capitulo 34

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De camino a casa iba recordando los que había pasado hace tan solo 15 minutos atrás:

-Aaaaaaah... dios - gemí.

zee no paraba, movía la cabeza de arriba abajo haciendo que suspirara de placer. Sentía su boca caliente y húmeda envolver todo mi miembro. Era la primera vez que me hacían algo así, y la verdad es que no estaba nada mal. Aquella sensación de que algo se acechaba invadió todo el cuerpo. Debía avisar a zee.

-zee, aah... Me... me... corro...- traté de decir.

zee aceleró la velocidad. No entendía porque quería saber a qué sabía aquello. A mi me parecía asqueroso de tan solo pensarlo. Agarré con fuerza la almohada con la punta de mis dedos y cerré los ojos, no podía contenerme más. De repente de mi boca salió un gemido, que más que gemido era un grito que debió de oírse por toda la casa. Por lo menos en aquel sábado por la tarde no había nadie en la casa de zee.

Mi miembro comenzó a soltar todo aquel líquido espeso que mi amigo tantas ganas tenía de probar. Mis piernas temblaban mientras expulsaba todo lo que tenía dentro mientras gritaba. Cuando ya paré de vaciarme miré a zee, este levantó la cabeza con la boca hinchada, y también con la cara manchada. Lo miré con las mejillas ruborizadas esperando a ver que hacía. zee vaciló durante unos segundos, y después hizo un esfuerzo en tragarlo. Pareció no tener ningún problema en hacerlo, pero y después agitó la cabeza cerrando los ojos muy fuerte como si acabara de morder una rodaja de limón.

- ¿Y bien? - dije mientras trataba de recuperar aire.

-Es como viscoso y eso daba algo de asco, pero de sabor es algo peculiar... Un poco difícil de describir, aunque sabía como a...- zee cogió con la punta del dedo un gota de semen que tenía en su mejilla y se la llevó a la boca para volver a saborearlo - Tiene un toque dulce.

-¿Dulce?

Zee me explicó que una vez leyó en una página de internet que cuando un chico comía muchas frutas y verduras el semen sabía suave, cuando el chico era fumador sabía amargo, cuando comía carbohidratos sabía dulce y cuando comía mucha grasa sabía ácido.

-Me alegro de que no fumes - dijo zee sonriendo - ¿Qué comiste ayer? ¿Y hoy?

Me sonaba a cuento chino todo aquello ¿Cómo iba a saber mi semen diferente depende de lo que comiera? Sonaba absurdo. Aunque en parte, por razones de los nutrientes de la comida que pasaban a la sangre y a los demás líquidos del cuerpo...tenía algo de sentido.

Intenté pensar en otra cosa, dentro de poco cenaría y no me apetecía ver en mi mente la imagen de zee tragando semen. Subí el volumen de los auriculares para sumergirme más en la música mientras andaba. This is war de Thirty Seconds To Mars empezó a sonar. A zee le gustaba Thirty Seconds To Mars... zee me recordaba a lo que acababa de pasar. Tuve que cambiar de canción.

Finalmente después de 7 minutos andando llegué a mi casa. Miré la hora en el móvil. Las 9:16 PM. Era muy pronto para volver un sábado a casa. Busqué las llaves que se suponía que tendrían que estar en mis bolsillos ¿Y mis llaves? No las encontraba. Debía haberlas dejado en casa. Toqué el timbre. Después de un rato esperando la puerta se abrió.

-saint- dijo mi padre como saludo mirándome serio.

-padre - le imité.

Mi padre se había quedado quieto delante mio impidiendo el paso. Seguía enfadado con él, y él seguramente también lo seguía conmigo. Y eso que ya habían pasado unas semanas. Pero desde la pelea que tuvimos ya no nos mirabamos igual.

-¿Me dejas pasar? - dije poniéndome de mal humor al ver que no se movía.

Mi padre se quitó lentamente dejándole vía libre para entrar en casa. Pase a su lado y este me dedicó una sonrisa. Nunca había visto una sonrisa tan falsa. Ignoré a mi padre y entre hacia dentro. Entonces oí la voz de mi madre. Estaba hablando con alguien. Después oí una risa, pero no era de de mi madre. Estaba con alguien. Me dirigí a la cocina de donde procedían las voces.

-¡saint! - dijo mi madre feliz de verme - Le estaba contando a tu novia
anécdotas de cuando eras pequeño.

¿Qué hacía orn en mi casa?

-Sí - dijo orn - Me ha gustado la de que te chocaste contra un espejo porque pensabas que tu reflejo era otra persona y...

-¿¡Qué!? - exclamé - ¡Mama!

Orn y mi madre se empezaron a reír.

-No tiene gracia ¿Por qué se lo has contado?

-Solo pasamos el rato - contestó mi madre -Como veíamos que no venías pues nos hemos puesto ha hablar sobre ti.

-Pues ya he llegado ¿Podéis dejar de hablar de mí? Por favor.

-Claro cariño. Continúa la conversación con orn. Yo voy a darme una ducha antes de cenar - dijo mi madre levantándose de la mesa y estirando los brazos hacia arriba

-Gracias - suspiré.

orn también se levantó de la mesa y me dio un beso en la mejilla.

-¿Subimos a tu cuarto?- preguntó.

-Vale.

Subimos las escaleras al segundo piso y los dos entramos a la habitación. Aun me seguía preguntando qué hacía orn en mi casa a estas horas. Me giré para mirarla. Ella me sonreía.

-¿Qué hacías en mi casa hablando con mi madre?- pregunté.

-Pasaba por aquí... Y me paré a saludar. Tu madre es muy divertida.

-Sí, sobre todo cuando se ríe de mí - dije irónicamente - ¿Tú no te habías ido de compras con hwahwa?

-Sí. Pero ya he vuelto. Pase por casa a dejar las bolsas y se me ocurrió la idea de venir a saludar a tus padres. También esperaba encontrarte en casa, pero ya he visto que no estabas ¿A donde has ido?

-Eh... Estaba con zee y... Sus hermanas - dije para que no supiera que zee y yo no habíamos estado solos.

No sabía porque no quería que supiera que había estado a solas con él si se suponía que orn no sabía nada. Pero en parte yo tampoco quería recordar lo que había pasado ahora que tenía a orn delante, Así que ¿Por qué no pensar que había estado con Vianey y Andrea?

- Ah, bien - dijo orn.

orn se acercó a mí que me encontraba a tan solo un metro y apoyó sus brazos sobre mis hombros y acercando su cara a mi cuello.

-Hacía mucho que no estábamos solos en una habitación - me susurró al oído.

Me reí nervioso. orn me comenzó a besar suavemente. Por un momento me alegré de no haber sido quien tragaba semen hace unos minutos. Me preguntaba como estaría zee... Si yo fuera él me lavaría los dientes más de una vez después de eso... ¿Pero en qué estaba pensando? Me estaba liando con mi novia mientras pensaba en zee y... ¡No! Mi mente se reía de mí recordándomelo una y otra vez.
orn se separó de mí y me cogió de la mano. Tiró de mi mano llevándome a la cama. "No, ahora no por favor" Pensé. Mi novia hizo que me sentara en la cama y esta se me puso encima sentada sobre mí. Tuve que agarrarla por la cadera para que no se cayera hacia atrás. Me volvió a besar.

Me sentía incomodo. orn bajo sus manos desde mi hombros pasándolas por mi pecho y comenzó a mover un poco su cadera, como si quisiera excitarme. Pero no estaba consiguiendo nada. Era la primera vez que no me excitaba con mi novia invitandome a tener sexo.

-orn...Mis padres están en casa - dije como excusa para que parara.

-Más divertido - contestó ella empujándome hacia ella para darme otro beso.

Más divertido... Esta situación hizo que me acordara de lo que pasó en los vestuarios del instituto. De solo pensarlo me empecé a calentar. Me deje llevar por unos minutos, pero de lo que no me daba cuenta era de me estaba imaginando que quien estaba encima mío era zee. De repente desperté y volvía a la realidad. orn se estaba soltando los botones de la camisa. No quería seguir, no podía hacerlo pensando en zee, orn notó mi cambio de actitud. Me estaba separando de sus besos. orn dejo de besarme y me miró aturdida.

-¿Te encuentras bien saint? - preguntó preocupada.

-Eh, sí... Solo es que... No me encuentro cómodo.

orn miró hacía abajo entristecida y se quitó de encima mio. Se sentó al lado mio en la cama mientras se ataba los botones.

-Lo... lo siento - dije pensando que igual le había molestado mi rechazo.

-No, tranquilo. Lo entiendo...

¿Lo entiende? A qué se refería?

-Sé que lo sabes - dijo orn después de unos segundos.

-Saber... ¿El qué?

Orn  respiró profundamente y miró al suelo.

-Debes de odiarme ahora mismo... - hizo una pausa. Me quedé mudo esperando a que dijera algo - Tenía miedo. Me gustabas mucho y no quería que me rechazaras por aquel entonces...

No entendía nada... La miré esperando a que siguiera hablando.

-¡Lo siento! - repitió orn - Es verdad, me fijé sammy. Siempre estuvo ahí a mi lado y yo la quería demasiado. Fui una niña tonta curiosa por saber cómo era besar a alguien, y más aún a mi mejor amiga. Y cuando descubrí que era yo quien le gustaba a sammy quise... probar. Supongo... Soy una novia horrible....

orn hundió la cara entre sus manos. "No más que yo" Pensé. La miré entristecido. Ahora entendía porque no me tenía que haber alterado en la casa de zee

-orn... Tranquila. No estoy enfadado.

-Ah... ¿No?- dijo levantando la cabeza.

-No. Todo eso pasó hace dos años y yo ni siquiera era tu novio. Tenías derecho ha hacer lo que quisieras. Y entiendo que no me lo contaras.

Orn  me sonrió.

-Gracias por entenderlo saint. Te prometo que no volveré a ocultarte nada.

-Confio en ti, orn - dije cogiéndole de las manos y le di un pico en los labios.

"Pero tú no deberías confiar en mí..." Añadí en mi mente.

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