Mᴀᴛᴇᴏ

Ｓｅｔｅｎｔａ ｙ ｕｎｏ

El trayecto se me hace eterno, por la ventanilla del coche veo desfila monótono el paisaje.

Hemos hecho las maletas en silencio. Hemos devuelto las llaves de la habitación y salido a la carretera en un silencio incómodo, Cameron nos sigue en su moto.

No me ha dirigido la palabra desde que salí de la habitación para ir tomarme una buena copa al bar. Imagino que tendremos una discusión más tarde...

Estoy demasiado atormentada por el futuro incierto de mi hermano como para torturarme la cabeza con una disputa entre Cameron y yo...

Hemos fracasado... He fracasado.
Todo parecía tan sencillo, solo teníamos que recuperar ese maldito paquete.

Era la única forma que tenía para obtener la clemencia de Machinni.

Joder. ¿Cómo vamos a hacer? ¿Cómo vamos a salir de esta mierda?

Miro a Abraham a hurtadillas, como si él tuviera la solución a todo esto.

- ¿Qué te pasa? Hace media hora que te veo comerte las uñas - dice sin más Abraham mirándome de reojo.

Su tono frío y distante no me motiva para contárselo. Dudo un poco y me pregunto cómo va a reaccionar si me decido a contárselo.

- ¿Te preocupas por tu hermano, no? - pregunta soltando un suspiro mirando hacia enfrente.

- Claro que sí, es mi hermano - murmuro mirando mis manos.

Abraham no responde y dispone a conducir en silencio.

- Abraham... - murmuro llamándolo mirándolo fijamente mientras conduce.

- Dime - responde serio mirando con atención hacia enfrente.

- ¿Por qué no me cuentas más de ti?

Noto como Abraham se tensa ante mi pregunta, muerde su labio inferior y me mira de reojo unos instantes para después volver a mirar hacia enfrente.

- No es de tu incumbencia, fierecilla - responde relamiendo sus labios y acelera un poco más para evitar que hable.

Me sorprendo ante su actitud, siempre que intento saber más de él, evita el tema o responde de manera cortante.
Enciendo la radio para evitar este silencio incómodo.

Miro de reojo a Abraham, esta serio de repente, aprieta fuertemente el volante.

¿Por qué no quiere contarme más sobre él? ¿Quién es realmente?

- ¿Qué es lo que ocultas Mateo? - digo sin más mirándolo seriamente.

Abraham voltea a mirarme sorprendido y serio a mi pregunta.

- No oculto nada ______, pero no me gusta contar de mi vida a las personas - responde frunciendo el ceño.

- Pues necesito saber de ti, no se mucho sobre ti, solo se que eres el hermano de mi mejor amigo - cruzo los brazos mirándolo.

- No necesitas saber de mi ______, ya te lo dije - responde serio.

- ¿Y si eres un asesino en serie? ¿O que tal si eres un narcotraficante? ¿Un psicópata?

Abraham suelta una carcajada y niega con la cabeza antes mis ocurrencias.

Comienza a bajar la velocidad, miro por la venta.

Al parecer nunca me di cuenta que ya estábamos cerca de mi edificio.

Abraham estaciona el Lamborghini enfrente y voltea a mirarme.

- Listo fierecilla, hemos llegado a tu castillo - sonríe mirándome.

Lo fulmino con la mirada al ver que a cambiado el tema.