Suspiré cuando noté el agua caliente caer sobre mis hombros. Necesitaba aquella ducha, necesitaba relajarme. Mi cabeza aun dolía pero ya me había acostumbrado a aquella sensación de malestar. Serían las 5 y media de la tarde más o menos y yo me acababa de despertar. No había dormido mucho ya que la mayoría del tiempo lo había gastado con mis pensamientos. Aún no sabía si debía aplicar el método de natt para ser feliz o intentar olvidarme de zee.
Salí de la ducha bastante relajado. Me miré al espejo. Seguía aún con cara similar a la de un drogado. Pero decidí que prefería tener aquella cara antes que la de los ojos rojos y la cara mojada de haber llorado. Salí del baño con la toalla alrededor de mi cintura. Me pusé ropa de calle ya que tenía pensado salir a dar un vuelta para despejarme un poco. Cogí el móvil y bajé a la cocina donde estaba mi madre leyendo un periódico.
-¿No sales hoy? -dije haciendo que mi madre levantara la cabeza del periódico.
Ella sonrió
-No creo ¿Que tal estas cariño?
-Bien. No te preocupes-dije cogiendo una manzana del frutero.
Suspiré. No quise preguntarle por mi padre. No quería saber nada acerca de él. Le pegué un mordisco a la manzana. Mi madre no me apartó la vista.
-saint...- dijo mi madre. La miré - Quiero que sepas que puedes confiar en mí. Yo te voy a aceptar seas como seas, siempre lo haré.
La sonreí.
-Gracias mamá. Pero aun no te puedo admitir nada que ya sepa. Porque no se nada. No se quien soy- ella me miró sin entenderme - Me voy a dar una vuelta.
-Está lloviendo.
-Vale. Cogeré un paraguas.
Abandoné la cocina pegándole otro mordisco a la manzana. Cogí un paraguas y la llaves de casa. Me alegré de no encontrarme con mi padre por casa. Pude irme sin ser atosigado a preguntas.
No llovía mucho, eran cuatro gotas que caían de vez en cuando. Me animaba el hecho de que lloviera, el ruido de las gotas de agua al chocar con el suelo hacían que me tranquilizara. Era el típico domingo nublado de lluvia en el que te quedabas en casa o ibas al cine. Se podría decir que era un tiempo algo deprimente, pero a mi al contrario, me hacía sentirme bien. Caminé con el paraguas sin rumbo alguno cuando de repente noté mi móvil vibrar. Me estaban llamando. Miré la pantalla de móvil donde ponía Andy.
-¿Andy? - dije tras descolgar la llamada.
-¡saint! Menos mal que me has cogido -Andrea parecía alterada al otro lado del teléfono -¿Donde estas?
-Ah...Yo... - me quedé algo aturdido - ¿Va todo bien?
-saint ¿Estas con alguien? ¿Donde estas? - volvió a preguntar Andrea.
-Estoy solo en la calle ¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Te necesito. Es zee... Estoy muy preocupada. No le he visto en todo el día. Se ha ido esta mañana y no le he vuelto a ver ¿Sabes donde esta?
-No...
-sammy, orn... Todos me han dicho que no sabe dónde está. Nadie lo sabe. Le he llamado mil veces y no me contesta.
-¿Has ido a buscarle?
-No. Pensé que volvería a casa ¿Se te ocurre dónde podría estar?
-Puede... - pensé - Daré un vuelta por el parque a ver si le veo.
-Vale, muchas gracias - suspiró Andrea algo aliviada - Espero que no haya hecho ninguna locura.
-¿Por qué?
-No lo se... Estaba tan deprimido...
-No digas tonterías Andy. Tu hermano no se va a suicidar.
-Ya bueno... -dijo Andrea - Lo siento por preocuparte.
-No pasa nada. Iré a buscarle.
Andrea me volvió a dar las gracias. Colgué el teléfono. Si me hubieran pedido ir a buscar a zee hace unos días no hubiera ido ni loco, ya que no quería ni verle la cara. Pero ahora... Le había dado muchas vueltas a lo que natt me dijo. Ella tenía razón. No tenía pensado tener algo con zee, pero podíamos ser amigos al menos.
Caminé hacía el parque. Cada vez llovía más. Iba pensando en muchas cosas, y entre una de ellas era como pensaba hablar con zee. Tampoco podía hacer como si nada, me seguía doliendo al pensar lo que me hizo. Pero era obvio que no podía seguir así. "Tengo que pasar página" Me repetía mil y una veces. También iba pensando en mi padre. No sabía si debía preocuparme por él.
Llegué al parque después de un rato. Iba andando tranquilamente sin prisa alguna, estaba seguro de que zee andaba por allí y que no estaba haciendo nada más que observar las gotas de agua bañar la hierba del parque. Me adentré entre los caminos rodeados de árboles. Aquello estaba desierto, no había nadie, salvo algún que otro caracol o babosa que paseaba por la zona. La lluvia fue aumentando poco a poco hasta llegar a un punto en el que tenía mis zapatos y parte del pantalón empapados.
Seguí caminando hacia el corazón del parque entre charcos mientras miraba a todas partes. No veía a zee por ningún lado, pero presentía que estaba cerca. Di unas cuantas vueltas en busca de el desaparecido. Anduve durante 10 minutos sin ver a nadie hasta que a la lejanía vi una silueta vagar por el jardín.
Iba sin paraguas y andaba lentamente. No sabía decir con claridad si era zee o no. Pero tampoco era capaz de nombrar a alguien que se atreviera a andar sin paraguas en pleno chaparrón por el parque que no fuera él. Me acerqué a la silueta misteriosa que a medida que me acercaba distingue más sus rasgos y vestimenta. Esa sudadera azul marina... No fue necesario mirar el color del pelo para saber que era él.
Pareció no darse cuenta de que estaba detrás de él a unos tres metros. Lo observé un poco antes de decir nada. Iba con la cabeza gacha y con la capucha puesta. No parecía que la capucha hiciera nada porque la tenía empapada.
-Vas a pillar un resfriado - dije simplemente.
zee se paró en seco y levantó la cabeza de espaldas a mí. Sabía que era yo el que estaba detrás. zee no se giró en ningún momento, solo se quedó allí, quieto.
-Me da igual - dijo - Hay cosas peores.
-Estoy de acuerdo.
zee se giró para mirarme. Estaba serio. Serio y mojado... Lo miré de arriba abajo. Estaba tan guapo mojado.
-¿Qué haces aquí?
-He venido a buscarte - cuando dije aquello zee me miró asombrado-Tu hermana esta preocupada
La cara de asombro de zee cambió a una de cansancio.
-Quería estar solo - miró al suelo.
Me acerqué más a zee para taparlo con el paraguas.
-¿Te importa que te haga compañía?
zee miró el paraguas y después me miró a mi. Yo le sonreí.
-¿Por qué...?- masculló
-Cuando he salido de casa yo también quería estar solo. Pero me han dicho que habías desaparecido. Y cuando te he encontrado, como tú también estabas solo, me he preguntado porque no estábamos juntos en vez de estar los dos solos andando sin rumbo por ahí.
zee me miraba extrañado. Yo tampoco sabía que estaba haciendo. Hubo un silencio extraño, zee no decía nada, solo me miraba esperando a que dijera algo, y yo no sabía qué decir. Las gotitas contra el paraguas era lo único que se oía. Quizás debía decirle que le daba otra oportunidad, quizás debía dejarle claro que le había perdonado.
-¿Por qué me has buscado? - preguntó finalmente zee.
Me pensé un rato la respuesta. Le iba a decir que me lo había pedido su hermana que estaba preocupada por él, pero no me salió eso.
-Porque me importas.
zee se volvió a quedar callado. Le acababa de decir la verdadera razón de porque le había ido a buscar. Iba a probar el método de natt. Quería ser feliz.
-Pero me odias... -susurró zee.
-No te odio, zee - respiré nervioso - Te quiero.
zee miró al suelo.
-Pero lo que hice...
-zee, me dijiste que te arrepentias.
-Sí -dijo zee y después levantó la cabeza con los ojos llorosos.
-Con eso me basta - le sonreí.
zee no se atrevió a mover ni un músculo. Estaba claro que no entendía porque le había perdonado asi tan derrepente.
-Yo me he dado cuenta que lo que estaba haciendo no merecía la pena - intenté aclararle a zee - Estar enfadado contigo... Puede que lo que me hiciste no me sentara bien. Pero tu me quieres, y yo te quiero ¿Qué sentido tiene estar deprimido todo el rato? No quiero estar el resto de mi vida pensando en el amigo que perdí y llorar cada vez que pensara en él. No. Prefiero arreglarlo, intentar olvidarlo, y volver a ser feliz. La vida es muy corta ¿No? ¿Por qué la iba a malgastar si sabía que mi amigo se arrepentía y que todo podía volver a ser como antes?
Los ojos de zee brillaban por las lágrimas que se le iban formando. Me seguía mirando, quieto.
-zee... Yo se que quieres arreglar esto - continué - Yo se que no quieres seguir así. Te doy la oportunidad de que todo sea como antes. Te perdono zee ¿Me perdonas tu a mí? ¿Me perdonas por ser un estúpido?
-No te tengo que perdonar nada - dijo zee agitando la cabeza.
Sonreí.
-Amigos- le dije ofreciéndole mi mano.
zee miró la mano y después me miró a mi que aun seguía sonriendo. zee se pasó la mano por la cara para quitarse las lágrimas, pero no le sirvió de mucho porque ya tenía la mano mojada. Después sonrió y me dio la mano.
-Amigos- repitió.
Y sacudimos las manos como si fuera un trato. Tras esto nos quedamos callados de nuevos "¿Ahora que?" Pensé. Ya estaba arreglado el asunto, pero aún no me había quedado satisfecho del todo. Nuestras manos seguían unidas y nuestras miradas clavadas en la del otro. Mi sonrisa desapareció poco a poco. Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, y no era por el frío de la calle.
No se que me sucedió por un momento pero solté el paraguas que cayó al suelo. zee miró aturdido el paraguas que se alejó de nosotros unos metros por el aire. Era como si un espíritu se hubiera apoderado de mi. Notaba como la lluvia me iba mojando poco a poco, pero me daba igual.
-Vas a pillar un resfriado - dijo zee bromeando.
Sonreí.
-Me da igual - dije acercándome más a él.
zee no se movió del sitio. Me miró a medida que yo me acercaba todo lo que podía a él. Choqué mi frente con la suya.
-saint ¿Qué haces? - preguntó.
-No lo sé - susurré.
Eso era lo que faltaba. No iba a ser feliz hasta que aquello pasara. Por un segundo mis labios eran los que actuaban antes que mi mente. Sentí un cosquilleo agradable en mi estomago cuando volví a sentir los labios de zee sobre los míos. Solté mi mano de la suya para poder agarrarlo de la nuca. zee me rodeó con sus brazos por la cintura y nos fundimos en un beso.
En cuestión de segundos aquel beso se convirtió en un batalla de lenguas. Sentía que habían pasado siglos desde que no le tenía tan cerca, pero en realidad solo habían sido 5 días.
-Había entendido que "Amigos"- dijo zee cuando me separé de él.
-Más o menos...- contesté riéndome.
zee me sonrió y esta vez fue él quien me empezó a besar de nuevo. Me dejé llevar por un rato pero después abrí los ojos y separé a zee de mí.
-Espera... - dije mirando a mi alrededor- ¿Y el paraguas?
zee miró a todas partes dándose cuenta de que el paraguas había desaparecido. Se empezó a reír.----------------------------------------------------------
Hoy decidí subirles tres capítulos primero para agradecerles el apoyo que esta teniendo esta bella historia y segundo por que es uno de mis capítulos favoritos❤❤❤
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tu decides
Fanfiction(aclaro que esta historia no es mía pero me gustó y quería adaptarla) 😄 😄 😄 😄 😄 😄 😄 Miré resentido a zee -Todas las mentiras acaban saliendo a la luz zee...- dije más tranquilo. Zee suspiró y comenzó a dar vueltas por el baño mientras se pasa...