Capítulo 59

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Aunque la verdad era que para ella, ya se había vuelto un habito ver a Draco trabajar, estaba segura de que podría estar ahí sentada viendo cada uno de sus movimientos, como secaba el sudor de su frente cuando estaba frustrado; o esa mirada que le daba cada vez que descubría que lo miraba.

Lo malo es que eso era temporal, la realidad era que, de alguna manera aquel rubio le rompería más que el corazón cuando todo llegara a su final. 

Durante los últimos días estaba más distraída de lo normal, no sabia que tan bueno o malo seria eso para sus calificaciones y sin embargo ahí estaba intentando leer el libro de encantamientos antes de la clase.

Dumbledore por otro lado había tenido unas cuantas sesiones extras con Venus para hacer que entendiera lo importante que era que ella estuviera ahí cuando todo estallara. Y por más que a la chica le doliera tenia que ganarse la confianza de su padre. 

Y solo lo lograría si ella corrompía su alma a cambio de que Draco no lo hiciera, esa era la principal razón de su amor-odio hacia su rubio amigo, ella tendría que sacrificarse y matar a su viejo amigo, tal vez solo con ese acto su padre la aceptaría dentro de sus filas. 

Lo único malo era que probablemente perdería toda su amabilidad con aquel terrible acto, y por más que Dumbledore quisiera que luchara contra su mal interno, ella sabia, y algo le decía que Albus también sabia, que eso no iba a pasar.

-Así que he escuchado que hay varios chicos intentando darte Pociones para que vayas con ellos a la "gran" fiesta del viejo Slughorn, ya sabes con esas Pociones de tus hermanos.

-¿Y porque no les quitas unas cuantas para evitar que me lleguen a envenenar?

-Solo son rumores que escucho por ahí, no puedo saber quienes lo planean...

-¿El gran Draco Malfoy no sabe quién planea darle una poción a su amiga? Eso sí es noticia. Aunque si te soy sincera no hay nadie a quien quiera invitar.

Claro que ella se estaba mintiendo, ella sabía perfectamente que aquel rubio era el único que se le ocurría para invitar. Así tal vez ella no se tendría que aguantar la fiesta sola.

-Bueno, solo ten cuidado con lo que te regalan, no bebas ni comas nada.

-Claro, creo que puedo cuidarme sola.

-*-

-Así  que  ¿Por  qué  no pudo Malfoy haber traído el collar a la  escuela  de la misma manera?  -

-   Oh, Harry... no otra vez eso...  –

-   Vamos,  ¿Por qué no?  -   reclamó Harry.

-  Mira  -    gimió  Hermione  -  Los  sensores  secretos  detectan  maleficios,  maldiciones  y  encantamientos  ocultos    ¿No?.    Los  usan  para  encontrar magia  negra  y  objetos  oscuros.    Pueden  encontrar  una  maldición poderosa,  como  la  del  collar  en  sólo  unos  segundos.    Pero  algo  que  es colocado  ocultamente  en  una  botella  no  sería  registrado...  de  cualquier manera las pociones de amor no son oscuras ni peligrosas...  –

-   Es fácil  para ti  decirlo  -    murmuró Harry pensando en Romilda Vane. -   Así  que  es  poco    probable  que  Filch  se  diera  cuenta  que  no  es  una poción  para  la  tos;    no  es  muy  buen  mago,    dudo  que  pueda  distinguir una poción de...- Hermione  se  detuvo  de  golpe;    Harry  tambien  lo  habia  escuchado. 

Alguien  se  había  movido  muy  cerca  de  ellos  por  entre  la  oscuridad  de los libreros. Esperaron, y  un  momento  después  la figura como  de buitre de  Madam  Pince  apareció  por  la  esquina,    su  piel  como  pergamino  y  su larga  y  ganchuda  nariz  desfavorecedoramente  iluminada  por  la  lampara que llevaba.

-  La  biblioteca  esta  cerrando  - dijo -  Deben  devolver  cualquier  cosa que  se  les  haya  prestado  al...    ¡¿Qué  has  estado  haciendo  muchacho depravado?!  –

-  ¡No  es  de  la  biblioteca,  es  mío!  --   contesto  rápidamente  Harry quitando  de  la  mesa  su  copia  de  haciendo  pociones  avanzadas  al momento ella arremetía al libro con su mano como de garra.

-  ¡Mal educado!  -    siseo ella  -  ¡Profano, sucio!- -¡Sólo es un libro con anotaciones!  –  dijo Harry, soltándose de un tirón.

Ella  se  veía  como  si  le  fuera  a  dar  un  ataque;  Hermione,  quien  había guardado  rápidamente  sus  cosas,  tomó  arrebatadamente  a  Harry  por  el brazo y lo alejó a zancadas.

-Podría  prohibirte  entrar  a  la  biblioteca  si  no  tienes  cuidado.  ¿Por  qué tenías que traer  ese estúpido libro?

-No  es  mi  culpa  que  ella  este  gritando  como  loca,  Hermione.  ¿O  estas pensando  que  ha  escuchado  por  casualidad  que  has  sido  descortés  con Filch?   Siempre he pensado que podría  haber algo entre ellos...-

-Oh, ja, ja, ja...

Disfrutando  el  hecho  de  poder  hablar  normalmente  otra  vez,  recorrieron su  camino  por  los  iluminados  y  desiertos  pasillos  de  regreso  a  la  sala común  discutiendo  si  Filch  y  Madam  Pince  estuviesen  o  no  enamorados secretamente  el uno del otro.

-Baubles  -  dijo  Harry  a  la  señora  gorda,  ésta  era  la  nueva  contraseña  por las festividades.

-  Igualmente  –  dijo  la  señora  gorda  con  una  sonrisa  picara,  y    se  hizo  a un lado para  dejarlos pasar.

-  ¡Hola  Harry!-  Dijo  Romilda  Vane  al  momento  en  que  acababan  de atravesar el hueco del retrato. -¿Gustas un  gillywater?  –

Hermione  volteo  sobre  su  hombro  viéndolo  con  una  de  esa  miradas  de "que-te-dije".

-  No,  gracias  -  contesto  rápidamente Harry   -  No me gustan mucho-.

-   Bueno  de  cualquier  manera  toma  estos  –  dijo  Romilda  entregándole una  caja  en  sus  manos.  –  Calderos  de  chocolate,  tienen  Whisky  de  fuego adentro. Mi abuelo me los envió, pero no me gustan

-   De  acuerdo,  muchas  gracias-  dijo  Harry,  que  no  pudo  pensar  otra  cosa que decir-  Esto... ahora mismo iba a ir con...-

Él corrió detrás de Hermione su voz iba apagándose.

-  Te  lo  dije  –    dijo  súbitamente  Hermione,  -   entre  mas  pronto  invites  a alguien, mas pronto todas  te dejaran en paz y tu puedes...

Los Secretos De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora