capitulo 48

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Era una mañana espléndida, o al menos eso me lo parecía a mí. El cielo seguía nublado desde el día anterior y de vez en cuando caía alguna gota de lluvia. Pero el tiempo era lo de menos, lo mejor eran mis ánimos. Después de la tormenta sale el sol ¿No? Pues pensaba volver todo a la normalidad, decirle adiós a la depresión y concederle otra oportunidad a la vida. Estaba claro, iba a perdonar  a sammy y orn. La charla que natt me había dado tenía gran influencia en mí, era el supuesto secreto de la felicidad.

Llegué al instituto. Me hubiera gustado encontrarme con las chicas en el camino, pero al parecer me evitaban pensado que yo no quería saber nada de ellas. Nada más atravesar las vallas del jardín, zee, que me esperaba debajo de un árbol, vino a saludarme.

—A mi madre le gustaría saber cuanto te cuestan los calzoncillos — dije dándole la ropa que me prestó el otro día en una bolsa.

zee sonrió cojiendo la bolsa.

—Algún día te llevaré a la tienda e iremos juntos de compras de calzoncillos.

Me reí. zee me miró aún sonriente. Me podía imaginar lo feliz que le hacía que volvieramos a ser amigos, seguro que le alegraba más a él que a mí. Los ojos de zee estaban clavados en los míos y entonces fue cuando sentí que él deseaba lo mismo que yo, lanzarse en los brazos del otro y besarlo. Pero no lo haríamos.

Tras intercambiar miradas llenas de deseo nos dirigimos a la puerta del instituto. De camino vi asammy y a hwahwa, a unos metros. Sammy  se giró para mirarme aturdida. zee se dirigió hacia ellas y yo le seguí.

—Hola chicas — dijo zee alegre.

—Hola — respondió hwahwa.

Miré a sammy

—Buenos días — le dije.

sammy se quedó callada, me miró y después miró a zee. Zee volvió a sonreír.

—¿saint...?— dijo finalmente sammy volviendo a mirarme.

—No digas nada — le interrumpí — Simplemente borra de tu memoria lo que ha pasado en estos días, como he hecho yo. Hagamos como si nada. Seamos amigos.

—¿Entonces me perdonas?

—Claro que sí — le sonreí.

Sammy me devolvió la sonrisa y después me agarró y me dio un abrazo.

—Lo siento saint, yo...

—¡Sssssh! Calla— me separé de ella — Ni se te ocurra pensarlo. Nunca estuvimos enfadados ¿De acuerdo?

Sammy asintió feliz. El timbre que daba comenzó a las clases sonó.La mañana fue tranquila, las clases normales y ningún asunto del que preocuparse. Aquella normalidad me parecía maravillosa después de haber estado una semana al lado de mi amigo sin hablarlo durante las clases. Estuve pensando en orn. Me imaginaba que sammy le contaría que le había perdonado y ella ya se esperaría que también le perdonaría a ella. Me alegraba muchísimo el perdonarla ya que ahora sería diferente. Hacía muchísimo que a orn no la etiquetaba como "Amiga", ahora que no éramos pareja todo sería diferente, y algo en mi interior decía que orn y yo nos llevaríamos bien como simplemente amigos.

Después de una sesión de aburridísimas matemáticas llegó el recreo. Por fin podía salir junto a zee de clase sin huir de él. Como de costumbre fuimos al baño. Meé, me lavé las, manos y me dispuse a esperar a zee que tenía las manos bajo el chorro de agua. zee se echó jabón, se frotó las manos y se las aclaró, después miró alrededor y volvió a echarse jabón. Lo miré enarcando las cejas. Cuando zee terminó de lavarse las manos por segunda vez se volvió a echar jabón.

—¿Pero que coño haces? — le pregunté
— ¿Te has vuelto un escrupuloso o...?

—Sssh... — se acercó el dedo enjabonado a los labios — Espera.

zee giró la cabeza para mirar detrás suyo a dos chicos. Yo también los miré. No entendía nada. Los chicos iban hacia la salida charlando.

—¡Por fin! — exclamó zee cuando salieron del baño.

Miré a zee que sacudía las manos en el aire para secarlas.

—¿A que ha venido eso?

zee se acercó a mí y colocó las dos manos en mi cuello.

—¡Ay! Tienes las manos mojadas — me quejé.

—Sssh... — repitió zee poniéndome un dedo en los labios — No digas nada.
Parpadeé unas cuantas veces aturdido.

—Pero... — zee no me dejo seguir hablando ya que presionó sus labios contra los míos.

Me quedé algo sorprendido por unos segundos, y luego le intenté responder al beso pero no me dio tiempo ya que antes de cerrar los ojos la puerta del baño ya se estaba abriendo.

Tan rápido como se me había abalanzado, zee me empujó asustado mirando a la puerta. Yo aún no había procesado bien la información de todo lo que acababa de pasar en 2 segundos.

—¡Uy! Lo siento por interrumpir — dijo el moreno que acababa de entrar.

zee suspiró aliviado. El moreno se rió de la reacción de zee. Yo tan solo me quedé quieto y callado.

—¡Te odio maldito! — dijo zee alterado — ¿¡Sabes el susto que me has dado!?

—No es mi culpa, esto es un sitio público. Yo que tú, si tanto quisiera ocultar mi relación con mi amante gay no lo haría en el baño del instituto — sugirió — Además, ya es la segunda vez que os pillo aquí.

—Y la única persona — concreté.
day sonrió.

—sammy me conto saint se está reconciliando con la gente.

—Sí — contesté — No podía más... Tu tenías razón day Bueno, y natt.
day sonrió.

—Me alegro muchísimo.

Day se acercó a nosotros y puso una mano suya sobre mi hombro y la otra mano sobre el hombro de zee. Nos miró a los dos.

—Así que ahora mis mejores amigos son ¿Novios?

zee y yo intercambiamos una mirada.

—¿Sí...? Bueno, no lo sé — zee miró a day y luego me volvió a mirar —No lo hemos hablado.

—Dijimos que éramos amigos ¿No?— dije recordando la conversación del día anterior.

—Uy, claro. Es lo que parece —dayse río — Bueno vamos al recreo, estoy seguro de que orn se muere de ganas de hablar contigo, saint.

Salimos del baño y nos dirigimos al patio. Fuimos a las gradas donde pude ver a orn y a sammy hablando. Me pregunté dónde estaríahwahwa, y entonces la vi en la otra punta de las gradas con Guy y pineare. Había arreglado mi asunto, pero aún había otro pendiente... Tenía que conseguir que hwahwa perdonaraa day, y antes que day se disculpara con Guy.

—Hola chicos — dijo sammy feliz.

—Hola — saludamos nosotros.

Clavé la mirada en orn que me sonreía con tristeza. Estaba llorando, la lágrima que le resbalaba por la mejilla lo delataba ¿Por qué lloraba? La miré preocupado.

—orn... ¿Estás bien?— pregunté.

orn no respondió. Simplemente se levantó, se acercó a mí, me abrazó y sobre mi hombro comenzó a llorar desconsoladamente. No sabía exactamente que hacer, la rodeé con mis brazos y respondí a su abrazo.

—Lo siento mucho saint... Yo...— orn no puedo continuar por las ganas de llorar. Hundió aún más su cabeza contra mi hombro.

—No, no. No lo sientas. Tranquila... — le pasé la mano por el pelo para tranquilizarla. Vi como todos me miraban — No debí enfadarme tanto.

Separé a orn de mi lentamente y la miré a los ojos llenos de lágrimas. Los ojos de una persona que una vez amé.

—Escuchame orn. Tu me engañaste, y yo te engañé, los dos lo hicimos sin querer hacerlo realmente y por razones parecidas. Se que tu sabías que lo que a mi me pasaba era lo mismo que a ti, por eso me diste tiempo para elegir qué hacer. Lo entiendo — hice una pausa — Todo eso ya ha pasado ¿Vale? No quiero recordar los problemas que hemos tenido. Has sido una parte muy importante de mi vida, y aunque ya no vaya a ser lo mismo de antes te voy a seguir queriendo, jamás me arrepentiré de haber sido tu novio. Eres unas de mis mejores amigas. No puedo perderte. Por favor. Olvídate de todo, y seamos amigos ¿Te parece bien?

Orn asintió y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa. sammy sacó un pañuelo del bolsillo y se lo ofreció a orn que lo aceptó enseguida. Se secó las lágrimas y se sentó en las gradas. Yo me senté a su lado.

Los demás también se sentaron. Estuvimos un rato hablando de las clases y así orn empezó a relajarse. Todo volvía a la normalidad. También hablamos sobre lo que habíamos hecho aquella semana. Las chicas me contaron que habían estado intentando ser positivas, y que intentaron animar a zee. Yo les conté también lo que hice. Centrándome en general en la fiesta.
Les conté que hable con fah pero no me centré en eso, ya hablaría algún día de esto con orn a serias para que se acabaran perdonando. También les comenté lo que mi padre pensaba sobre day y yo cosa que le hizo gracia a day.

—Me has recordado a algo... — dijo orn después de contar lo de mi padre.

Todos miramos a orn que ya estaba completamente tranquila. Orn miró un segundo a day, dayfrunció el ceño. Orn volvió a mirarme.

—saint... Ahora que no somos novios, me dejas decirte algo... ¿Pero me prometes que no te enfadarás?

—Vale... — dije aturdido.

—El día que perdimos la virginidad... Solo la perdiste tú...

—¿A qué te refieres?

orn tragó saliva y volvió a mirar a day. Day agitó la cabeza indicándole a orn que se callara.

—Te mentí. Yo ya había perdido la virginidad con alguien antes...

Miré a sammy.

—A mí no me mires — me dijo esta.

Miré a zee.

—A mí menos— zee soltó una carcajada.

Miré a day.

—Eh... bueno — dijo nervioso — Mejor, ya que estas, no mires a nadie ¿No?

—Que fuerte — oí murmurar a zee detras mio.

—Vale. Sí. Mejor no miro a nadie ni pregunto nada— dije mirando al suelo en shock.

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