Llevo mi mano al bolsillo. Saco una pequeña caja del bolsillo. Una pequeña cajita dorada. La abro y un anillo de plata asoma reluciente. Cuando intento tocar su mano y mirarla fijamente, un soplo de aire la dispersa haciéndola desaparecer.
-No... ¡NOOOO!¡ANAAAA!
-¿Y si quizá solo te dijo que si por pena? ¡Quizá hasta se deje morir para no cumplir su promesa!
La voz se repetía, dentro de su cabeza. Incluso se carcajeaba de él
-O espera. ¿Y si ella en realidad quiere a otro? ¿Entonces que harás?
Delante de él apareció Ana, y la figura de un hombre que le daba la espalda a él. Ella miro a Máximo e instantes después empezó a besarse con el hombre. Máximo intento moverse o gritar. Pero no podía, simplemente no podía. Aun seguía de rodillas, pero esta vez miraba al suelo.
-No eres nada. No eres suficiente para ella. Solo su "perrito faldero". Su "amigo". No eres nada. Solo le das lastima.
-Yo te quiero. No fue compasión. Nunca me enamorare de otro. Tu eres el único, el único que hace latir mi corazón. Lo sabes.
Una lágrima recorrió su mejilla, pero se levanto y abrió los ojos. No era verdad. Ella le quería a él. No a otro. No por pena. Con locura. Y ya era hora de que se acabaran los juegos
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Todos inmóviles, estáticos. Era su ultima oportunidad. Si Máximo despertaba quizá... Vio un leve pestañeo en sus ojos. Quiso sonreír. Él estaba bien. Pero su herida parecía quemarla. Lo único que quería es que supiera que siempre... Pasara lo que pasara...
Cada vez tenia mas sueño. No quería aceptarlo. Pero cada vez veía todo mas negro. Aria no dejaba de mirarla. Cada vez su pecho subía con menos rapidez. No quería dejar a todos a merced de esa loca sedienta de sangre. Debía improvisar algo. Rápido. Dirigió una mirada furtiva hacia Máximo. Sabía que la miraba así que pestañeo y miro hacia Clara. Supo que la había entendido en cuanto él movió sus pupilas hacia su hermana.
Miro entonces a Aria, la sonrió y solo dijo unas palabras en bajito antes de que la locura se desatara en la sala. Los ojos de Aria se abrieron de par en par al escucharlas.
-Aquí, la loca soy yo.
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Lyra abrió los ojos. Todos seguían de pie, pero empezaban a moverse. Máximo estaba al lado de Ana. Trazaba símbolos rápidos, pero estos se rompían antes de impactar contra Ana. Lloraba.-¿Má...Máximo? ¿Qué...?
-Despierta a los demás.- No era la voz de Máximo. Era Kumiai. Sin embargo la voz se asemejaba a una voz femenina.
-Pero Máximo...
-Tu solo despiertales.
A pesar de no estar conforme con ello, Lyra hizo lo que le dijo.
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Historia de youtubers
FanfictionMuchos decimos frases como: "Me encanta este videojuego" o "Este videojuego me fascina". Incluso hay gente que dice "Es que este videojuego me ha atrapado". Pero, ¿que pasaría si en verdad el videojuego te atrapara?, ¿y si no te dejara salir?, ¿y si...