Mᴀᴛᴇᴏ

Ｃｉｎｃｕｅｎｔａ

Giro rápidamente la cabeza y veo la silueta de Abraham pasar delante de mí.

Al ver que soy yo, se pone serio, camina lentamente hacia el tipo. Su paso es firme.

Llamo a Abraham para saber qué piensa hacer, la mirada que me hace no presagia nada bueno.

- ¿Abraham? ¿Qué haces? ¡Ven, vámonos de aquí!

No me responde y me lanza una breve mirada cómplice antes de seguir avanzando.

- ¿Abraham?

No hay respuesta. ¡¿No me digas que se van a pelear?! Aguzo la vista para verles mejor en medio de esta oscuridad.

Frente a él, el borracho yace sobre el asfalto. Esta murmurando algo a penas audible mientras intenta levantarse.

Pero Abraham hunde el pie sobre su espalda forzándole así a seguir en el suelo.

- ¡ABRAHAM! ¡PARA! - alzo la voz mirando fijamente lo que hace.

- ¡No te metas en esto, ____! - responde Abraham seriamente.

El tipo pega un grito de dolor. Yo tuerzo el gesto, imaginando como se rompen sus costillas bajo el peso de un hombretón como Abraham.

- ¡Ya vale! ¡Déjale! ¡Nos largamos!

- De acuerdo - sonríe Abraham, acto seguido retira su pie del espinazo de ese tipo antes de cogerle del pelo para obligarle a levantarse. - ¡De rodillas! ¡Y le pides perdón, basura! ¡_____, ven aquí!

- Basu. - trata de hablar el tipo.

Incluso de rodilla, el individuo no se viene abajo y hace gala de una insolencia fuera de lo común. Siento que Abraham está empezando a cabrearse.

La pierna de Abraham inicia de pronto un movimiento. Pulveriza literalmente la pantorrilla del tipo, haciéndole pegar un grito de dolor.

Me quedo sorprendida ante la violencia del acto. Abraham, por su parte, me hace un gesto para que me acerque, mientras que el otro chico se desgañita.

Voy hacia allí y me planto delante de ellos. El tipejo borracho sigue poniendo mala cara. Su rostro se ha deformado con el golpe.

- ¡Ay, ay, ay! ¡Ya está! ¡No ves que está completamente borracho! - miro a Abraham.

- ¡Me la suda! Va a pedirte perdón, si no, le muelo el brazo - responde serio, su ceño esta fruncido.

- Vete a tomar por culo... tú y tu put

No dejo que termine su frase al tipo, sin pensármelo, le pego un puñetazo en la mandíbula al perturbador. Abraham le suelta, medio sorprendido, medio admirativo.

- ¡Eso es por lo de "muñeca", cabrón"! - respondo molesta.

El hombre se tambalea, un poco mareado, y luego, echa un escupitajo de sangre al suelo.

Aprovecho para subirme el vestido dejando ver mis muslos, antes de quitarme los tacones.

Frunzo el ceño y aprieto los tacones mientras miro mal aquel tipo. ¡Sin duda quiero matarlo!

- ¡________ en acción! - dice Abraham mordiéndose el labio inferior mientras me mira divertido.

- ¡Tú cierra el pico! - respondo enojada sin quitarle la vista al sujeto.

Justo cuando levanto la pierna para darle otro golpe, Abraham se me adelanta y coge al tipo por la camisa.

Le levanta sin dificultad y lo pone contra una de las paredes de la calle. Le aprieta poniéndole el antebrazo en la garganta haciendo que se sofoque al instante. Luego, Abraham pone su pierna sobre sus genitales.