Y de repente, el cúmulo de cosas se hace tan insostenible que ya no puedes más. Te ahogas, te hundes, te caes, y no hay ninguna luz que alumbre tu camino.
Miras atrás, recuerdas esos momentos en los que tenías puesta tu eterna sonrisa, y te preguntas cómo has podido acabar así, todo son porqués, y ninguno de ellos parece tener respuesta, pero lo más jodido es que sabes que la culpa es tuya, y que ya no hay forma de volver a ser lo que eras antes.
Te conoces el rollo de caer y levantarse, y sí, está muy bien, siempre y cuando te queden fuerzas, claro, pero joder, acabas pensando "¡qué agusto se está en el fondo!", y es que uno termina por acostumbrarse a estar de mierda hasta el cuello.
Pasan los días y todos son iguales, ya no duermes, ya no comes, ya no eres... es como si no vivieses, tu corazón está hecho añicos, tu alma rota en millones de pedazos, y tus ojos ya no muestran más que vacío. Respiras, sólo respiras.
Y vuelven a tu mente aquellas descabelladas ideas de irte y no volver, de escapar, de empezar de cero, hasta que te das cuenta de que tu mayor problema eres tú, y nunca podrás librarte de ti mismo.
Bienvenidos a mi mundo, un mundo donde no todos los caminos llevan a Roma, no, sino que ninguno de ellos tiene salida.
Un mundo en el que la palabra "libertad" fue tachada del diccionario y arrancada de las bocas de aquellos que osaban pronunciarla.
Un mundo donde la felicidad se basa en las pequeñas cosas, pero es algo que jamás logras sentir completamente.
Un mundo gris, oscuro, lacónico.
Un mundo triste.
Bienvenidos a mi mundo, a mi dulce introducción al caos.
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Poesía y pipas
PoetryBienvenidos a lo más profundo de la jaula de grillos que es mi mente. Pasen y vean, soy un todo un desastre.