𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 13

1K 107 7
                                    

Los dos llegan a la segunda planta después de estar horas hablando. Sunghoon le había contado todo lo que sabe. Se conocen, desde hace diecisiete años, ella ni siquiera lo sabía. Él tiene recuerdos de los dos juntos, siendo unos niños, al menos ella. Lleva diecisiete años esperando el momento para volver a hablar con ella. Al principio, ella no le creyó, pensó que le estaba engañando otra vez, pero se veía demasiado serio al decirlo. Le estaba diciendo que tuvo que haber algo que los separase, y él supuso que fue el padre de la chica. Samuel siempre ha sido un hombre de principios, pero siempre un cabeza hueca. Pensó que alejando a su hija de los vampiros estaría mejor, pero se equivocaba. Ahora Yuna sabe quien es Park Sunghoon realmente, sigue siendo un chupa sangre, y décadas atrás derramó un montón de sangre, pero ahora toca conocer de verdad lo que pueda venir.
Welliver aferra sus uñas al brazo del chico, provocando que este ladee su cabeza y la mire enternecido. El mayor da golpecitos en la cabeza de la humana, haciendo que esta dé un pequeño salto, pero fija sus ojos en él.

-Deberías tranquilizarte, te lo he contado todo -casi todo, sus sentimientos siguen en lo más profundo de su ser.

-Ya... tampoco te confíes -lo señala ella con su dedo índice-. Me parece increíble que te las arreglases para secuestrarme solamente para volver a hablar conmigo.

-¿Te sorprende que una sombra quiera estar a tu lado? -le muestra una amplia sonrisa, mientras acaricia el pelo de la chica con suavidad.

Debería de decir que sí, pero después de saber el motivo por el que realmente está aquí se ha calmado. No le parece tan extraño que los dos quieran saber su pasado, necesitan saber por qué fueron separados realmente...
Por las cosas que está descubriendo piensa que ha estado equivocada por años. Si realmente son ellos los que la quieren ayudar a comprender todo, ¿qué quieren sus padres?

-No, solamente, es extraño -se separa del alto colocando su vestido bien. Dirige su vista hacia Sunghoon, soltando una pequeña risa al ver cómo el vampiro la mira sin disimulo de arriba abajo-. Podrías al menos hacerte el desinteresado.

Los dos ríen por el comentario de la menor. No lo va a negar, Yuna es toda una reina. Su cara de porcelana, sus pequeñas muñecas y piernas y la perfecta cintura que le da forma a cualquier vestido la definen perfectamente. Es una muñeca de perfecta medida.

-Lo siento, sigo sin acostumbrarme a tu aroma -siguen caminando hasta quedar delante de la puerta del comedor, los dos agarran el pomo, causando que se miren-. No te preocupes, todo lo que diga ahí dentro va a ser mentira.

Ella asiente con indiferencia, ya sabía lo que iba a decir. Realmente se pueden ver dos tipos de Sunghoon en muy pocos minutos, y eso por alguna extraña razón le gusta. Sabe cómo mantener su reputación, en cambio, lleva años detrás de una humana como ella.

-Oye... ¿podrías decir qué tipo de sangre soy por el olor? -desde que le ha perdido el miedo, ahora pregunta cualquier cosa irrelevante que se le venga a la cabeza, provocando la felicidad del otro.

-Es un momento serio, ¿y vas tú y piensas en eso? -le reprocha el chico acercándose a la cara de la joven.

Los dos tienen sonrisas en sus caras, disfrutando de lo diferentes que son, pero al fin y al cabo, son iguales. Están unidos por los mismos lazos del destino, él no sería Park Sunghoon sin ella, y ella no sería Yuna Welliver sin él. El de pelo negro se empieza a poner nervioso al ver cómo la chica no se aparta de él y sigue con su sonrisa, por lo que se obliga a poner una cara seria y abrir la puerta para cenar con todos los demás. Los dos entran cogidos de la mano, y por primera vez, Yuna se siente segura ahí dentro. Ahora la presencia de Sunghoon no le parece tan aterradora como antes, ahora solamente tiene el defecto de que es una sombra.
La chica reconoce a Heesung, Jay y Sunoo de inmediato, pero otros tres chicos están al lado de sus dos sitios libres. Caminan hasta la cabecera, sentándose ella al lado del otro Park. Ella saluda a todos con una reverencia, hasta a los mercaderes, los cuales fueron invitados a la cena. La mesa es lo suficientemente larga como para acoger a más personas, pero falta una únicamente. El padre del príncipe no se encuentra entre ellos. Welliver gira su vista hacia su nuevo amigo y pregunta por el rey con la cabeza, señalando la otra punta de la mesa con esta. El chico se encoge de hombros, ni quiera él sabe el paradero de su progenitor.

𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora