capítulo 54

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"Te quiero" ¿Como una frase tan simple podía parecer tan falsa como real? A veces no sabía qué pensar cuando me lo decian. Sobre todo si lo que la otra persona intentaba con decírmelo era que perdiera vergüenza. Sonreí. ¿Por qué zee era tan estúpido?

Por muy mal que me lo hiciera pasar, no podía enfadarme con él. Me daba vergüenza lo que quería conseguir zee, pero a la vez, me hacía sonreír como un estúpido cuando lo pensaba más tarde. O así era como volvía a casa. Escuchando música con los cascos y pensando en zee.

Llegué a casa a las diez de la noche. Y llegaba realmente de buen humor. Era genial el llegar a casa sin esperarte a tu padre allí mirándome con odio mientras te pregunta dónde habías estado.

-¡He vuelto! -anuncié según entré a casa.

Tras cerrar la puerta me encontré con la mirada de mi madre desde el sofá. Una mirada simple, sin sentimiento. Le sonreí alegre.

-saint -dijo mi madre - Ven aquí. Siéntate.

Cuando dijo eso se me quitó la sonrisa de la cara. Preocupado hice caso a mi madre y me senté en el sofá junto a ella.

-¿Qué pasa?

Mi madre suspiró antes de empezar ha hablar.

-¡Qué te crees que estás haciendo! - susurró alterada.

-¿Qué...?

Mi madre miró a todos los lados para asegurarse de que mi padre no andaba por allí.

-Explicamelo. ¡Ahora!

- Ah, eh...

-¿Has roto con orn si o no?

-Sí... - respondí.

-¿¡Entonces por que antes os he visto besuqueando en el sofá!?

Me quedé callado sin saber qué decir. Había olvidado que le debía una explicación a mi madre

-¿A qué estás jugando saint? - preguntó mi madre. Parecía enfadada, pero aún así hablaba bajito para que mi padre no nos oyera.

-Simplemente le hago feliz a papá - me limité a contestar.

-¿Y zee?

-zee me ha dejado hacer esto.

Mi madre agachó la cabeza y se pasó la mano por el pelo mientras decía algo que yo no oí.

-¿Qué? - pregunté confuso.

-¡saint! ¿No te das cuenta? ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Piensalo un poco aunque sea! - dijo enfadada - ¿Que te piensas que vas a conseguir con esto? No tiene lógica. ¡Termina con esto! ¡Ya!

Me quedé algo sorprendido ante la reacción de mi madre.

-Solo estoy fingiendo que aún sigo con orn - dije.

-Pues deja de hacerlo.

-¿Por qué? ¿Qué hay de malo? ¿No dijiste que me ayudarías con fingir que aún seguía con orn? Me dijiste que si ¿No?

-Una cosa es dar por hecho que si estáis juntos. Y otra cosa es demostrarlo, lo cual es mentir - mi madre cogió aire profundamente y después lo soltó - Creo que no eres consciente de lo que estás haciendo... Que yo le de a entender a tu padre que estáis saliendo es diferente. Porque puedo suponerlo y puede que sea mentira, por lo cual tu padre puede creerse que si estáis juntos aunque sea mentira y sin confirmarlo. Pero si actuas delante de él, le estas mintiendo.

-¿Y qué más da si le miento? Además le estoy haciendo un favor. Así no soy la deshonra de la familia...

-Sigues sin entenderlo... No es cuestión de hacerle feliz a tu padre. ¡Es cuestion de que lo descubra! saint... Como tu padre se entere de lo que estás haciendo...

-No lo hará.

-No estés tan seguro.

-Pues lo estoy.

-saint... Si de verdad quieres mantener una relación con zee, poco a poco todo el mundo se enterara. Y llegará un momento en el que ya no puedas ocultarlo... Si vas a mentir a tu padre, entonces creo que es mejor que directamente le cuentes la verdad.

Lo pensé durante un segundo. En el fondo sabía que tenía razón. Pero no quería hacerla caso.

-Si no... Ya sabes. Todas las mentiras acaban saliendo a la luz.

Sentí una punzada de dolor dentro de mí. Aquella frase... La miré. Eso fue lo que le dije a zee hace unas semanas...

-Piensalo. Por favor. No te voy a detener. Al fin y al cabo eres tú quien decide lo que hace. Pero, piensalo. De verdad.

Me quedé mudo. No sabía qué decir. Simplemente me levanté del sofá y me diriji a las escaleras para subir a mi cuarto. Necesitaba meditar. Necesitaba estar solo por un rato. Entre a mi habitación y me tumbe en la cama. Desdentado enseguida se tumbó a mi lado.

No. No iba a detenerme. No podía contarle la verdad a mi padre por qué temía lo que pasara. Además se vivía mejor con un padre feliz bajo el mismo techo. Si llegara el momento en el que mi padre descubriera la verdad, entonces, junto a zee, me defendería y no permitiría que me impidiera estar con la persona a la que quería. Hasta entonces. Pensaba no preocuparme lo mínimo.

Aquella noche decidí no darle muchas vueltas al asunto para estar tranquilo. Me dormí sin ningún problema, y antes de eso quedé para mañana con hwahwa para ir con ella a la academia de pintura a la cual me habían invitado.

Como preví, me desperté sobre las 9 de la mañana y bajé a desayunar. Mi padres no parecían estar despiertos, así que desayuné, me vestí y dejé una nota en la mesa de la cocina, informándoles a mis padres que había salido.
Salí de casa y me dirigí a la academia de hwahwa. Tuve que coger el metro ya que la academia estaba bastante lejos de mi casa. La academia estaba en el barrio donde vivía hwahwa, lógicamente ya que el local era de sus padres. Para entrar había que tocar un timbre y esperar a que te abrieran la puerta desde dentro. Cuando hice esto, después de un minuto hwahwa me abrió la puerta envuelta en una bata blanca manchada por múltiples colores. Rapunzel sonrió feliz.

-¡Bienvenido! Pasa - dijo.

En cuanto entré, un olor a pintura me llegó. Era agradable. A veces me preguntaba porque yo no me había apuntado a ninguna academia de pintura. Estaba seguro de que lo disfrutaría.

-¡saint! - exclamó Tip según me vió entrar.

Tip era una chica dos años menor que yo, la cual a pesar de casi ni conocerme siempre me saludaba como si así fuera. Ella era de piel oscura y pelo rizado. Según me contó hwahwa una vez, desde que le enseñó un dibujo mio Tip se volvió en mi fan numero uno. Me hacía gracia pensar en ello. No me consideraba tan buen dibujante.
-Hola Tip ¿Qué tal va tu cuadro? - le pregunté recordando su boceto la última vez que vine a la academia.

-¡Muy bien! ¿Quieres verlo?

-Espera Tip - dijo hwahwa - Vamos a darle una bata primero por si acaso

hwahwa cogió una bata que tenía por allí y me la dio. Después fuí a ver el cuadro de Tip. Que como ya imaginaba era increíble. Y mucho menos no lo era el de hwahwa. Siempre me había gustado el arte, y me encantaría aprender a pintar con acuarelas o con óleo. Pero ya había elegido el camino del dibujo técnico, y mis conocimientos de dibujo se limitaban a los lápices y algún que otro utensilio quitando el pincel.

hwahwa me propuso empezar con un simple dibujo a lápiz en una folio grande. No tenía pensado pintar con pincel, ya que aquella academia de pintura no era solo para pintar con pincel, también era para otro tipos de dibujos. Por eso mismo venía a veces. Tenía suerte de ser amigo de hwahwa, ella me solía invitar a venir y me prestaba todo lo necesario.

-¿Y qué vas a pintar? - preguntó Tip a mi lado mirando el folio de A2.

-No lo sé aún... - dije pensativo.

-¿Que tal un retrato?- sugirió hwahwa.

-No lo se...

-¿Un retrato? ¿De quien? ¿Es para alguien? - preguntó Tip - ¡Yo también quiero un dibujo de saint!

-Ya te haré uno en tu cumpleaños - mire a Tip sonriente.

Tip me sonrió emocionada.

-Entonces... - dijo Tip - Pinta algo relacionado con los gustos de esa persona a la que le pintas.

Miré a hwahwa. hwahwa asintió dando a entender que era una buena idea.

-¿Qué le gusta a zee? -pregunté.

-Desde luego, tú - hwahwa se rió.
Miré a hwahwa serio.

-No pienso pintarme a mí mismo.

-¿Le gustas al tal zee? - preguntó Tip aturdida.

-No le gusta solamente. Le encanta - concretó hwahwa.

Tip me miró. No supe qué decir.

-¿Y a ti? -dijo Tip.

-A saint le encanta aun más - respondió hwahwa.

Quise quejarme. Pero entonces me callé de inmediato. Si de verdad quería hacer oficial mi relación con zee debía empezar por admitir que quería a zee.

-¿Eres gay?

Miré a Tip.

-Algo así... - respondí.

Tip se quedó callada, al igual que yo. hwahwa nos miró a los dos sonriente.

-Bueno da igual lo que saint sea. Vamos a centranos. zee... -dijo hwahwa pensativa - Yo siempre le asoció con la nieve porque le gusta mucho y... Los conejos.

hwahwa se rió al decir lo último.

-¿Los conejos? - pregunté aturdido.

-Sí. Es una larga historia... Bueno no es tan larga. Es que en el viaje que hicimos en tercero de secundaria nos llevaron a una granja muy grande ¿Te acuerdas?

Asentí.

-Pues había unos conejos que estaban sueltos por la granja. Y me toco con zee darlos de comer. Recuerdo que había uno gris al que zee le cogió cariño, le puso nombre y todo. El caso es que una mañana se despertó y ese mismo conejo estaba metido en su cama. Al parecer el conejo entró a la casa subió las escaleras y entró a la habitación de zee. Desde aquel día zee se enamoró del conejo y me acuerdo que le dio mucha pena despedirse de él. Y desde entonces yo siempre le recuerdo aquello cada vez que veo conejos por algún lado.

hwahwa se volvió a reír. ¿Comó así nadie me había contado esa historia?

-Entonces... ¿Sugieres que dibuje a zee haciendo un conejo de nieve oh...?

-¡NO! - gritó hwahwa levantando las manos - ¡Ya se!

-¿¡Qué!? - dije asustado.

-Se me acaba de ocurrir una idea genial...

-¿El qué?

-¡Compremosle un conejo a zee! - dijo emocionada.

-¿Qué? ¿Estas loca?

-Sí. Lo está - dijo Tip.

-!No! Lo digo enserio - hwahwa ignoró a Tip completamente - Tu piensalo. ¿No era zee el único que no tenía mascota? Sería gracioso darle una. Y además a zee le gustan los conejos seguro que le gusta.

-¿Seguro que no estas loca?

-Y tú... - hwahwa me señaló - Tú podrías hacerle un dibujo con el conejo gris que le regalemos. Y así el dibujo sería una especie de intro del gran regalo.

-¿Y donde piensas conseguir un conejo?

-Muy fácil. No hace falta comprarlo. Se puede preguntar en granjas de la zona, o puede que haya en los establos de la ciudad. Todo es cuestión de que alguien tenga crías de conejos de las cuales quiera deshacerse. Tu dejame eso a mí. Yo puedo conseguirlo. Tu pinta el dibujo.

hwahwa se dio la vuelta tranquilamente y se acercó a donde estaba pintando su cuadro.

-Esta loca- repitió Tip.

-Sí - respondí.

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