Remi camina entre los árboles, perdiendo la orientación. Jura que ya ha pasado por ahí cuatro veces y ahí, no hay un río. No entiende por qué Elisabeth la ha mandado a ella, es la más patosa de todas.
Un búho se escucha a lo lejos, asustando a la muchacha. Odia la oscuridad es totalmente de noche y está perdida, no quiere seguir adelante.
Da un pequeño paso al frente, creyendo que sentirá tierra bajo sus pies, pero eso no es así. Pisa fuerte, deslizándose hacia abajo unos cuantos segundos. Rueda cuesta abajo hasta que choca contra un árbol, proporcionándole un moretón. Su cabeza da vueltas un par de minutos, no puede ser que se haya perdido otra vez. Se incorpora para ver su alrededor, gimiendo mientras lo hace. Debe estar teniendo ilusiones, ninguna vampiresa de mechas rojas se pondría a observarla, ¿o sí?
Remi gatea sobre le barro, buscando un sitio para refugiarse, no quiere salir herida.
Yoon ríe al ver la escena, la humana parece una indefensa ratita.-Creo que eres tú lo que debía encontrar -habla la mujer mostrando sus colmillos, es una forma de presentarse.
-Lo mismo digo... -murmulla la pequeña humana, tiene demasiado miedo en el cuerpo.
La alta se agacha hasta la altura de la chica de pelo corto, intentando calmarla. Nunca se le ha dado bien tratar con personas, y mucho menos humanos.
-Necesito tu ayuda.
Las chicas llegan a la pequeña barricada que montaron los vampiros. Fuego se extiende por toda la estancia, han rodeado el reino de trampas y muros, están dispuestos a luchar por ella.
Remi visualiza a un chico alto de pelo rojizo a la distancia, debe estar dando órdenes, se le ve furioso. Cuatro vampiresas corren hacia una multitud de niños llorando. ¿Esto es lo que se siente al participar en la guerra?-Necesito que te quedes aquí y las ayudes, iremos a por Yuna -le explica Yoon cogiéndola del brazo.
La humana no hace preguntas y se acerca hasta NingNing y Gissele, ayudándolas con los críos.
Karina se aproxima hasta la de mechas con un paso acelerado, no pueden esperar más. Los humanos llegan a borbotones, cortando árboles y maleza para hacerse paso por la espesura. Como no vayan avanzando los van a pillar de lleno, necesitan atacar. Tienen algo de ventaja, sus cualidades inhumanas pero ellos son miles y los vampiros unos cientos, la diferencia de cifras es bestial.
La reina mira con preocupación a su amiga, la cual hace lo mismo. No comprenden lo irreal que es la situación.
Yoon observa a Remi, no se ve cómoda con ellos pero al menos lo hace por su mejor amiga y reina.
Nunca debió pedirse voluntaria, la sangre que se va a derramar no va a volver. Quien muera hoy no verá lo que el futuro deparará.-¡Vosotras, salimos ya! -grita Jay histérico, es el primero en salir.
Las dos se miran, se echan un vistazo por última vez y se abrazan, puede ser la última vez que se vean.
El americano sale corriendo con veinte vampiros detrás, a lo que le siguen sus compañeros de la misma forma. Ninguno sabe qué pasará ahí dentro pero eso decidirá lo que venga después.
Comienzan a trazar una línea recta, dispuestos a chocar contra los enemigos. Karina y Jake se tuercen a la derecha, contraatacando por el lateral. Yoon y Jay copian su acción pero al lado contrario, dejando al rey y a los demás.
Sunghoon obliga a todas a frenar, el ruido de las máquinas podando ha parado. Park se esconde detrás de un árbol, aprovechando la oscuridad. Una flecha atraviesa los arbustos para clavarse en el tronco del árbol, alarmando a todos los vampiros. Todos gritan, preparados para matar. Cruzan la arboleda, encontrándose con una barrera humana gigante, está claro que no los dejarán pasar. Heesung se acerca a Jungwon y a Ni-ki, procurando que no salgan heridos.-¡Si te metes en el medio no puedo matar! -exclama el menor mirando al cristiano furioso, no puede asesinar como él quiere.
Lee no dice nada, solamente intenta desviar espadas mientras observa al príncipe y a Kim.
Sunghoon y Sunoo se compenetran bien, uno defiende y el otro ataca. El pelinegro sube por la espalda del chico, esperando a caer encima de un enemigo. Cuando lo consigue, clava sus uñas en su corazón, arranándolo de cuajo.-No sabía que eras tan hábil -comenta Park juntando su cuerpo con el de su amigo.
-Supongo que tengo la flexibilidad suficiente.
Más hordas de humanos se dirigen hacia ellos y solos no dan a vasto. Gritos y llantos se escuchan de todas partes, provocando un eco aterrador. Es un sonido que sus tímpanos no pueden aguantar, mucha gente está sufriendo por su culpa.
Una lanza atraviesa el cielo, cayendo al lado de los dos vampiros.-¡Heesung, precisamos ayuda! -grita Kim desgarrándose la voz.
El mayor se hace paso hasta sus compañeros, proporcionando golpes por todos lados. El chico se pone de barrera para ponerles las cosas más fáciles a los otros dos.
Sunghoon salta por el aire para caer encima de un millón de escudos. Sunoo se desliza por debajo de Lee, agarrando uno de los escudos tirados por el príncipe para protegerlos. Una lluvia de flechas se dirige hacia ellos. Los tres se refugian bajo el metal, esperando a que las puntas se claven en él. Se miran satisfechos, han conseguido protegerse.-¡No! -grita Jungwon a unos metros de distancia.
Los chicos se acercan hasta su amigo lo más rápido posible. Yang agarra a Nishimura por los brazos, tirando de él hacia atrás. Una flecha con punta de plata se le ha clavado en el corazón. Los cuatro se quedan paralizados, no puede ser.
Sunoo se agacha a la altura del japonés que está semi consciente. Agarra la cabeza del chico y se la pega al pecho, no se puede ir.-¡Ri-ki sigue conmigo! -golpea la cara del menor-. ¡No puedes dejarme ahora!
Nishimura aprieta la mano de su amigo con las pocas fuerzas que le quedan.
-Debería haberle hecho caso a Heesung... -sangre mana de su boca, coloreando sus dientes de un rojo intenso.
Sunoo no puede creer lo que ven sus ojos, no puede perder a su mejor amigo. Él, que siempre ha estado ahí para él cuando se encontraba mal, no puede irse sin más, no lo puede dejar solo en este cruel mundo. Prometieron que se harían viejos y seguirían jugando a la pelota juntos, que nunca se cansarían de hacerlo.
Ri-ki siempre prometió que estaría el día que formase una familia, viajarían por el mundo y conocerían a su familia, unos reyes en Japón muy importantes. Él renunció a todos sus sueños por vivir con ellos, y no supieron protegerlo. Siempre quiso cuidarlo, siempre dijo que mantendría a Sunoo a buen recaudo hasta el final de sus días.-¿¡Entiendes por qué no me gusta pelear!? -cuestiona Kim histérico, se niega a dejarlo marchar.
-Al menos he visto una faceta que no conocía de ti, rata de biblioteca -ríe el menor como puede-. Tiene gracia, siempre pensaste que el apodo te lo puso Sunghoon, pero fui yo.
Cierra los ojos, dejando por fin lo último que le queda de vida irse. Ha disfrutado de todos sus momentos con los chicos, les está agradecido.
-¡No! ¡Ahora no, Ri-ki! -coge a su amigo en brazos, deseando llegar al reino a tiempo-. Avisad a Jake, necesitamos su invento.
Sunghoon, Heesung y Jungwon sigue mirando a los dos amigos preocupados, han perdido a su cachorro, ¿cómo se molestará ahora Jay?
Kim sale corriendo y los tres chicos vuelven a la batalla, enfurecidos por la muerte de uno de los suyos. Jamás se lo perdonarán, solamente tenían que protegerlo, cuidarlo y darle todo el amor posible, ¿cómo han podido ignorar todo eso y ponerlo en peligro?-Sunghoon, debes ir a por ella. ¡Nosotros nos ocupamos de esto! -Lee se adentra en la multitud seguido por Yang, están dispuestos a dar completamente todo.
Pero acaba de perder a un compañero, no puede arriesgarse a más.
-¡No os dejaré solos! -vocifera, pero ninguno de los dos lo escucha.
Debe arriesgarlo todo, a Ni-ki no le gustaría que dejase escapar a Yuna por su muerte, no lo permitiría. Es hora de salvar los reinos.
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𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||
VampireEl reino de los vampiros está a punto de cambiar de rey. Sunghoon, el príncipe, decide mostrarle su valía a su padre raptando a la reina de CRAVITY. En su cabeza el plan se veía maravilloso, con todo el apoyo necesario, pero el chico no contaba con...