capitulo 18

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El techo de mi habitación era probablemente lo más interesante que podía observar en aquel momento. Liso y blanco... perfecto para no tener ninguna distracción en mis pensamientos. Tumbado en la cama miraba hacia el techo pensativo. Mis pensamientos se basaban en la conversación que le prometí a sammy que tendría con zee. Intentaba planificar cómo hablaría con él, pero el mayor problema era que ni siquiera me atrevía a llamarle o a enviarle un mensaje para quedar. Resultaba más difícil de lo que imaginaba.

Me levanté un segundo de la cama para alcanzar el móvil que estaba sobre la mesilla de noche. Eran las 6 de la tarde. Debía de hacer algo si quería quedar con zee. Ya era domingo y sería mejor que lo hablara ya con él. Fui a los mensajes con la intención de escribirle uno ya que era lo bastante cobarde como para llamarlo directamente.
Escribí y reescribí el mensaje múltiples veces. No se me ocurría una buena forma de decirle que quedáramos. Si lo ponía así sin más iba a parecer que no pasaba nada, si me enrollaba diciéndole que haber si por favor podíamos quedar iba a quedar como un desesperado... Suspiré. Escribí otro mensaje.

Yo: Hola zee. Creo que deberíamos aclarar algunos asuntos ¿Podemos quedar en el parque dentro de una hora?

Me costaba darle a enviar. No estaba seguro de si era la mejor opción. Vi como Desdentado me observaba desde el suelo.

- ¿Qué? No me mires así. Es más difícil de lo que parece.

Desdentado giró la cabeza sin dejar de mirarme emitiendo un pequeño maullido.

-No sé qué hago hablándole a un gato. Ya es difícil entenderme, como para hacer que me entiendas tú.

Borré el mensaje que iba a enviar a zee y dejé el móvil en la almohada. Desdentado subió a la cama justo a mí y se recostó a mi lado como si quisiera consolarme. Le acaricié.

-Por lo menos tú no me abandonas pequeñín - dije esbozando una pequeña sonrisa.

Volví a mirar al techo. ¿Qué estaba haciendo? Debía quedar con zee por mucho que me costara. Esta vez me dispuse a llamarle para no arrepentirme. Cogí el teléfono decidido y busqué su teléfono en los contactos, pulsé para llamar y... Pi...Pi...Pi... Le estaba llamando. Ya no había vuelta atrás. Respiré hondo pensando bien lo que le iba a decir y... Unos golpecitos en la puerta de mi cuarto hicieron que me sobresaltara colgando la llamada y asustando a Desdentado que cayó de la cama.

- ¿Cariño? ¿Pudo pasar? - oí la voz de mi madre al otro lado.

-Sí... Pasa - dije respirando profundamente.

Mi madre entró en mi habitación con un montón de ropa entre sus manos que dejo sobre mi cama.

-Aquí tienes. Ropa limpita para el nene más guapo de la casa.

-Mamá... - arqueé las cejas molesto.
Mi madre soltó una risotada.

-Es broma bobo. Ya sé que estás hecho todo un hombretón. Por cierto ¿Cuándo será tu boda con orn? Habrá que prepararla ¿No?

Mi madre volvió a reírse. Sabía que estaba bromeando pero la ignoré por completo. No me apetecía contestar sus típicas boberías. Mi madre dejó de reírse en cuanto vio que no estar de humor.

- ¿Cariño qué te pasa? - dijo esta suavizando la voz y sentándose en el borde de la cama - Llevas toda la semana muy raro. No sé si debería preocuparme...

-No mamá estoy bien. Gracias.

- ¿Todo bien con orn?

-Sí, sí. No te preocupes. - contesté para que se fuera ya.

-Bueno, mejor si no insisto - se levantó de inmediato - Recoge la ropa, eh. Y espero que se te pase ya tu rara depresión. Te quiero.

Me lanzó un beso por el aire antes de cerrar la puerta y dejarme solo de nuevo en mi habitación. Giré la cabeza para mirar al teléfono que se encontraba al lado mío en el colchón. ¿Debía volver a llamar? Me lo pensé unas cuantas veces pero alguien se adelantó. Mi móvil comenzó a vibrar.

Nervioso cogí el teléfono con torpeza ansioso de saber quién me llamaba. Y efectivamente era quien yo pensaba que era. Respiré dos veces antes de contestar.

- ¿Sí?

-Em... ¿saint? -dijo una voz que me resultaba extraña después de no haberla oído hace tanto tiempo.

-Qué... ¿Qué quieres? - pregunté nervioso-.

-Más bien ¿Qué quieres tú?
Hubo un silencio incómodo.

-Me habías llamado... - añadió zee

-Ah... sí, lo siento. Es que... yo solo quería hablar contigo ya sabes. Aunque bueno no por aquí... Solo quería... Bueno, pues saber si podíamos quedar y hablar...

Oí un suspiro al otro lado del teléfono. Desdentado se volvió a subir a la cama y se volvió a acomodar al lado mío.

-Yo también había pensado en lo mismo.

-Bien. Supongo... ¿Qué te parece quedar a las 7?

-Jo. Verás es que no puedo. Tengo que quedarme en casa con mis hermanas. Hoy no puedo quedar... Pero podemos hablar otro día.

-A vaya... ¿Y cuándo?

-No se... mañana mismo. En el recreo.

-No creo que el instituto sea el mejor sitio para...

-Ya lo sé -me interrumpió -Pero no tiene por qué vernos Mew. Y quiero aclarar este asunto cuanto antes... por favor...

-Vale... sí. Me parece bien. Entonces mañana ¿no?

-Sí. Bueno, si no te importa...

-No, no me importa. Me parece bien.

-Hasta mañana entonces -se despidió.

-Hasta mañana.

Colgué el teléfono. Aquella breve llamada había sido menos incómoda de lo que me había imaginado. Así que mañana tenía que hablar con él... Por un lado tenía ganas de que todo aquello terminara ya y por el otro estaba aterrado de tener que hablar con él sobre el tema. Lo más raro era que tenía miedo de darle una razón de porque le besé. Porque de verdad no sabía cómo justificarlo... Aún no sabía porque lo hice.












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Holis, solo era para decirles que trataré de subir 2 capítulos por día 😄

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