Problemillas en el "Palacito"

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Un remolino apareció en la puerta del castillo, y al instante siguiente, Máximo se sacudía la nieve que seguía en su traje después de la teletransportación. La entrada estaba abierta, y dos monstruos bastante feos hacían guardia. Pasó sin problemas y se dirigió al ascensor de luz que había justo en frente. Justo cuando se disponía a subir, un ojo gris y una cabellera negra azabache que conocía muy bien, entro con él al ascensor.

-¡Hola, hermanito! Veo que tú también acabaste la misión. —Lo dijo en tono alegre, pero apenas esbozo una pequeña sonrisa,

-Aria, pensaba que ya habías terminado hacia unas horas. ¿No te presentaste donde...?

-Puff... Al contrario que tu, Máximo, yo no soy el perrito faldero de Ana ¿sabes? Me he tomado  un pequeño descanso, eso es todo.-Aparto el flequillo de su ojo izquierdo y miro con sus dos ojos grises a Máximo- A propósito, con Sekiam iba Blanca.

-¿Blanca?- Máximo abrió la boca asombrado- Dios, yo he visto a Clara

-¿A Clara?-Ahora era Aria la que estaba sorprendida- ¿Qué pasa aquí? ¿Las hermanas pequeñas de Ana están contra ella o qué? ¿Es algún tipo de juego? Porque si es así Vivi (Diminutivo cariñoso de Viana) y yo podemos ganarte a ti.

-Lo dudo- Máximo dejo de sonreír al comentario de Aria y se puso serio.- ¿Se lo contamos a Ana?-Aria asintió, pero Máximo no estaba demasiado convencido de ello.- ¿Y si se enfada?

-¿¡Que se va a enfadar?!  ¡Ni que la hubieras matado hombre!- Máximo agacho la cabeza y Aria soltó una exclamación.- ¿¡La has matado?! Y yo pensaba que por haber empotrado contra una pared a Blanca me iba a matar. ¡Ja! ¡Mucha suerte Máximo!

-¡No la he matado, solo ha sido una herida de muerte! Y sabes que yo las quiero con locura a las dos. Casi como si fueran mis hermanas.- Aria negó con la cabeza y tapo con un dedo la boca de Máximo para que se callase.

-A mi no me des explicaciones, guárdatelas junto con esos ojitos de cordero para cuando estés con Ana, lo vas a necesitar. —La puerta se abrió y les dejo delante de un arco que debería albergar unas puertas de madera, pero que por una explosión habían saltado por los aires. La sala era de forma circular. Recordaba que las paredes habían sido de un blanco purísimo antes de la explosión. Ahora eran negras, pero alguna que otra persona (cuidado, no monstruos) intentaban, a base de limpiar con un cepillo, devolverla a su color blanco, aunque solo habían conseguido un color grisáceo bastante oscuro. En el trono que había en el centro había una mujer de unos 20 años de edad. Llevaba un vestido largo que le llegaba hasta los tobillos y unas bailarinas. Era casi, casi igual que sus hermanas pequeñas; las únicas diferencias eran la media cabeza que sacaba a Clara y su pelo. El pelo lo llevaba suelto, era liso y sobre todo no era del tono verde azulado de sus hermanas. Era de un marrón chocolate intenso. Ana dirigió la mirada hacia Máximo y a este le dio un vuelco el corazón.

- ¡Ya estáis de vuelta! Me consta que habéis fracasado los dos. ¿Qué ha pasado?- Máximo estaba a punto de empezar a hablar, pero Aria se le adelanto.

-Los dos hemos tenido... ciertos problemillas. Se ve que alguien ayudó a subir a Sekiam, al que había dejado colgando. Mientras que Máximo... Digamos que no "remato" la faena.- Máximo atravesó con la mirada a Aria mientras que Ana les miraba confusa. Aria volvió a tomar la palabra.

-Nos hemos encontrado con tus hermanas, que apoyan la causa de la resistencia. Yo con Blanca y Máximo con Clara. Yo, SIN QUERER, estrelle, ACIDENTALMENTE, contra una pared a Blanca con un hechizo, FLOJITO, de explosión. Mientras que este burro de aquí, este zopenco, ha cortado a tu hermana Clara, con su AFILADISIMA espada, medio pecho. Dice que está seguro de que es una HERIDA MORTAL y que seguramente NO se recupere. Eso, si ha conseguido llegar a la resistencia, porque claro, creo que no se le ocurrió lanzar un hechizo que retarde lo que SEGURAMENTE ya no se pueda impedir, que es LA MUERTE. ¿Me he explicado bien, hermanito?- A estas alturas, Máximo ya echaba humo por las orejas  y quería atravesar con la mirada a su hermana Aria. Ana, que intentaba lo mismo pero con Máximo, desapareció de repente, teletransportandose. pero se pudo oír por todo el castillo el grito de furia que lanzo desde su habitación.

-Yo que tu correría hermanito- Aria sonreía, picara- Seguramente la caballería esté a punto de llegar.- Se sentó en el trono y señalo a Máximo mientras repetía con la voz de Ana una de las frases más famosas de "Alicia en el país de las maravillas"- ¡¡QUE LE CORTEN LA CABEZA!!

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Hola chicos. Bueno, tengo que explicar una cosita. Ahora mismo estoy pasando unas fuertes nauseas , dolores de estomago, vómitos... Que me están haciendo muy difícil el poder escribir. Así que si no subo capítulos los siguientes días (Que espero que si) Es porque, si no estoy en la cama, estoy vomitando. Espero de verdad que lo entendáis. Y espero que este capitulo os haya gustado mucho y os haya sacado una sonrisa :b

Un besazo y un saludo de parte de Pink Jeans

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