crimen imperfecto.

14 3 0
                                    

Me desarmaste y rompiste mi armadura,

me dejaste sola y herida de muerte.

Tiraste a mis demonios por un precipicio, para que ellos volviesen más fuertes y me tirasen a mí.

Rompiste todos mis esquemas,

dejándome desnuda de cuerpo y alma en alguna parte de esa habitación.

Me utilizaste.

Ahogaste mi sonrisa en un mar de dudas,

asfixiaste mi fuerza con el humo de aquel verde.

Me destrozaste.

Apagaste mis ganas de revolución como si fueras una cadena televisiva censurada.

Me arropaste con miedo,

reviviste mi dolor.

Me mataste.

Y aún así, quiero que vuelvas,

porque todo asesino que se precie vuelve al lugar del crimen.

Poesía y pipasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora