capitulo 23

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(Flashback)

No sería capaz de describir lo que mi amigo me hacía sentir cuando nos besábamos. Me olvidaba de todo lo que me rodeaba y me centraba en él, en sus suaves y dulces labios.

Esta vez todo era diferente, las anteriores veces, cuando le había besado mi mente se olvidaba de que a quien besaba era a zee. Pero ahora sabía que era él. Y me daba igual. Era totalmente consciente de que en aquel mismo momento, le estaba poniendo los cuernos a orn, y también era consciente de que me gustaba besar a mi amigo.

Zee colocó sus manos sobre mis muslos y las fue subiendo hasta llegar a mi cadera. En cuanto llegó me rodeó por la cintura y me atrajo más hacia él. Mis manos soltaron su cara para bajar por su cuello y apoyar los brazos sobre sus hombros. Tuvimos que separarnos para poder coger aire. Respiré entrecortadamente. Mi corazón iba a mil por hora. Nuestras miradas se encontraron. Me sentí hipnotizado por sus ojos ... que me transmitían frío. Zee acercó su cabeza a la mía, incluso parecía que quería oler mi pelo. Cerré los ojos. La siguiente parada de los labios de zee era mi cuello. Se me puso la piel de gallina. zee comenzó a besarme el cuello lentamente.

-¿Por qué estamos haciendo esto?- susurré.

zee me ignoró. Subió hasta llegar a mi oreja, la cual también besó por la parte trasera. Mi cuerpo se estremeció por una pequeña oleada de placer que me produjo el sentir los labios de zee por aquella zona. Una vez leí que las orejas eran una parte erógena del cuerpo humano, ahora entendía porque. Agarré la cabeza de zee con ambas manos y emití y pequeño gemido.

-zee... - suspiré su nombre.

Zee parecía no querer parar. Ya me habían besado antes en el cuello, pero no de aquella manera. Se notaba que mi amigo había practicado mucho con diferentes chicas. No pude resistirme a gemir. De verdad que aquello sentaba bien...

Abrí lentamente los ojos y lo primero que vi fue a Desdentado que nos miraba desde el suelo. Este giró la cabeza aturdido y maulló.

-zee... Desdentado nos...- no pude seguir hablando por culpa de otro gemido que me salió de forma involuntaria.

zee se separó de mí lentamente y clavó la vista en Desdentado.

-No le cuentes a nadie esto Desdentado- le dijo zee divertido al gato.

zee me volvió a mirar sonriente.

-¿Qué? ¿Te ha gustado? - me preguntó.
Me puse rojo como un tomate en el acto.

-Bueno... - dije.

-Venga... No vale decirme que no. Estabas gimiendo.

Me puse incluso más rojo. Miré hacia otro lado de la vergüenza. zee se empezó a reír.

-Eh - zee me agarró de la barbilla y me volvió a girar la cabeza para que le mirara - No tengas vergüenza.

-¿Pero cómo has...?

zee me miró impaciente de que terminara la frase.

-¿Como cojones consigues...? - no podía terminarla, me estaba muriendo de la vergüenza.

-Truquitos que he ido aprendiendo. Un beso en el cuello puede ser mucho más de lo que la gente se espera. Podría incluso hacer que tuvieras un orgasmo con tan solo besarte en cuello.

No supe qué decir ¿Cómo pretendía que le contestara a eso?

- Ya sabes. Me he liado con muchas tias. Lo raro es que nunca he llegado muy lejos con ellas... salvo con una.

Una... ¿Estaba hablando de cuando perdió la virginidad?

-¿Una...? - pregunté.

-Sí. Una. Mi primera vez.

Obviamente estaba claro que hablaba de cuando perdió la virginidad.

- Y ¿Sabes? A ella, la conoces igual de bien que yo - continuó- La ves y hablas con ella prácticamente todos los días.

Le miré muy extrañado ¿La conocía? ¿hwahwa? ¿Mi novia? Esperaba que no fuese mi novia...

-sammy- dijo zee sin ni siquiera esperar a que le preguntara.

-¿¿sammy!? Pero si es... ¡Lesbiana!

-Sí, lo sé. Por eso mismo. Ya sabes que antes de que sammy confesara su homosexualidad ella ya me lo había dicho a mí, y que yo tambien se lo había contado a ella. Pues la cosa es, que los dos andábamos muy perdidos. Entonces un día quedamos para comprobar si de verdad los dos éramos homosexuales. Para aquel entonces teníamos 14 años... Que locura -zee sacudió la cabeza - Obviamente aquello no funcionó. Éramos demasiado pequeños, y yo estaba demasiado pillado por ti como para olvidarte tan fácilmente. Por eso decidimos olvidarlo los dos, y yo me lo callé.

Así que sammy... Pensaba que sammy nunca sería capaz de acostarse con un chico.

-Pero no le digas nada a sammy, eh. Me mataría...

-No, tranquilo.

-Pero bueno, no habíamos quedado para hablar de sammy y yo. Sino de ti y de mí.

Tragué saliva. No me sentía muy cómodo hablando con zee sobre nuestra extraña relación.

-¿Que va a pasar con nosotros, saint?- preguntó zee.

-No lo sé...

zee se rió.

-Yo quería arreglarlo... Pero no puedo - dije.

-¿Porque no?

-Por qué me gustas... Y cada vez que te tengo cerca te quiero besar. Y así nunca arreglaremos nada.

-Definitivamente no - se rió zee - Pero sí podemos hacer como si lo hubiéramos arreglado.

Miré a zee algo confundido.

-A mi ahora también me resulta difícil, sobre todo después de decirme que te gusto. Y algo me dice que esto no tiene arreglo... - dijo.

-¿Qué sugieres?

-Mentir.

-¿Mentir?

-Sí. Lo que estado haciendo yo todo este tiempo. Los demás no tienen porque saberlo, ni siquiera sammy. Le diremos que esto ha acabado, que solo somos amigos, nada más.

-Pero no hemos arreglado nada...

-Ahí está la gracia de mentir. Que no es verdad - zee me agarró las manos - saint, ambos sabemos que no podemos arreglarlo. Que hagamos lo que hagamos seguiremos igual. Si tu me gustas y yo te gusto... Será mi secreto, y el tuyo. Nuestro secreto. Y... El de tu gato claramente.

Miré a Desdentado que seguía en el suelo y después me reí.

-Se que te puede resultar difícil por lo de orn... Pero si no lo podemos arreglar ¿Que vamos ha hacer? ¿Contárselo a los demás? No creo que sea muy buena idea- dijo zee

-Yo... bueno. Me parece que está un poco mal...

-Sí. Yo también lo sé ... ¿Pero qué otra idea se te ocurre? Si no podemos hacer otra cosa... Si quedamos y nos acabamos besando no hay remedio.

-Ya... ¿Pero entonces qué seríamos? ¿Amigos con derecho?

- Si no conseguimos parar con esto pues, eso parece - contestó zee. La verdad es que tenía razón - Bueno ¿Qué dices? ¿Amigos con derecho?

Me lo pensé durante unos segundos ¿Pero qué otra cosa podía elegir? Cogí a zee de la camiseta y le tiré para poder volver a besarle. Estábamos solos en mi casa. Y si el resto de las veces también lo hacíamos a escondidas ¿Quién se iba a enterar? zee se separó de mí.

-¿Eso es un sí?

Me reí.

- Me sienta fatal hacer todo esto. Nunca he sido de los que mienten, ni tampoco de los que ponen los cuernos a su novia... Pero no puedo evitarlo - hice una pequeña pausa - zee. Sí quiero estar contigo. Aunque quiero que sepas que no lo hago muy agusto. No me gusta mentir.

-Genial. Entonces...

zee me miró con picardía ¿Qué iba a hacer? Se acercó a mí y comenzó a besarme el cuello de nuevo. Se separó unos centímetros de mí para decir algo:

- Voy ha hacer que tengas el orgasmo más extraño de tu vida - susurró.
zee continuó besándome el cuello de aquella manera tan excitante... Me puse muy nervioso.

-¡¿Qué?! No, no... espera ¡Para! Desdentado sigue... Aaaaahííííííí.

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