Catorce

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𝓜𝓪𝓻𝓪𝓽𝓸́𝓷 𝟐/5

Después de haber colgado la llamada de Aleth, había decidido llamarle a mis padres, pero al parecer no fue una buena idea.

Y como lo supe desde un principio, no querían saber nada de Diego, realmente es triste que tus propios hablen mal de ti, y eso hacen con Diego, me enoja al igual me duele por el hecho de que a pesar de todo es su hijo.

No me entretengo mas y salgo del hospital. El aire de afuera me asienta de maravilla, casi me estaba ahogando adentro.

Resumamos la situación: a todas luces, no puedo contar con mis padres. Así que voy a tener que decidirme entre las dos opciones que se me ofrecen.

O bien robo ese dichoso coche, o asumo las estupideces que le conté a Abraham la otra noche. Es una dura elección, pero voy a tener que decidirme, ¡y rápido!.

Cojo el teléfono y decido llamarle a Cameron.

Después de algunos tonos, Cameron descuelga.

- Hola Cameron.

- ¡Eh, princesa! ¿Qué tal?

- ¡Espero que no te moleste!

- ¡Tú nunca me molestas, lo sabes perfectamente! ¿Qué me cuentas?

- Acabo de llamar a mis padres otra vez. No hay nada que hacer, se niegan a ayudarnos.

Oigo a Cameron blasfemar al teléfono.

A pesar de lo grave de la situación, dibujo una sonrisita.

- ¡Así que, acepto!

- ¿El qué?

- Acepto tu ayuda.

Oigo a Cameron suspirar. Pasa antes de que se decida finalmente a hablar.

- Vale. ¿Estas disponible ahora mismo?

- Si, estoy libre.

- Bueno. Nos vemos en casa de Abraham dentro de una hora. Te envió su dirección por sms.

(...)

Estoy a dos dedos de echarme atrás. El hecho de tener que hacer frente a Abraham me desestabiliza, tanto en un caso como otro.

Al final, decido a pesar de todo encontrarme con Cameron en casa de su hermano. ¡Que sea lo que dios quiera!

Me pase por casa por aquello de pegarme una ducha antes de ir a donde Abraham.

Cuando salgo del taxi, me paro en seco al pensar en algo. Abraham me había dicho que hacia una fiesta en su casa esta noche, y que yo estaba invitada.

¡Estupendo! ¡No hay nada como tener testigos si quiero robar un coche!

Inspecciono una vez mas mi atuendo mientras el taxi se aleja. Espero un poco, luego, me dirijo hacia la entrada.

Un vez delante, me doy cuenta de que Cameron no esta aquí- Echo un vistazo el reloj para ver qué hora es.

Decido llamar a Cameron, porque esta claro que no me atrevo a entrar sola.

Cuando estoy marcando su número, creo percibir un movimiento al otro lado del portón. ¿Cameron?

Curiosa, me asomo y me apoyo en él. Cuando empieza a abrirse por culpa de mi peso, me echo atrás de inmediato.

¡Esta abierto!

Asomo la cabeza y entreveo por el resquicio que se ha abierto, un ancho sendero y el comienzo de algo que parece ser una mansión.

Mᴀᴛᴇᴏ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora