Poesía y pipas

vuelve

He dejado la luz de la entrada encendida,

por si acaso se te ha olvidado el camino de vuelta a casa.

Encima de la mesilla sigue tu dorado,

junto a nuestra foto,

esa foto que tanto me rogaste hacer,

esa foto que tanto me encanta.

Hay una bolsa de pipas por algún rincón de la casa,

pero no la encuentro,

el pequeño desastre que era ha aumentado con tu marcha.

Me he acostado,

pero no puedo dormir,

la cama está fría sin ti,

y aun conserva tu olor,

JODER CON TU OLOR.

Echo de menos que me despiertes a besos,

para luego chocar tu cuerpo con el mío

y hacer el amor hasta quedarnos secos.

Del polvo nacemos y en polvo nos convertimos,

y qué bien se nos daba desgastarnos a base de polvos,

y qué bien se nos daba quedarnos dormidos juntos,

saltarnos las normas,

escondernos a pesar de que todos lo sabían,

pero es que a escondidas todo tiene otro sabor.

Vuelve,

llévate todo lo que dejaste,

borra las marcas de tus uñas,

las de tus dientes,

las que dejaron tus dedos recorriendo mi columna.

Hace frío, y sin tu cuerpo ya no puedo entrar en calor,

ya no,

no sin ti.

Vuelve,

dime que vamos a largarnos a comprar tabaco,

que nunca vamos a volver a esta puta ciudad,

que nos vamos a recorrer Madrid de la mano,

o qué cojones,

no me importa el lugar,

me importa estar a tu lado.

Abrázame y no te vayas,

quédate a dormir a mi lado,

dame tus buenos días,

yo haré que tus noches sean las mejores.

Creemos una historia,

las mil y una noches

(a tu lado),

suena bien,

como tus gemidos en mi oído,

hay que ver como los echo de menos,

como te echo de menos a ti entero,

con tus más y tus menos,

con tus idas y venidas,

con tus pros y contras,

con tus celos y riñas,

con tu puta perfecta sonrisa de niño,

y esa mirada que me roba el aliento.

Ojalá esto sea solo un sueño,

un mal sueño,

la peor de las pesadillas,

y que mañana me despierte a tu lado

y hagamos el amor hasta que los vecinos se quejen del ruido.

Ojalá esto sólo sea un mal sueño,

y mañana

(y siempre)

estés a mi lado,

para recordarme que todo irá bien,

para robarme el aliento,

para decirme que te pida todo aquello que quiero,

y que tú, sin rechistar, lo hagas,

para hacer de mis descabelladas ideas,

el más bonito de los planes,

para hacerme sonreír mordiendo mi sonrisa,

para enseñarnos el uno al otro a querer y ser queridos,

para follar sin más descanso que un cigarro y un poco de chocolate,

para volver a vivir

a tu lado.

Vuelve,

pero que esta vez,

sea para quedarte.