Mᴀʀᴀᴛᴏ́ɴ 4/5
Cojo rápidamente mi llave USB y voy hacia la puerta. Abraham ni se ha movido.
- Yo... Tengo que... ¿No teníamos algo que hacer? - lo miro sobre mi hombro.
Me dirige una mirada sarcástica, claramente desenfadada. Supongo que me va a salir con algo mordaz en pocos segundos.
- ¡La veleta ha hablado! Vas a tener que saber lo que quieres. No me gusta mucho cuando cambias de dirección así. - arquea una ceja sin dejar a lado su sonrisa sarcástica.
Hago un esfuerzo por no contestar ¡Pero que no me ande buscando demasiado o le clavo mis tacones en la boca!
Tiene de verdad el don de ponerme la cabeza loca. ¡Bravo _____! En circunstancias normales, habría contestado algo, pero ahora...
La mirada socarrona de Abraham me desafía. Veo la satisfacción de su cara por haber tenido la ultima palabra.
- ¡No te molestes, pero he preferido dar media vuelta! ¡El panel de "atención peligro" estaba parpadeando justo delante de mí! - lo miro fijamente cruzándome de brazos.
Malicioso, Abraham se me acerca, doy un paso atrás de manera automática. ¡Si me vuelve a besar, creo que me lo como!
- No me digas que no te ha gustado... - murmura mirándome, sus labios se entreabren.
Su mano se acerca peligrosamente a mi mejilla. Analizo su mirada antes de girar la cara para evitar que me toque.
- ¡¿Qué quieres que te diga?! Así es la vida... - murmuro mirando hacia enfrente.
- ¿La vida? ¿Dónde se ha metido la chica que quería comerme la otra noche, parecía que le gustaba? ¿Tienes una hermana gemela diabólica? - me mira sorprendido.
- ¡Vas a tener que acostumbrarte y aceptar que la vida no es un pan bendito, querido! ¿Te crees que te lo mereces todo? ¡Desengáñate! - respondo mirándolo esta vez.
- ¿Quién es la auténtica ______? ¿La descarada dispuesta a seducirme por su hermanito o la que se aparta en cuanto se pasa de la raya? - sonríe relamiendo sus labios sin dejar de mirarme.
¡Está empezándome a hartarme de verdad!
- Bueno, ¡¿No tenemos nada más que hacer que interesarse por mí ahora mismo?! - frunzo el ceño.
- ¿Cómo saber a quién tengo en frente? ¿Cómo saber si no vas a pasar de un tema a otro de nuevo, como haces a menudo? - suspira mirando hacia un lado.
- ¡¿Bueno, ya has terminado?! - lo miro molesta.
- ¿Te molesta, eh? A mí me divierte... - dice guiñándome el ojo.
- ¡Ya veo! ¡Eres un niño! - me cruzo de brazos y le lanzo una mirada de desaprobación.
Entonces, Abraham borra su sonrisa burlona y se pone serio.
- ¡Bueno, pues ven, nos vamos! - me coge la muñeca para llevarme afuera.
Parece que no le ha gustado que dijera que era un niño. ¡La verdad duele!
- ¡Eh! ¡Con cuidado! ¡Suéltame! - protesto.
Abraham sale de la mansión y llega hasta el lugar en donde está aparcado su coche. Yo me paro junto a la puerta, esperando a que abra.
Se encienden los intermitentes y me quedo pensativa un instante. Y decir que, hace apenas una hora, estaba aquí mismo con Jos...
- ¿A qué esperas para montar? ¿A que te invite? - responde burlón.
- ¡Si! ¿No se nota? ¡Me encanta la lluvia torrencial! - respondo irónicamente,
- ¡No me jodas! Monta, ¡No tenemos toda la noche! - ordena mirándome con seriedad.
- ¿Ah no? No parecía que tuvieras tanta prisa hace apenas diez minutos - respondo cruzándome de brazos.
- ¡Monta, coño! - responde molesto con el ceño fruncido.
- ¡Un segundo! - meneo lentamente la cabeza y me apoyo en el capó del coche para mirarle.
- ¡Ten cuidado con la carrocería! - exclama mirándome mal.
Pongo despacito las manos arriba, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Abraham explota ante tanta impertinencia.
- Yo no he hecho nada, señor agente - respondo divertida al ver su cara de enojo.
- ¡Venga, sube! - responde, puedo notar en su cara un poco de irritación.
- Quiero saber a dónde vamos antes. - cruzo los brazos sobre el pecho y clavo bien los pies en el suelo.
Abraham está cada vez más exasperado.
- ¡Joder, eres imposible! - suspira de manera exagerada, luego, se pasa la mano por el pelo antes de ceder.
- ¡Vamos a ver a nuestro mafioso preferido! ¿Estás satisfecha? - mira hacia aun lado revolviendo su cabello.
- ¿Quieres decir que tenemos cita en casa de Maccain? - lo miro sorprendida.
- ¡Machinni, cojones! Ya te he dicho que pongas cuidado con su nombre. ¡Y ni se te ocurra llamarle de cualquier manera en sus narices - voltea a mirarme con seriedad.
- Bueno, bueno, Maccain está guay, ¿no? - sonrío mirándolo divertida.
- ¡¿Me estás jodiendo?! ¡No empieces a hacer locuras! ¿Quieres que nos acribillen? - frunce el ceño.
- Vete tú a saber... - murmuro encogiendo de hombros.
- Muy graciosa. ¡Sigue así y nos meterán una bala en la frente! - me mira serio cruzándose de brazos.
- Así que tenemos cita con el mafioso... ¿Para qué? - lo miro confundida.
- Para llegar un acuerdo mejor. El tipo se ha olido que tú y tu hermano erais unos novatos y se quiere aprovechar - se encoge de hombros mirando hacia la piscina.
No me gusta mucho el calificativo, pero debo admitir que no le falta razón. No es nuestro mundo.
- ¿Y tú qué le vas a decir? ¿Qué ahora somos profesionales? - arqueo una ceja cruzándome de brazos mirándolo atentamente.
- ¿Tú qué crees? - sonríe y voltea a mirarme.
Le miro, sorprendida. Una sonrisa segura se dibuja en sus labios.
- Le voy a recordar que yo también formo parte del grupo - me guiña el ojo.
Sin mas abre la puerta y me hace un gesto que no deja lugar a dudas. Subo sin rechistar.
Abraham se instala a mi lado y enciende el contacto. Una vez más, me agrada oír el ronroneo del V12 que se esconde bajo el capó.
- Una cosa más antes de irnos... - voltea a mirarme.
- ¿Qué pasa? - lo miro confundida.
¿Un beso de despedida?
- Cuando estemos allí...
- Si... - espero a que prosiga mirándolo con atención.
- TE CALLAS. ¡No dices nada y me dejas actuar! ¡No tomas ninguna iniciativa y me obedeces! ¿ENTIENDES? - responde seriamente y frunce el ceño.
- ¡¿Qué quieres que haga?! En serio... - frunzo el ceño cruzándome de brazos.
- ¡No lo sé! ¡Eres tan imprevisible!
Meneo la cabeza y levanto la vista al cielo antes de mirarle fijamente, con cara seria.
- Lo único que quiero es arreglar esta historia de una vez por todas. No haré ninguna locura - suelto un suspiro.
- ¡Más te vale! Solo faltaría que te pasara algo y que mi hermanito se me eche encima - mira hacia aun lado soltando un suspiro.
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Mᴀᴛᴇᴏ
Fiksi PenggemarComo joven estrella que trabaja en la multinacional Jones Corp, con sede en Nueva York, su futuro se ve brillante. Entre su carrera, sus amigos , su vida perfecta ¡hasta que cruza con el!. Le llama la atención y el aire se carga de electricidad. Es...