Noto la mano de Abraham rozar suavemente mi mejilla. Al final me coge de la barbilla con dos dedos para obligarme a mirarle.
Me sumerjo en su mirada. Imposible resistirme, me sorprende ver en ella entusiasmo y placer.
Esta vez soy yo quien se muere de ganas de besarle.
Le agarro por detrás del cuello y tiro para acercarle a mí.
Sin abandonar su sonrisa, Abraham se acerca, su cara se detiene a unos centímetros de mí.
Adelanto mis labios, casi suplicante.
¡¿Pero a qué está esperando?!
Cuando se digna por fin a poner sus labios en los míos, no puedo reprimir un suspiro de alegría.
Este beso promete ser tan tórrido como el anterior.
Las manos de Abraham se deslizan por mi espalda hasta el final de la columna.
Un delicioso escalofrío recorre mi cuerpo cuando su caricia se intensifica, a medida que nuestros cuerpos se inflaman el uno contra el otro.
Retengo por poco un gemido de placer cuando termina agarrándome por la cintura en un arranque de excitación extrema.
Sus manos derrapan de repente bajo mis nalgas y me levantan del suelo. Pego un gritito de sorpresa. ¡Acaba de sentarme sobre el capó de su coche!
Abraham se aleja de mí para ver mi reacción, agarro los bordes de su camisa para impedir que se aleje.
Se ve que mi reacción le divierte, porque su famosa sonrisa burlona aparece de nuevo en sus labios.
Me pasa el pulgar por los labios y aprieta para obligarme a abrirlos. Yo procedo, encantada totalmente por el aura de predador que le rodea.
Sin previo aviso, vuelve a acercarse a mí y se coloca entre mis piernas para besarme con pasión.
Me dejo llevar y saboreo cada una de las sensaciones que despierta en mi cuerpo.
Nos perdemos en nuestro beso, este cuerpo a cuerpo es absolutamente delicioso totalmente impúdico.
Hasta nos olvidamos de la gente que nos rodea, incluso nuestra misión de esta noche se ha desvanecido en los meandros de nuestro hálito entremezclados.
No existe nada más allá de nosotros, solo sus labios y los míos, sus manos acarician mi cuerpo, me tocan, y me vuelven loca.
Yo no me quedo atrás, mis manos también acarician los sólidos músculos de su pecho, recorren su espalda y aprietan su cintura.
- ¡Eso sí que es un beso de campeonato! ¡Guau!
Me asusto, Abraham se detiene y pone mala cara, intercambiamos una mirada, aún perdidos en el deseo que acaba de unirnos.
Nos damos cuenta de que la voz que oímos a nuestra espalda no nos es del todo desconocida.
Abraham me suelta de golpe, se echa para atrás, y da media vuelta para ponerse de cara a nuestro interlocutor.
Miro a Abraham para evitar tener que enfrentarme, una vez más, a la mirada de Jos.
- ¿Qué quieres, Jos? - responde de mala manera Abraham metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.
- ¿Qué? ¿No tengo derecho a venir a felicitar a mi amigo por su victoria? - dice Jos con una sonrisa en la cara.
Veo como Jos se echa a un lado para estar seguro de tenerme en su campo de visión.
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Mᴀᴛᴇᴏ
FanficComo joven estrella que trabaja en la multinacional Jones Corp, con sede en Nueva York, su futuro se ve brillante. Entre su carrera, sus amigos , su vida perfecta ¡hasta que cruza con el!. Le llama la atención y el aire se carga de electricidad. Es...