Abraham conduce algunos minutos por la ciudad en un silencio únicamente la música se oye en el habitáculo.
Estoy segura de que todo irá bien. Confío en mi e intento hacer todo para calmarme.
El rap vanguardista que se escapa por los bajos me ayuda un poco. Muevo la cabeza a su ritmo. Me encanta estos ambientes hip-hop.
Evidentemente, Abraham se da cuenta y sube el volumen, como quien no quiere la cosa. La música nos envuelve e invade el interior del coche.
- ¿Te gusta? - pregunta mirándome de reojo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Prefiero el new school, pero no está mal.. - respondo relamiendo mis labios.
- Es un amigo mío el que canta - dirije por unos segundos su mirada a mi escote para después negar con la cabeza mientras sonríe mirando hacia enfrente nuevamente.
- ¿En serio? - me acomode un poco en el asiento.
- En serio. ¿Te parece que ando buscando impresionarte? - arquea una ceja con una sonrisa burlona.
- ¡Bastante! - miro en su dirección y descubro su eterna sonrisa burlona dibujaba en su rostro.
- No necesito impresionarte. Estoy lleno de sorpresas, guapa. Dicho esto, le diré que te gusta mucho su música.
Efectivamente, está lleno de sorpresas. Esto se está poniendo interesante...
Avanzamos un rato así, hasta que Abraham ralentiza y aparca en el parking de un restaurante. Baja el volumen y apaga el motor
- Aqui estamos, guapa. Ya sé que te gusta el carruaje, pero de momento vamos a tener que dejarlo aquí - sonrie guiñandome el ojo.
- Eres una graciosete, tu.... - lo mire fijamente.
- Y aún no has visto nada... ¡Estoy lleno de recursos! - sonrie divertido.
Me alegro por adelantado...
Me entretengo algunos segundo más en el interior antes de ir con Abraham. ¡Este coche es una bomba atómica!.Nos adentramos al lugar, ambos nos sentamos en la mesa y pedimos lo que íbamos a cenar.
Abraham sonreía mientras me miraba fijamente, no puedo dejar de observar las llevas del coche dando vueltas en su dedo. Ojalá pudiera hacerme con ellas..
No puedo evitar querer intentarlo. Estiro lentamente la mano hacia la suya esperando que funcione.
Solo tengo que coger las llaves, dejarle inconsciente de un golpe, y salir corriendo. ¡Tan fácil como eso! Abraham se percata de mi gesto por el rabillo del ojo y se detiene para considerarme.
Cínico, estira la mano y coge la mía. Levanto la vista hacia él, un poco incómoda.
- ¿Así eres tú? ¿De esas que van rápido? -sonrio divertido.
Me aguanto las ganas con la dificultad para no darle una buena. ¿Por quién me toma?.
Un brillo atraviesa rápidamente su iris color avellana. Y se pone a mirarme con detalle de pies a cabeza. Chasqueo los dedos delante de él para hacerle volver a mi.
- ¡Anda ya! ¡Ni lo sueñes! Solo quería proponerte guardar tus llaves en mi bolso para evitar que las pierdas - sonrei mirándolo.
- ¡No te preocupes por eso! Ya estoy mayorcito y muy capaz de guardar las llaves. ¿Vienes?
¡Y mierda! ¡Perdido!.
Entramos en el restaurante y nos instalamos en una mesa. Me pongo en frente de Abraham. El camarero toma nota de nuestro pedido y luego se va.
Abraham no me quita los ojos de encima, y yo me siento incómoda, lo confieso. Me doy cuenta de que ha dejado las llaves del Lamborghini entre nosotros, sobre la mesa.
Miro fijamente en dirección a ellas, dispuesta a intentar un segundo asalto.
Le pongo ojitos dulces, en modo seductora. No deja de mirarme, sin perder nunca el tipo.
- Así que tu sabes de coches - sonrie mientras aún me mira.
- Sé de coches, eso es.. - le premio con una sonrisa devastadora e inspiró para poner de relieve mi escote. En el mismo instante, sus ojos se pegan a él.
Eso es... ¡Aprovecha mientras puedas!
Enredo con mi pelo, un poco incómoda. No estoy acostumbrada a hacer esto. Incluso me pregunto qué estoy tramando.
Abraham fuerza la vista y me mira con un brillo extraño en los ojos. Le sonrió, intentando que siga atento a mí.
Solo estoy a unos pocos dichosos céntimos de mi objetivo. Estiro un poco más los dedos y por fin logró tocarlas.
- ¿Estas para comerte, lo sabes? ¡Me gustan las mujeres como tú! Salvajes, que no tienen miedo a nada - mordió su labio inferior mirándome a un con atención.
Antes de que pueda cerrar la mano sobre el grial. Abraham pone la suya sobre la mesa y sus dedos se entrelazan con los míos.
¡¿Qué me esta haciendo este?!
Levanto la vista hacia el. Ni siquiera me había dado cuenta de que ya no lo estaba mirando.
Abraham me está sonriendo con un brillo inexplicable en los ojos.
- Eres más bien de esas que no andan perdiendo el tiempo, por lo que veo..-murmura sin apartar su vista de mi.
No pude evitar ponerme nerviosa ante la situación, su mirada penetrante causaba escalofríos en mi cuerpo.
- Y tu eres más bien de esos que se montan películas en la cabeza, por lo que veo.. - lo mire algo retante aunque por dentro moría de nervios.
Retiro con fuerza mi mano de la suya antes de lanzarle una mirada desaprobadora.
Abraham levanta una ceja mientras me mira con insistencia.- ¿De veras? ¿Entonces por qué te estas poniendo roja? - sonrio divertido.
Me llevo las manos directamente a las mejillas, lo que parece darle gracia a Abraham. Se le ha dibujado en los labios un rictus de satisfacción.
- ¡Me gusta mucho el color de tu coche, ten cuidado! - sonrei divertida.
¡Joder ya dame las putas llaves del coche! Solo vine por esa joya
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Mᴀᴛᴇᴏ
FanfictionComo joven estrella que trabaja en la multinacional Jones Corp, con sede en Nueva York, su futuro se ve brillante. Entre su carrera, sus amigos , su vida perfecta ¡hasta que cruza con el!. Le llama la atención y el aire se carga de electricidad. Es...