A prueba de balas.

35 4 0
                                    

Y qué razón tenías cuando me decías que no estaba a prueba de balas,


qué razón tenías cuando me reñías por hacerme la dura cuando lo único que quería era llorar,


pero cuánta razón te faltaba cuando me asegurabas que todo lo malo pasa,


que nunca llueve eternamente,


que la tormenta siempre tiene un fin.


Porque joder, tus brazos eran el mejor lugar donde olvidarme del mundo,


y tu cuerpo el mejor refugio posible ante el caos de mi vida.


Sabes de sobra que nunca he tenido nada claro,


que soy más de impulsos que de pensar,


más de demostrar las cosas que de decir "te quiero",


más de correr bajo la lluvia que de esconderme,


más de afrontar las cosas cuando vienen que de dejarme morir,


más de ver pros, donde sólo hay contras,


más de buscarle la cara buena a la moneda,


más de buscar luz, cuando sólo hay oscuridad.


Y ahora dime, ¿de qué cojones me ha servido eso?


El vacío aumenta,


la soledad me ciega,


la risa falta,


las lágrimas no cesan.


Y aquí me tienes,


recurriendo a todas aquellas cosas que prometí dejar,


para poder salir a flote.


Me sobran motivos para tirarlo todo por la borda,


y sin embargo continúo aferrándome incluso a un clavo ardiendo para que todo siga su cauce normal.



Poesía y pipasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora