Quince

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𝓜𝓪𝓻𝓪𝓽𝓸́𝓷 𝟑/5

Ya puestos, ¡creo que voy a contárselo todo! Cameron, mi hermano, el lio con Machinni. ¡Y me da igual si no le gusta!.

¡De todos modos, en cuanto aparezca Cameron, quedaré al descubierto!

Mejor confesárselo todo ahora mismo.

En el momento en que unos ruidos de pasos se acercan, miro de reojo en dirección de Jos que me esta sonriendo y me guiña el ojo.

¡No me lo puedo creer! ¡Si pudiera evitar ponerme aun mas incomoda de lo que estoy, se lo agradecería muchísimo!

Abraham a aparece de repente al final de un pasillo. Sus ojos se fijan en mi y se dibuja en su rostro una sonrisa un tanto rapaz.

Le mantengo la mirada y fuerzo la vista, como desafiándole.

Aunque hace mucho calor de repente, no quiero dejar ver nada y me pongo mi máscara de chica inquebrantable.

- Pero mira quien esta aquí: ¡la fierecilla fanática de las grandes cilindradas! - sonríe Abraham de oreja a oreja.

Su comentario me saca de quicio y me divierte a partes iguales. No puedo evitar contestarle en el acto.

- Pero mira quien esta aquí: ¡El chulito incapaz de conducir un bólido digno de ese nombre - sonrío mirándolo.

- ¡Guau! ¡Parece que hay guerra aquí! - dice Jos sorprendido a la vez con un tono burlón.

Miro a Jos, que me hace una sonrisa de pega.

- ¡Y aún no has visto nada! - le guiño el ojo.

- Ya veo. ¡Con estas bonitas palabras, os dejo hablar de lo vuestro! Tengo cosas más interesantes que hacer de árbitro.

Antes de desaparecer, Jos se me queda mirando una vez mas de pies a cabeza y me guiña el ojo.

Jos es misterioso y mas bien simpático. Pero ahora mismo es Abraham quien me interesa.

- Siempre tan amable, por lo que veo... - dice Abraham sonriendo y arqueando una ceja.

- Solo me adapto a la persona que tengo en frente...

Abraham me analiza, enigmático, luego se dirige hacia un mueble-bar con una sonrisilla en los labios.

- ¿Tienes sed? ¿Te sirvo algo? - me mira sobre su hombro.

- Si, con mucho gusto - le dedico una sonrisa y no puedo evitar mirarlo de pies a cabeza, admirando su ancha espalda.

- ¿Qué tomas? ¿Whisky? ¿Ron? ¿Vodka? ¿O tal vez un pequeñito kir para la señorita?

- ¡El pequeño kir es demasiado estereotipo! ¡Sírveme un ron! Mientras tanto, tengo algo que proponerte, si te apetece... - no puedo evitar morder mi labio inferior con nerviosismo- ¿Qué me dirías de dar una vuelta en el bólido que esta esperando afuera?

Hago un gesto con la cabeza para señalar afuera.

Abraham levanta las cejas y su mirada se entretiene en mi, un tanto intrigado.

- ¿De modo que la fierecilla solo viene por el coche?

Le mantengo la mirada y le desafío a rechazarme este favor. ¡Exactamente, solo vengo por el coche!

- Puede que sí, puede que no...

- Conmigo no te andes con esas, muñeca. - se muerde el labio inferior mientras me mira.

- No me llames nunca mas así, ¡¿me oyes?!

- Como quieras... Muñeca. - me mira retador y con una sonrisa traviesa en el rostro.

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