capitulo 67

163 30 3
                                    

¿Era realmente necesario que un centro comercial tuviera que está tan bien diseñado que tenía que tener hasta una fuente? Nunca lo entendí del todo. Sabía que hacía bonito, pero seguía sin tener mucho sentido. Me pregunté a mi mismo si de mayor sería arquitecto de fuentes, que tipo de fuentes haría, y si las haría para centros comerciales.

Me quedé de pié mirando de izquierda a derecha por si veía a natt por algún lado, pero lo único que vi fue a hwahwa revolverle el pelo a mi novio que más tarde se comenzó a recolocar el pelo soltando quejidos. Hwahwa se rió.

—¿Has dicho que natt quería verme?

Me giré para ver a orn ponerse a mi lado.

—Eso parecía — contesté — ¿Sabes por qué?

—¿Por qué?

—Ah, no. Te estoy preguntando haber si tu sabes porque. Yo no lo sé.

Orn se río.

—Pues yo tampoco.

—Somos idiotas — me reí.

Orm me sonrió. Me encantaba nuestra relación de "Amigos que hacen como si nunca pasó nada pero a la vez tienen en cuenta que sí pasó algo". Había momentos en los que éramos simples amigos, había otros en los que éramos ex novios, y también a veces éramos "novios fingidos".

No pasó mucho tiempo hasta que la alegre apareció dando saltos de alegría hacia mí. Y como ya me había imaginado no venía sola.

—¡saint!— natt me abrazó como si no me hubiera visto en años, yo tan solo me limité a devolverle el abrazo. Después se separó de mí para levantar la cabeza y mirar a su alrededor —A ver ¿Dónde está tu amado sexy novio?

En cuanto le vio me dejó para ir a saludar a zee y al resto que se encontraban con él, menos orn que seguía conmigo.

—Hola pareja — dijo la morena que se acababa de acercar a nosotros con más tranquilidad que natt que revoloteaba por allí alegre.

—Hola — noté la voz de orn muy fría. Me puse nervioso.

—Hola fah— traté de sonar lo más amable que pude para quitar la tensión que había en el ambiente.

Fah me sonrió. Después hubo un extraño silencio. Oí a natt y a zee reírse de algo por el fondo. Los miré. Aquellos dos parecían hermanos. Natt me miró.

—¡saint ven aquí — dijo natt.

Antes de dirigirme hacia allí miré a fah y a orn que no decían nada. Pero enseguida orn se acercó a donde day y hwahwa y fah me siguió a donde natt.

—Ponte al lado de tu querido. A ver que yo os vea... — natt me agarró de los hombros y me colocó al lado de zee

Se quedó en silencio mirándonos como si fuéramos un cuadro que trataba de inspeccionar a fondo, o eso era lo que indicaba su expresión de concentración y su mano colocada en la barbilla dando así un aire pensativo. Fah miró a natt y soltó una carcajada.

—¿Qué haces? —preguntó la morena.

—Ven, míralos bien.

Fah nos miró. Yo no estaba muy seguro de cómo reaccionar.

—Darós de la mano — dijo natt

Zee me miró, y tras subir y bajar los hombros me agarró de la mano. Natt se mordió el labio inferior.

—¿No lo ves? — le dijo a fah —¡Son adorables!

—Lo veo, lo veo — se rió fah.

—¡Daros un beso! — nos animó natt

—¿Aquí? ¿Ahora? — pregunté.

—Sí.

Por un momento tuve un déjà vu. Aquello ya lo había vivido antes. Y entonces, me acordé de aquel día en la casa de zee, con sus dos hermanas mirándonos y animándonos a besarnos. Aquello era similar. Solo que las dos niñas eran más mayores.

Miré a zee. Este me devolvió la mirada. Solo era un beso. Total, ya me había liado con zee en las narices de Mew Esto no sería para tanto. Fue él quien se acercó hacia mí y junto nuestros labios dándome así un corto beso.

—¿Ya está? — dijo natt levantando una ceja — Pues me siento algo decepcionada.

Nattcruzó sus brazos a la espera de algo más. Fah se rió.

—¿En serio? — zee suspiró.

Le miré. Estaba rojo. Me encantaba que se pusiera rojo. Sonreí. Era increíble como cambia de forma de ser. La mayoría de las veces era zee el que me hacía sonrojarme a mí, y era yo al que le tocaba pasarlo mal. Pero al parecer, cuando alguien quería vernos como pareja y pedía que nos besáramos, le costaba más que a mí.

Miré a mi alrededor. El supermercado estaba bastante lleno de gente. Que mirara quien quisiera. Zee era mi novio, que pensaran lo que quisieran. Así que tal y como natt quería, agarré a zee de la nuca y me lo acerqué.

—¿saint...?— dijo zee nervioso.

No pudo hacer ningún otro sonido más que un gemido al sentir mi labios pegarse con los suyos de nuevo. Mis dedos se movieron por su nuca acariciando suavemente mientras mi lengua salía en busca de la suya. Natt ahogó una exclamación emocionada al ver la escena. Sentía que zee estaba como una piedra mientras lo besaba, por lo que intenté intensificar el beso y hacer que zee se perdiera conmigo en nuestro mundo. No fue dificil, después de todo, sabía que era lo que volvía loco a zee.

Cuando zee ya no prestaba atención a su alrededor y se centró en mí, después de un rato, al separarme zee pareció no querer por dar finalizado el beso. Pero tan pronto como volvió a la realidad pestañeó unas cuantas veces y me miró atónito. Yo solo me reí.

—¡Retiro lo dicho! — anunció natt — Esto no es decepcionante para nada.

Natt continuó mirándonos maravillada. Pero me di cuenta que de repente había un ambiente incómodo. No por mí. Tampoco por natt. Fah miraba fijamente a zee y zee también le miraba a ella. Entonces fue cuando recordé lo que zee me contó. Cuando fah se acercó a él en la fiesta de Mew... No se como me sentí en ese momento al pensarlo, pero automáticamente, mi mano fue a parar a la de zee y le estrujé con fuerza. Supongo que para tranquilizarlo.

—Bueno... —dije — ¿Y ahora qué?

—No lo sé... Yo ya he cumplido todo lo que quería— natt miró a fah — Puede que alguien más tenga algun asunto pendiente ¿No?

Fah suspiró.

—Me temo que sí — dijo ésta — zee yo... Lo siento por todo. Supongo que saint ya te lo habrá contado todo. Pero necesito disculparme con todos vosotros en persona. Fui una auténtica zorra...

Fah agachó la cabeza arrepentida. Natt le puso la mano en el hombro.

—Tranquila. Seguro que te entenderán — la animó.

Fah volvió a mirar a zee. Zee cambió su cara de una expresión de asombro a un sonrisa.

—Tranquila fah. Te perdono. Y sabemos que el verdadero enemigo es mew

Fah sonrió.


—Además — añadió zee— De alguna manera me hiciste un favor. Y es que si tu no hubieras ayudado a Mew en su tiempo, yo ahora no estaría con saint

—Me hubiera gustado ayudarte de otra manera — fah se rascó la cabeza — No fue un método muy agradable para vosotros que digamos.

—No pasa nada. Lo superamos juntos —zee me miró dedicándome una sonrisa.

Le devolví la sonrisa.

—Bueno de todas maneras, no es con vosotros con los que realmente debería disculparme... Ya sabéis...— la mirada de fah se posó unos metros más allá de nosotros donde orn conversaba con hwahwa y compañía.

—Te ayudaré en convencerla para que te perdone — dije —No tenéis razones para llevaros mal. Eso ella debería tenerlo en cuenta.

—Gracias, pero no hace falta. No te preocupes. Tenía pensado contarle todo desde el principio y lo que realmente pasó en la fiesta de natt — señaló a su amiga — Merece saber la verdad. Tanto ella, como vosotros. Y luego ya... que decida si me quiere perdonar o no.

—Con eso le debería bastar — dije convencido.

—Esperemos que así sea —dijo fah

tu decides Donde viven las historias. Descúbrelo ahora