capitulo 40

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Aquello parecía una mar de lágrimas, literalmente. Jamás me hubiera imaginado a day llorando en mi hombro y yo llorando en el suyo, pero era real, los dos estábamos destrozados. La historia de day me había deprimido aún más, mi grupo de amigos se iba destrozando cada vez más por momentos. Por lo menos aun tenía a day a mi lado. Y los dos compartiamos sufrimientos distintos.Ya nada podía ir peor.

Day cogió otro pañuelo y se sonó los mocos. Ya casi se me había acabado el paquete de los pañuelos. Solo nos faltaba una tarrina de chocolate y una película triste de amor y ya sería la tarde perfecta de depresión.

-Soy un gilipollas...- repitió day por millonésima vez entre lágrimas.

-No, day. No lo eres.

-Sí lo soy.

-No... Tu por lo menos estabas defendiendo a alguien, lo hacías por una razón lógica. Así que más que yo no... A mí me engaña todo el mundo y no me doy cuenta. Soy un puto ciego.

-Pues ya está. El gilipollas y el ciego.

Forcé una sonrisa. Me había hecho gracia el comentario pero no tenía fuerzas para reir. En ese momento solo sabía llorar.

-Haríamos un buen equipo - dijo day con otra sonrisa forzada.

-Totalmente... El equipo de los dolidos- dije mirando al suelo mientras más lágrimas se me comenzaban a formar en los ojos-Es imposible que me hagan más daño.

Noté unas cuantas lágrimas caer de mis ojos. Mi cara ya no se podía mojar más. Llevábamos casi toda la tarde repitiéndonos a nosotros mismos lo desgraciados que éramos. Day me lo había contado todo, y yo igual. Se podría decir que ya no había secretos entre los dos. Incluso le había contado lo del vestuario en gimnasia y mi primera experiencia con el sexo oral.

-Bueno... por lo menos no te puedes culpar de nada.

-Sí. Me culpo a mi mismo por confiar en quien no debía... Ya no puedo confiar en nadie - se me quebró la voz.

-Quizás tampoco puedes confiar en mi. Decepciono a todos.

Miré a day

-Quiero confiar en ti.

Day me sonrió. No pasaron más de 10 minutos hasta que llegaron mis padres. Entonces day se fue y yo traté evitar a mi padre durante el resto del día. Cosa que era fácil ya que mi padre seguía enfadado conmigo y apenas nos hablábamos. Casi ni cené, y también me costó dormirme aunque no tanto como el día anterior, supongo que era cuestión de acostumbrarse a esta situación y me olvidaría de todo.

La semana transcurrió lentamente. zee no se volvió a acercar a mi y tampoco orn ni sammy , algo que agradecí porque no quería volver a acabar llorando en medio de clase. Al parecer a partir de ese día empezaría a estar tan solo con day ya que él no se atrevía a acercarse a hwahwa y tampoco me quería dejar solo yéndose con los demás. Nunca había estrechado lazos con day, quizás este era el momento adecuado.

Cuando llegó el sábado salí a dar una vuelta con day por el centro de la ciudad. Necesitaba tomar un poco el aire, pero no quería ir al parque porque podría encontrarme a zee por allí con más facilidad.

Los ruidos de los coches al pitar y el movimiento de la ciudad rellenaba el silencio que se creaba entre day y yo. Caminábamos sin rumbo por las calles sin decir nada. Yo solo quería intentar olvidarme de todo, pero no era capaz de sacar un tema de conversación sin que acabásemos hablando del tema tabú. Observé la calle en la que nos encontrábamos. Un calle de altos edificios con tiendas por doquier y con una carretera llena de tráfico ¿Por qué vivía aquí? A mí siempre me hubiera encantado vivir en algún lugar apartado de la civilización, rodeado de naturaleza donde podía escapar al bosque para tranquilizarme y darle la espalda a la realidad, justo como un personaje del romanticismo. Respirar aire puro y sentarme a la sombra de los árboles, pintar mis idealizaciones sin que nadie se interpusiera para romperme el corazón. Suspiré. Por desgracia estaba aquí. Junto a mi amigo day, andando en silencio, sin hacer nada realmente eficaz.

-Y bueno... ¿Qué hacemos? – preguntó day haciendo que saliera de mis pensamientos

-No lo sé. Podemos ir a algún sitio.

-¿A donde?

-No lo sé.

Nos volvimos a quedar en silencio. Así no íbamos a llegar a ningún lado, ninguno de los dos parecíamos muy animados a hacer cosas.

-¿Porque no propones tú algo? - le pregunté.

-Tengo hambre - me contestó.

Me reí.

-¿Vamos al centro comercial? Estamos cerca. Podemos ir a la cafetería y comer algo.

-Me parece bien.

-Bien.

Continuamos andando en silencio. Por lo menos ya habíamos decidido hacer algo. Eso ya era un comienzo. Giramos una calle y en 5 minutos llegamos al centro comercial. Era un lugar bastante grande, con muchísimas tiendas, cines, una bolera, restaurantes, cafeterías, zonas para sentarse y charlar... etc. Era el lugar ideal para venir un día lluvioso. Aunque en ese mismo momento no llovía.

Había bastante gente por todas partes, y por un momento pensé que podría encontrarme con alguien conocido por allí. Esperé que esto no pasara. Subimos a la segunda planta donde se encontraba la cafetería donde solíamos ir. No pude evitar recordar las tardes allí con mi ex-novia de compras, o cuando venía con zee a jugar a los bolos. Cosas que posiblemente no se volverían a repetir.

Entramos en la cafetería y nos sentamos en una mesa del fondo. Day pidió una coca-cola y sandwich y yo tan solo pedí un vaso de agua. No tenía nada de hambre, mi estomago aun no había desatado esos nudos en mi interior que no me permitían comer. No tardaron más de cinco minutos en servirnos.

-Oye. Una pregunta. Ya se que igual no quieres hablar del tema pero...-dijo day

-¿Qué?

-En la fiesta de natt ¿No te diste cuenta de que el que estaba ahogando a zee era Guy?

-Pues no...

-Ah... - day mordió un cacho del sándwich y después de tragarlo volvió a hablar - ¿Por qué?

-Pues primero, porque no conocía a Guy del todo, solo de vista. Y segundo pues... - me detuve un segundo para pensar- Me preocupé tanto que ni me dio tiempo a fijarme.

Me quedé callado pensando en zee. Aquel chico del que una vez me preocupé...

-¿Y orn?

-No lo sé. En ese momento no quería prestar atención a nadie menos a zee. No podía vivir sin él. Le quería demasiado... - me quedé melancólico con la vista fija en el vaso de agua.

-Y le sigues queriendo ¿Verdad?

Levanté la cabeza para mirar a day, No estaba seguro de que contestar.

-No - contesté –zee es un idiota

-Oye no es por llevarte la contraria pero... Yo creo que te estás mintiendo a ti mismo saint. Sí, es verdad que zee te ha mentido y todo eso. Pero él te dijo que te quería, y tu sabes que es verdad. Y también sabes que él se arrepiente de todo. Quieres creer que aun no le quieres porque te ha hecho sufrir y piensas que si vuelves con él te hará lo mismo. Tú lo tienes más fácil saint, puedes volver a ser feliz. Tan solo tienes que perdonarle.

-No puedo day. No puedo después de todo...

-Pero tu le quieres.

-No - insistí.

-Sí saint. No te engañes a ti mismo.

-¿Cómo voy a querer a alguien que se ha aprovechado de mí?- dije agobiándome.

-No es por nada. Pero tú también te aprovechaste de él.

Abrí mucho lo ojos ante lo que acababa de oír ¿Yo? ¿Aprovecharme de él? ¿Qué se pensaba day?

-¿Qué? ¡No! - dije enfadado.

-¿Cómo que no? En cuanto descubriste que tu amigo era gay y que estaba enamorado de ti tú mismo te abalanzaste a por él. Él en principio no quería nada contigo. No quería intervenir entre orny tú. Pero no le diste más opciones.

-La primera vez que lo intentamos arreglar no funcionó, sí, es verdad, fue mi culpa - contesté aun enfadado - Pero la segunda vez fue él quien me propuso lo de amigos con derecho. Fue él quien me convenció.

-Y tu aceptaste.

-¡Pero porque me estaba manipulando!

-zee no sería capaz de manipularte así, saint. Cuando te enamoras, te enamoras y punto. Y sí, zee es muy bueno enamorando a las chicas ¿Pero crees que sería capaz de enamorar a su mejor amigo hetero al que tiene novia así como así? No creo que sea tan bueno. Fuiste tú el que se enamoró. zee no hizo nada.

-Se hizo el víctima con todo eso de Mew y... Me dio pena. Por eso lo consiguió.

-Venga, saint. No seas tan tonto.

No dije nada. No quería seguir hablando de eso. day no tenía ni idea de nada.

-¿Te has enfadado? - preguntó day- Enfadarte con más gente no te va a venir muy bien.

-Habló aquí. Él que pone en peligro su relación con su novia porque estaba celoso de un chico. A ti también te hubiera venido bien el no enfadarte. Podrías haber hecho caso a hwahwa¿No?

-No quiero discutir contigo.

Miré a day. Suspiré.

-Yo tampoco. Lo siento...- me disculpé.
Mejor si no perdía a más gente. Day seguía siendo mi amigo y aún podía mantenerlo.

-Supongo que tienes razón... Debí hacer caso ahwahwa. La verdad es que no conozco a Guy, y no sé por lo que está pasando. Y la verdad, parece ser algo malo - day me miró y me sonrió, después le dio otro mordisco al sándwich - ¿Ves? No está tan mal admitir las cosas.

-No pienso decir que me enamoré de zee y que le sigo queriendo.

-Deja de mentirte a ti mismo.

¿Ya estaba con lo mismo otra vez? Estuve a punto de volver a contestarle enfadado cuando un voz muy conocida nos habló a unos metros. Los dos nos giramos a la vez.

-¿saint? ¡Que casualidad! - dijo sonriente.

Miré a day y este se encogió de hombros. Él no la conocía. Miramos los dos a la vez a la chica que nos miraba muy feliz. Aquella mujer parecía vivir sonriendo siempre ¿Cuál era el secreto de su felicidad?

-Hola - saludé algo sorprendido de encontrármela allí.

-Creo que no conozco a tu amigo - dijo cogiendo una silla y sentándose a mi lado.

-Em... Sí. Él esday. Day , ella es natt- los presenté.

-¡Encantada day!- dijo natt dándole la mano a este sin dejar de sonreír.

-¿Qué haces aquí? - pregunté.

-He venido de compras con mi amiga. Estábamos apunto de irnos pero entonces te he visto aquí y me he acercado ¡Tenía ganas de volver a verte!

-Igualmente - dije mirando a day que seguía aún aturdido - nosotros hemos venido a tomar algo, nada más.

-¿Y tu novia? ¿Y zee?

-Eh... - pensé en algo que decir - No han venido. No podían quedar.

-Ah, vaya, que pena ¿Y tenéis algún plan para esta noche?

-No... - dije mirando de nuevo a day.

-¡Genial! ¿Os puedo invitar a mi casa? Iba a traer a algunos amigos. Íbamos a ver alguna peli, charlar, beber algo, bailar, pasar la noche... Algo así como una fiesta de pijamas, pero más divertido ¿Os apuntáis?

-No sé si nuestros padres nos van a dejar.

-No creo que sea tan difícil convencerlos - dijo natt

-Bueno... Mis padres hoy no están en casa - habló day por primera vez desde que natt había aparecido por allí - Supongo que les puedes decir a tus padres que te quedas en mi casa a dormir.

Le miré a day extrañado ¿De verdad le apetecía irse de fiesta ahora?

-¿Y si tus padres se dan cuenta mañana de que no has estado en casa?- le pregunté preocupado de que saliera mal.

-Pues les digo que estaba en la tuya.

Natt nos miró a ambos a la espera de una decisión.day  y yo intercambiamos una mirada. La verdad es que no nos venía nada mal relacionarnos con más gente.

-Claro. Sí. Iremos - contesté.

-¡Guay! - exclamó natt apunto de explotar de felicidad - Venid conmigo. En el coche hay sitio de sobra para todos.

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