Capítulo 25

413 47 2
                                    

Las bancas se movieron hacia atrás con el usual rechinido ensordecedor y cientos de estudiantes se enfilaron para salir del Gran Comedor hacia sus dormitorios. Venus, quien no tenía prisa alguna de salir con la multitud, se quedó atrás, mientras hacía pensar a todos que buscaba algo, permitiendo que la mayoría de los de Slytherin pasara delante de ella. No quería amontonarse con todos los demás alumnos.

Hermione se había adelantado para cubrir su función de prefecta de pastorear a los de primer año, pero Ron se quedó con Harry.

-¿Qué fue lo que realmente le pasó a tu nariz? - preguntó, una vez que se quedaron al final del gentío que se amontonaba para salir del Salón y fuera de cualquier oído extraño.

Harry le contó. Fue una señal de lo fuerte que era su amistad el que Ron no se hubiera reído y desaprobara la actitud de su hermana.

- Vi a Malfoy haciendo una mímica que tenía que ver con una nariz - dijo tristemente.

- Si, bueno, no importa - contestó Harry amargamente. - Deja te cuento lo que estaba diciendo antes de que se enterara que estaba ahí...

Harry había esperado que Ron se sorprendiera de los alardes de Malfoy. Sin embargo, Ron no lo hizo, lo cual Harry había considerado una completa terquedad.

- Vamos Harry, sólo estaba presumiendo por mi hermana seguramente aunque tal vez también lo hacía por Parkinson... ¿Qué tipo de misión podría haberle asignado Quien-Tu-Sabes a él? Después de que su padre haya cometido los errores que cometió.

- ¿Cómo sabes que Voldemort no necesita a alguien en Hogwarts? No sería la primera ...

- Desearía que dejaras de decir ese nombre, Harry - dijo en tono de reproche una voz detrás de ellos. Harry miró detrás de su hombro para ver a Hagrid sacudiendo su cabeza.

- Dumbledore dice ese nombre - dijo Harry testarudamente.

- Sí, bueno, así es, ¿ Dumbledore no? - dijo Hagrid misteriosamente. - Así que dime, ¿Cómo es que llegaste tarde, Harry?, estaba preocupado.

- Me quedé atrapado en el tren - contestó Harry.

-Deberías decirle que te quedaste ahí por meterte en asuntos que no son tuyos Potter. - Venus paso directo a la salida sin mirar atrás.

-¿Por qué llegaste tarde tú? - dijo Harry decidiendo qué iba a ignorar a Venus

- Estaba con Grawp, - respondió Hagrid feliz. - Perdí la noción del tiempo. Ahora tiene un nuevo hogar en las montañas, Dumbledore lo arregló... una agradable y grande cueva. Está mucho más feliz ahora de lo que estaba en el bosque. Tuvimos una buena plática.

- ¿En serio? - dijo Harry, teniendo cuidado de no mirar a Ron, la última vez que había visto al medio hermano de Hagrid, un despiadado gigante con el talento de arrancar árboles de raíz, su vocabulario estaba compuesto por cinco palabras, dos de las cuales no podía pronunciar apropiadamente.

- Oh sí, realmente lo ha logrado, - dijo orgulloso Hagrid. - Te impresionarías. Estoy pensando en entrenarlo como mi asistente. Ron resopló ruidosamente, pero se las arregló para disfrazarlo como un estornudo fuerte. Ahora se encontraban de pie debajo de las puertas de roble. - Bueno, los veo mañana, la primera lección después del almuerzo. Vengan temprano, podrán saludar a Buck... quiero decir, Witherwings!

Alzando su mano de una manera muy jovial, se dirigió a la oscuridad más allá de las puertas. Harry y Ron se miraron, podía asegurar que Ron estaba experimentando exactamente el mismo estado de hundimiento que él.

- ¿No vas a llevar Cuidado de Criaturas Mágicas, verdad? -Ron negó con la cabeza.

- ¿Y tú tampoco, o sí? -Harry también movió su cabeza. - ¿Y Hermione?,- preguntó Ron,- ¿tampoco, cierto?

Harry volvió a sacudir su cabeza. No quería pensar en lo que diría exactamente Hagrid cuando se diera cuenta que sus tres estudiantes favoritos habían dejado su clase.

-*-

La mañana siguiente, Venus y Alec se encontraron con Draco en la sala común antes del desayuno. Esperando que Draco al fin les confiara lo que estaba pasando con él.

-Me contaras que es lo que está pasando ¿No es cierto? De lo contrario no estaría aquí, debes querer algo de mi- dijo Venus rápidamente mientras se sentaba.

-Pues bien - dijo él dudando -no sé... ¿Será que eres de confianza?

-No me habrías hablado si creyeras que no puedes confiar en mi.

-Exactamente- dijo Alec pero no podía ahondar más en el tema, porque muchas personas estaban tratando de escuchar su conversación, sin mencionar que se le quedaban mirando y cuchicheando.

-Supe que el curso anterior tu tenias algún tipo de entrenamiento en la sala de menesteres.

-Sabía que querías algo de mi. Pero ¿solo me hablaste para eso?

-Deja esa arrogancia Weasley...

-El día que tu dejes tu arrogancia entonces hablamos.

-Bien, bien hablemos. Pero no podemos hacerlo aquí, eres la persona en que más confío. Además puede que tu padrino deje de entrometerse conmigo si tu hablas con él - dijo el rubio dándole una sonrisa a Venus.

-Bien, pero esa sonrisa no va a seducirme, por si pensabas que soy igual de imbecil que Parkinson.

-Lo tengo muy claro. ¿Me ayudaras?

-Mira, te apoyare en lo que pueda, realmente no prometo nada en cuanto a mi padrino, a veces es muy obstinado y ni siquiera por mi cambiaría de opinion. ¿Lo tomas o lo dejas?

-Lo tomo, creeme que no confío en nadie más, además tienes habilidades que nadie más tiene por estos lugares y me puedes ayudar mucho.

-Bien, entonces te ayudaré. Normalmente no hay nada mejor que hacer por aquí.

Alec y Venus se levantaron de donde se encontraban y salieron de la sala común.

Los Secretos De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora