No debía haberle dicho a Smiley que Sekiam estaba en el desierto. No por la cara de sorpresa que puso, ni por la llorera que se cogió cuando le dijeron que seguramente no volviera como lo que paso en la zona dos. Simplemente no tuvo que decírselo porque por la noche se lanzo al portal sin que nadie pudiera evitarlo. Se había lanzado sin equipo, armas o provisiones. Pero fue lo suficientemente lista para ponerse un chip que detectaba si seguía viva. Town, que siempre solía preocuparse por todos, había renegado el intentar ayudar a Smiley. Por mucho que había insistido Yeray, según Town no había nada que hacer, debían esperar. Aunque nadie apostaba por Smiley, Yeray no se apartaba del monitor donde se indicaba que Smiley seguía viva. Si simplemente se hubiera callado y no le hubiera dicho nada, ahora mismo estaría haciendo la ronda y, con un poco de suerte, ella le acompañaría. Pero claro, tuvo que ser un bocazas.
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Era por la noche, y llevaba corriendo medio día ya. Pero no pensaba parar. Tenía que ayudar a Sekiam. No pensaba dejar que muriera, y además le debía dos buenas collejas, una por no esperarla y la otra por arriesgar su vida sin su permiso. Pero de momento solo corría. Una luz en el cielo la deslumbro. Más bien era una columna de luz, que apenas estaba muy lejos. Smiley sintió una corazonada y corrió hacia la luz. Enseguida desapareció, pero SmileyCat se había quedado con la dirección de la que había venido la columna de luz. Corrió más deprisa que nunca hasta llegar a ver un pequeño templo semi-enterrado en las dunas. Por suerte la puerta no estaba enterrada y pudo entrar con facilidad. Oyó unos gritos y empezó a correr por los pasillos. Por suerte había tres rastros de huellas que iban siempre en la misma dirección, así que no le costó deducir el camino. Al acercarse a una gran puerta un cuerpo choco contra la pared a unos metros de distancia. Instintivamente se escondió para que nadie la viera. Se quedo quieta durante unos segundos mientras oía el ruido de los pasos que corrían. Cuando la persecución hubo acabado se atrevió a mirar un poco por uno de los extremos de la puerta. Y lo que vio le dejo petrificada. Sekiam estaba levantado unos cuantos pies del suelo, agarrado por el cuello por una chica desconocida para Smiley.
-Pa…ra…por…fa…vor…- Sekiam estaba rogando a la chica que le liberase, y Smiley también rogo en bajito que lo hiciera. Tan ensimismada estaba que no se dio cuenta de la respuesta, pero cuando vio que le soltaba se le ilumino la cara. Y más aun cuando se distrajo con una especie de colgante. Pensó en correr hacia Sekiam, que jadeaba en el suelo. Pero entonces se fijo en la chica que se había chocado contra la pared. Era poco probable poder rescatar a Sekiam con la chica hay, por muy despistada que estuviese. Así que se deslizo lentamente hasta donde estaba la chica, aun inconsciente y la deslizo rápidamente detrás del gran portón que la había estado ocultando hasta ahora. No parecía que se fuera a despertar, no por el momento al menos. Así que volvió a ver cómo le iba a Sekiam, pero tuvo que contenerse para no gritar. La chica acababa de propinarle una potente patada que le impulso fuera del suelo en el que estaba. Para aguantar las ganas de gritar, Smiley se llevo su propio brazo a la boca y se lo mordió con fuerza. Cuando vio gotas de sangre caer al suelo, supo que por su bien, debía parar. Se asomo una vez mas y oyó la conversación.
-Jajaja, que afán de supervivencia, eres fuerte sin duda. Me has caído bien, así que te dejare decir unas últimas palabras.
-SmileyCat. - ¿Qué? ¿Por qué había dicho su nombre? Smiley se dio cuenta de que la chica de cabellos negros también parecía contrariada. Es más, si la vista no la confundía, parecía estar desapareciendo.
-… A la persona que más echo de menos es a SmileyCat. – Parecía que la chica había desaparecido del todo, pero aun así espero unos instantes antes de correr hacia Sekiam y gritar a pleno pulmón la frase que había estado deseando decir todo el día.
-¡Sekiam! ¡Aguanta! ¡Ya estoy aquí!- Corrió lo más deprisa que pudo y agarro la mano de Sekiam y empleo toda la fuerza para subirlo. Cuando estuvieron los dos en el suelo, tirados y cansados por la gran fuerza que habían tenido que hacer, Smiley se lo pensó mejor y cambio las collejas por un dulce y largo beso.
-¡Ni se te ocurra volver a irte de aventuras y a arriesgar tu vida sin mí! ¿Entendido?- La cara de enfado no podía ser tan dura como hubiera querido después de aquel beso. Sekiam asintió mientras decía.
-Prometido. Pero… ¿Sabes? Me gustaba más el beso que la regañina paternal-Sekiam se espero una colleja en la nuca después de aquella broma, pero se encontró con los labios de Smiley de vuelta en los suyos.
-Y ahora que ya has disfrutado suficiente ayúdame a cargar con ella-Señalo a Naya- que tenemos que llevarla a la resistencia. O mejor dicho, tú la llevaras.
-¿No sería mejor esperar aquí hasta que se volviera a despertar?- Sekiam suspiro al ver la cara de enfado de Smiley. – ¡Está bien!- Cogió a Naya en sus brazos y emprendieron el camino de vuelta al portal. Eso sí, antes volvieron a pulsar el botón .
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Heyy que taaaal. Bueno, nuevo capitulo. Espero que os este gustando mucho la historia, porque ahora es cuando la cosa se pone interesante (Me refiero a la parte de Lyra, claro esta) asi que solo me queda mandaros un besazo y un saludo ;3
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Historia de youtubers
FanfictionMuchos decimos frases como: "Me encanta este videojuego" o "Este videojuego me fascina". Incluso hay gente que dice "Es que este videojuego me ha atrapado". Pero, ¿que pasaría si en verdad el videojuego te atrapara?, ¿y si no te dejara salir?, ¿y si...