentimientos de él están más claros que el agua, pero por alguna razón no los quiere ver, no le cabe en la cabeza que ya está enamorado de ella.

-Supongo que... no mentí.

-Eso me llena de alegría -manifiesta acercándose al vampiro, el cual sigue de espaldas-. ¿Podemos seguir?

Posa su mano en el hombro del chico con delicadeza, aprieta éste y ladea su cabeza para mirarlo. Él tuerce su cabeza y mira a la morena, le agradece que no salga corriendo a pesar de todo.

-Sí... -vuelven a caminar en línea recta hasta el poblado. Ahora están más cerca, tan cerca que sus manos se rozan con su simple caminar. Sunghoon piensa que eso debe estar incomodándola, por ello, mete sus manos en los bolsillos de sus pantalones, y ella lo mira confusa, quería que la agarrase y caminasen juntos-. Por cierto... cuando te cases me invitarás, ¿no?

Quería hacerlo en plan de broma para poder sacarle una sonrisa, pero lo único que hace es que Yuna se rompa más la cabeza. No quiere casarse con Minhee, lo que siente hacia el muchacho es simple aprecio, sólo son buenos amigos. La lectura sigue siendo su inmejorable amor, no hay nada más perfecto, o así pensaba hasta que Sunghoon la salvó de aquel hombre.

-Creo que no me casaré... -susurra, haciendo que Park la mire preocupado, ella estaba segura de que iba a estar con ese chico.

-¿Por qué? Pensé que lo amabas -siente un gran alivio al oír que no se comprometerá en matrimonio con ese zopenco.

-Eso... nunca fue así. Jamás me he enamorado, solamente quiero a la gente que es cercana a mí, pero... no sé lo que es el amor.

Pues él lo sabe muy bien. Estar enamorado es esperar diecisiete años que por fin una mujer vuelva a él, verla como la cosa más bella y proporcionarle todo lo que tiene, si es necesario, su vida.

-Vaya... -se vuelve a hacer el silencio, pero no es algo embarazoso, solamente están hablando tranquilamente-. Pobre Minhee.

-Ya...

No quería ponerla triste, y mucho menos sentirse culpable por no amar al chico, al contrario, no debería verse obligada a casarse con él. Siente que ser mujer es mucho más difícil que ser vampiro, y mucho más hombre. En la realeza solamente las utilizan como decoración, y él aprendió a que eso no es así gracias a su madre. Ella debería haber conocido a Yuna, no sabe si realmente llegó a conocerla.

-Cambiemos de tema, no quiero que te deprimas -comunica él chocando su codo con la chica, haciendo que estaa lo mire-. ¿Ves? Si estás feliz es mejor...

Ella suelta una risa, realmente se siente a gusto con él, no podría negarlo. ¿Cuánto se tarda en hacerse amiga de alguien? ¿Un año? ¿Un mes? ¿Una semana? ¿Un día? Eso no le importa, percibe que Sunghoon ya le cae demasiado bien.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora