Chapter 3- La misión, portal de nieve [Lyra y Naya (parte 4)]

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-Mierda, podían haberme escuchado. Ya la hemos alertado.- Lyra había empezado a caminar con Naya por un pequeño camino en medio de la nieve. Se había quedado sin palabras después de lo ocurrido.

-Entonces, ¿me estás diciendo que sois dos personas?- Lyra no se lo podía creer, dos personas diferentes que eran prácticamente idénticas.

- Sí, en realidad las dos nos llamamos de diferente forma, pero como la gente nos confundía buscamos un término medio. Así que las dos respondemos a nombre de Naya. - Hubo un silencio sepulcral después de aquello, solo se oían los pasos amortiguados en la nieve. Lyra no paraba de darle vueltas al tema.

- ¿Y tu como te llamabas?- La verdad es que la curiosidad la embargaba

-Eso no importa, tú puedes seguir llamándome Naya, y creo que la otra también lo preferirá.

Las siguientes horas fueron tensas y sin ningún aliciente. Las conversaciones con la Naya que la acompañaba no es que fueran muy interesantes, y apenas duraban nada. La noche se les echo encima antes de que pudieran darse cuenta.

-¿Dónde vamos a dormir Naya?-Naya se paro y miro a sus alrededores. Cuando pareció encontrar lo que buscaba empezó a correr. Antes de que Lyra pudiera darse cuenta, Naya ya estaba subida en una de las ramas del árbol más alto y fuerte que había en esa parte del bosque.

- ¿Qué pasa? ¿No piensas subir?- Lyra tuvo que admitir que le llamaba mas la propuesta de meterse en una cueva a dormir, pero antes de poder quejarse, Naya ya la había agarrado de la mano y la estaba subiendo entre las ramas. Lyra empezó a gritar y el ascenso paro de repente. La cabeza de Naya apareció de entre las ramas superiores preocupada.

-¿Estás bien? ¿Te has chocado con alguna rama?-Lyra pensó en mentirla y decirla que si para no seguir subiendo, pero opto por ser honesta.

-No, es solo que... me dan miedo las alturas.- Ya esta, lo había dicho. Naya sonrió y la dejo en la rama que estaba a su lado y salto a la de al lado.

-Vamos a hacer una cosa ¿vale? Tú cierras los ojos y yo te subo, ¿sí?-Lyra no muy convencida, asintió. Naya volvió a sonreír y la cerró los ojos delicadamente. Lyra sintió que una fuerza tiraba de sus brazos hacia arriba, y que poco a poco empezaba a subirla.

-Sabes, te noto tensa.

-Podías dejar los chistes para cuando este arriba ¿no crees?- Lyra apretaba los ojos fuertemente mientras sentís las hojas del árbol hacerla cosquillas por la piel.

- Vale, ahora no abras los ojos, que estamos muy alto.

-¿Quéee?- Lyra empezó a temblar de puro miedo. Ahora era ella la que agarro a Naya. Escucho a Naya reírse. - ¿Queda mucho?- Pregunto Lyra. Cada vez notaba menos hojas raspando su piel.

-Bien ahora agárrate a esta rama de ahí, eso es, ¡No, aun no abras los ojos! Vale, eso es.- Naya estaba poniendo nerviosa a Lyra, pero esta se esforzaba en seguir todas las indicaciones.

-¡Bien! Abre los ojos, sin miedo ¡venga!

-Naya ¿qué?...- Estaba tumbada en la copa del árbol que era lo suficientemente grande como para albergar a las dos. Pero lo que la dejo sin palabras era el manto estrellado que tenían sobre ellas. El cielo más estrellado y bonito que recordaba. Naya asintió y la dejo que disfrutara del paisaje. No sabría decir cuánto tiempo exactamente estuvo admirando el cielo, pero lo volvería hacer otra vez. Estuvo pensando en todo lo que había pasado, lo de Sylcred, la resistencia, Vegetta y Willy, Sekiam, Town, Naya... Aún no había podido recordar todo con claridad, reordenar todo lo que había pasado, volver a pensar con claridad.

Una estrella fugaz apareció en el cielo. Lyra no creía en lo de pedir deseos a las estrellas, pero esta era diferente. Parecía que se dirigía hacia ellas. No era posible, era verdad, se dirigía hacia ellas. Además de que esta no era ni blanca ni roja como las que había visto de pequeña. Esta era gris.

-Na...Naya, sube un momento.- La cabeza de Naya asomo entre las hojas poco después. - Mira arriba.- Naya miro hacia arriba y la sonrisa que traía se esfumo enseguida.

-¿Qué c***? Mierda, ¿cómo nos ha encontrado tan rápido?

-Naya ¿Qué es eso?- La mano de Naya tiro para abajo a Lyra, que no la dio tiempo de gritar antes de caer al suelo.

- Un amigo de hace mucho tiempo, pero la verdad es que no me acuerdo que le invitase a jugar.- Naya agarro muy fuerte a Lyra y tiro de ella hacia los arboles

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