𝐌𝐚𝐫𝐚𝐭𝐨́𝐧 𝟒/𝟔
El frescor de la noche me pega de lleno en la cara cuando nos encontramos en el parking.
- ¡¿Estás orgullosa?! - dice sin más Abraham mirándome molesto.
Me giro hacia él.
- Si, he encontrado una solución - frunzo el ceño.
- ¿Qué? ¡¿Una solución?! ¡Me vuelves loco! - suelta un suspiro de frustración.
- Si debo ser totalmente honesta, eso quería.
- ¡Lo peor de todo es que parece que aún no lo entiendes! ¡Teníamos que confiar el uno con el otro! ¡¿CON-FIAN-ZA?! ¡¿Lo pillas?! - me mira mal.
Estoy harta.
Al final me encojo de hombros antes de alejarme de la puerta de entrada del casino, Abraham me sigue totalmente fuera de quicio.
- ¡Yo no he pedido nada! ¡¿Lo pillas?! ¡¿Me metes en unos berenjenales de la hostia y se supone que yo no debería decir nada?! - alza la voz mientras aprieta los puños hasta que sus nudillos quedan en blanco.
Sus palabras retumban en mi cabeza, como un bumerang. Es verdad, es mi problema, Diego es mi hermano, no el suyo...
- ¿Sabes qué? Te pido disculpas ¿Vale? ¡Lo siento! He actuado de manera impulsiva, creía que... - me interrumpe.
El rostro de Abraham se relaja y mira hacia a un lado.
- Tu manera impulsiva acaba de meternos en una mierda internacional, nunca mejor dicho.. - suspira y pasa sus manos frustrado por su rostro.
Le hago una larga mirada de hartazgo, seguramente se piensa que él y todos los que me rodean me importaban un carajo, pero es mentira.
Estoy al limite de mis nervios, por una parte, porque no he conseguido sacar a Diego de este lío tal y como quería.
Por otra, porque en este preciso instante, me apetece mucho besar a Abraham y ni siquiera sé por qué.
Meneo la cabeza para aclarar mis ideas.
- Estamos hasta el cuello... ¡De verdad, gracias! - responde pasando sus manos por su cabello despeinándolo.
- ¿No tenía elección, vale? - suelto un suspiro.
- ¡Si, claro! - baja la mirada al suelo.
- Mira, solo tenemos que ir a recuperar el paquete y traérselo, después, se acabó.
Cuando llegamos a su coche, Abraham pasa del lado del conductor para abrir la puerta.
Me agacho, dispuesta a sentarme en el interior, cuando de repente da media vuelta, se apoya en el techo, y me contempla fijamente.
- No tienes ni la más mínima idea de dónde acabamos de meternos, ¿No? - noto en su mirada una pizca de tristeza.
Tiene razón, en realidad no sé lo que acabo de iniciar.
- Realmente no, pero tú me lo vas a contar...
Abraham me mira sorprendido.
- ¡Eres imposible, chica!
- Me lo tomo como un cumplido. ¿Podemos montarnos ya?
Abraham frunce el ceño.
- ¡Pero bueno, ____! ¡Acabas de meternos en medio de las dos bandas más peligrosas de Nueva York!
Miro a Abraham mientras me entra un sudor frío que inunda todo mi cuerpo.
- ¿Ya está? ¿Ya lo has pillado? - niega con la cabeza - Rodríguez no es mejor que Machinni, el es peor, ¡Y tú nos has metido directo entre los dos!
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Mᴀᴛᴇᴏ
FanfictionComo joven estrella que trabaja en la multinacional Jones Corp, con sede en Nueva York, su futuro se ve brillante. Entre su carrera, sus amigos , su vida perfecta ¡hasta que cruza con el!. Le llama la atención y el aire se carga de electricidad. Es...