El principio del fin (Parte 2)

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-¿Lo sientes? Es pánico. Se acabaron los juegos Naya. Hoy muero yo, pero contigo. No pienso dejar que les hagas daño.

Sin embargo Aria permaneció en silencio con cara seria. La miro de arriba a abajo.

-Ya veo. Una promesa de protección. ¿Quien es el afortunado?-Esbozo una sonrisa.

-Padre.

Aria levanto la cara.

-¿Pa...padre?

-Si, bajo todas esas rocas. Pero ya no importa, porque hoy voy a incumplirla.

-¿Qu...qué?

- Se acabo el protegerte Naya. Se acabo el ignorar, de hacer como que nada a pasado. Se acabo el consentirte. Hoy vas a pagar, por Viana, por mí, y por querer hacerles daños a todos ellos.

-No tengo nada que perder.

- ¿Estas segura?

Por primera vez en su vida Aria sintió como todas las puertas de salida se cerraban a la vez. Como, a pesar de ser una sola persona, Ana la había acorralado y no la dejaba escapar. Como el pánico la inundaba mucho mas que aquel día en el que Naya dejo de existir. Y todo por esa mirada. Esa mirada que la estaba quemando viva. Y que... sin duda, seria lo ultimo que vería.

-Pero... vas a estar muerta. No... no podrás hacerme nada.

-¿Qué no? Retame.- Los ojos de Ana se ensombrecieron.

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Lyra miro a Sekiam, a Murki y a Flye. Acababan de despertarse y se estaban encargando de despertar a Clara y a Blanca. Pero había una cosa que preocupaba a Lyra. Solo ella podía ver una pequeñisima aura anaranjada que rodeaba a Ana. Y se estaba debilitando. Titilando mas bien.

-Ahora, preparaos para sujetar a Clara, Blanca y Máximo. Ana no va a aguantar.- La voz se asemejaba mas a la de una femenina que a la voz que desde un principio había mostrado Kumiai.

Lyra se acerco a Máximo y le toco el hombro.

- Máximo, deberíamos alejarnos.

Máximo no se movió.

-Por favor Máximo.

Lyra miro a los demás buscando ayuda. Sekiam estaba despertando a Blanca suavemente aun, y Flye estaba con Clara, que se encontraba aturdida. Hizo gestos para que las llevaran hacia la entrada. Entre Murki y ella lograron levantar a Máximo y desplazarlo unos metros mas allá. Lloraba a lágrima suelta.

-¡Corre Lyra! ¡Salid de la habitación ya!- Solo en ese momento Lyra se dio cuenta que no era Kumiai el que hablaba, sino Ana. El aura tintineo con fuerza. Tanto Clara como Blanca ya estaban fuera. Como pudo, saco a Máximo de la sala. Se volvió para cerrar las puertas y lo vio. La pequeñisima aura que rodeaba Ana, se había extinguido. Un grito ensordecedor inundo la sala. Y a pesar de que Lyra cerro la puerta un instante después, les costaría mucho tiempo olvidarlo.

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