capitulo 51

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-Ah...Eh... Lo... Lo siento. Yo ya me iba - dijo mi madre nerviosa dándose la vuelta hacia el pasillo - Podéis seguir si queréis.

Y mi madre cerró la puerta. Miré a zee el cual se estaba tapando el torso con la camiseta aun sin poner y estaba rojísimo.

-Mierda... - susurré.

-Lo siento. Ha sido mi culpa - zee bajó la mirada.

Alterado me empecé a atar al pantalón y el cinturón.

-Ay dios ¡Ay dios! La hemos cagado ¿Verdad? Lo siento. Yo...

-zee. Tranquilízate.

-¿Y ahora qué vamos a hacer?

-Tú ponte la camiseta.

-¿Y luego?

-¿No querías que todo el mundo supiera que somos pareja? Pues vamos a hablar con mi madre.

-Pero ¿Y si no lo acepta? ¿Y si se lo cuenta a tu padre? ¿Y si...

-zee - le interrumpí - Relájate. Es mi madre. Y ponte la camiseta, por favor.

zee me miró preocupado y se bajó de la cama para ponerse la camiseta. Esperé a que zee estuviera listo y después me dirigí a la puerta para bajar a buscar a mi madre pero zee me detuvo.

-Espera. ¿Tú crees que se me nota mucho? - zee miró hacia abajo.

Bajé la mirada y me fijé en el enorme bulto que lucía en su pantalón.

-Qué más da eso ahora. Vamos.

Me acerqué a zee para cogerle de la mano y tirar de él. "Gracias a dios que nos había pillado mi madre y no mi padre" Pensé.

Me moría de vergüenza en hablar con mi madre de este tema después de que casi nos pillara a zee y a mi en pleno acto sexual. Pero mejor hablarlo ahora y dejar las cosas claras. En cuanto a mi padre... Le pediría a mi madre que me guardara el secreto por una temporada. Me fiaba de mi madre, sabía que me apoyaría.

- ¿Mamá? - la llamé cuando llegamos a la planta de abajo.

No hubo respuesta. Tirando de zee, me dirigí a la cocina. Estaba nervioso. Al entrar a la cocina vi a mi madre de espaldas a nosotros apoyando las manos en la estantería y mirando unas hojas.

-Mamá...

Mi madre se giró y me sonrió.

-Ah... saint. Y zee. Hola - mi madre soltó una risita nerviosa - ¿Qué tal la tarde?

-Mamá. No hagas como si nada.

-Lo siento - mi madre agachó la cabeza

- Yo solo quería saber si querías algo para comer...

Miré a zee, el cual miraba al suelo avergonzado. Apreté mi mano sobre la suya para que mirara hacia arriba. zee me miró.

-¿Podemos hablar...?- le pregunté.
Nuk  me miró y asintió. Después se sentó en la mesa de la cocina y zee y yo hicimos lo mismo. Era una situación incómoda, pero de todos, seguro que zee era el que más incómodo estaba.

-Supongo que ahora me pedirás que me lo calle y que no se lo cuente a tu padre - dijo nuk rascándose la cabeza.

-¿Tan obvio era? - dije nervioso.

-Un poco...

Nos quedamos todos en silencio. El silencio más incómodo de la historia. Por un momento pensé que nadie iba a hablar. Intenté pensar en algo que decir pero realmente no sabía qué decir. Debía explicarle todo lo que había pasado con orn para que lo entendiera, pero era un tema tan...

-¿Puedo preguntar...? - finalmente mi madre comenzó a decir algo - ¿Lo que tenéis es...? ¿Es algo serio? O... Bueno. Es algo así como... ¿Por diversión?
zee y yo nos intercambiamos una mirada. zee se tapó la cara con las manos. Volví a mirar a mi madre.

-Bueno... Hasta hace poco, solo eramos... Amigos... Amigos no del todo... Era algo así como...

-¡Somos novios! - me interrumpió zee.

Lo miré aturdido. Y entonces entendí que no quería que contara cosas de más.

-Ah... Qué bien. Cómo me alegro - mi madre nos sonrió - ¿Y desde cuando?

-Desde hace poco - dije.

-Desde hace unos minutos - me corrigió zee.

Mi madre soltó una risita y después un largo suspiró.

-Lo siento. De verdad... No quería interrumpir ningún acto de amor...

-No, no... Tranquila - dije incómodo - No íbamos ha hacer nada.

-Cuando he abierto la puerta no parecía que así fuera...

-Tú no has visto nada cuando has abierto la puerta.

-Bueno... Eso se podría discutir. Era obvio que algo iba a pasar.

-Pero tú imagínate que no esta vez.

-¿Esta vez? ¿Lo has hecho antes?

Quise decir que no, pero no me salieron las palabras.

-Eso a ti no te importa - dije finalmente.

-En realidad sí. Es bueno saber con quien anda mi hijo. Pero, eh, tranquilo, si es con zee a mí no me importa. Es un buen chico...

-Sí, sí, vale. No me interesa tu opinión sobre lo que hago con zee.

-¿Así que sí haces cosas?

-¡No hago nada! - dije para evitar hablar sobre ese tema tan incómodo.

¿En qué momento mi madre había pasado de estar incómoda a estar más tranquila? Antes, cuando bajaba las escaleras con zee en busca de mi madre, había estado pensando en que me esperaba una extraña charla. Y ahora al parecer se había tranquilizado bastante. Como si estuviera acostumbrada en encontrarse a su hijo a punto de tener relaciones con otro chico y comentarlo más tarde con él.

-Tú mismo me has dicho que no hiciera como si nada... - dijo mi madre.

-Si pero no hace falta entrar en detalles.

-Bueno. No es nada malo. Solo me llama la atención que mi hijo ya sea activo sexualmente...

-¡Mamá! Por favor, no empeores la situación.

-Lo siento - mi madre se rió - Solo intento ser realista y no hacer incómodo esto.

-Eso es imposible - me quejé.

-No. No lo es. Hablemos con naturalidad- respondió- Ahora que me enterado del secreto de mi hijo, permitidme realizar algunas preguntas.

-Mamá...

-Dejala saint - me interrumpió zee - Tiene razón. Querías hablar con ella ¿No? Pues déjala preguntar.

Miré a zee asombrado.

-Gracias zee. Me estas dando una primera buena impresión como yerno.

zee se puso rojo como un tomate. No pude evitar reírme.

-Vale. Bien... Pregunta lo que quieras.

-Pues... Ahora que lo pienso, siento bastante curiosidad en saber desde cuando sois gays. Osea, de zee no tenía ni idea, pero de mi hijo... - nuk me miró y después se rió - Es verdad que sospeché algo después de tus peleas con tu padre. Pero hace unos meses no me lo hubiera esperado para nada.

-Yo tampoco - contesté.

Mi madre me miró extrañada.

-Pues yo no tuve remedio - dijo zee que parecía haberse tranquilizado también - En realidad nunca me he fijado en ninguna chica por atracción. Todo fue por la culpa de tu hijo. Si no hubiera sido por él no había estado tantos años sufriendo dentro del armario.

-Y si tampoco hubiera sido por mí, no habrías salido - añadí.

-Vaya saint. Así que eres todo un rompecorazones, eh - comentó mi madre.

-Perdona. Pero al que más se le ha roto el corazón ha sido a mí - aclaré.

Los dos me miraron con una cara triste. La de zee me pedía perdón una y otra vez. Y la de mi madre era compasiva. Ella sabía perfectamente que había estado una buena temporada llorando, por razones que ella desconocía.

-Pero ¿Entonces eres gay? - me preguntó nuk.

-No - contesté.

-¿Bisexual?

-No sé.

-¿zeesexual? - dijo zee.

Mi madre se rió.

-Pues iba a sugerir eso - dije.

Los dos me miraron.

- No zeesexual. Quiero decir...- continué - ¿Porque hay necesidad de poner etiquetas? El amor no se debería etiquetar de ninguna manera. Es amor, y punto. De hecho, el amor no se etiqueta, lo que se etiqueta es la atracción sexual. Cosa de la que mucha no se da cuenta. Y yo no estoy con zee porque me atraiga sexualmente. Es porque le quiero. Ya está.

-Entonces ¿No eres zeesexual? - zee me miró haciendo pucheritos.

-Pues antes en la habitación si que parecías zeesexual. Lo tenías incluso agarrado para que no huyera.

-Y eso que no iba a huir-añadió zee.

-¡Mamá cállate! No quiero oírte decir eso. Es muy raro- dije tapándome los oidos

-Bueno. Pues cambiemos de tema - nuk se apoyó con los codos en la mesa pensativa - No sé si será un tema delicado. Y lo siento si lo es... Pero ¿Qué fue de orn?

Me quité las manos de los oídos y suspiré. Sabía que me preguntaría eso.

-Aquella semana deprimente... No lloraba por orn en realidad. Lloraba por él - señalé a zee.

-¿Qué pasó?

-Se aprovechó de mí mientras mi novia me ponía los cuernos con sammy, y encima él lo sabía.

-¿orn es...?- mi madre abrió la boca asombrada.

-Eh ¡No! ¡No! Así haces que yo quede mal - se quejó zee - nuk. Después de haber estado sufriendo por tu hijo durante años, cuando por fin me declaré a él, él fue quien se lanzó a por mí, y me besó. Él también le puso los cuernos a su novia.

-La primera vez fue sin querer. Me diste pena y encima estaba algo borracho.

-¿Y la segunda?

-La segunda... También fue tu culpa.

-Claro. Porque eres zeesexual. Y cada vez que me tienes demasiado cerca te descontrolas. Sino pregúntaselo a la cabina del baño.

-Fuiste tú el que me metió allí y me aplasto contra la pared...

-Eh chicos. Tranquilos - dijo nuk - He preguntado por orn. No por quien de los dos empezó a dar besos.

-Fue él - zee me señaló.

Agarré la mano con la que zee me estaba señalando y se la bajé apoyándola contra la mesa. Miré a mi madre.

-Mamá. Si no te importa... Podrías, por favor. Seguir fingiendo que aun estoy con orn. Por si acaso...

-Claro cariño. No te preocupes. Pondré a salvo la especie de los zeesexuales.

zee se empezó a reír. Apreté la mano de zee lo más fuerte que pude.

-¡Ah! ¡Aaaah! Para ¡Para! Duele - se quejó intentando liberar su mano

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