Y Slughorn se marchó dando media vuelta. Venus se agachó nuevamente sobre su caldero, sonriendo burlonamente.
Podría decirse que Malfoy hubiera esperado ser tratado como ella o Zabini; quizá aún esperando algún tratamiento preferencial del tipo que él tenia de Snape.
Se veía que Malfoy tendría que confiar en nada más que el talento para ganarse la botella de Felix Felicis. El frijol de sofofora resultaba ser muy difícil de cortar. Venus recurrió a Alec.
Se podría presumir que ella era buena en lo mismo que su padre y su padrino, las Artes Oscuras, sin embargo ella no era muy habilidosa en aquella materia. Revolver cosas en un cazo definitivamente no era lo suyo.
— ¿Puedes prestarme tu daga de plata?— El asintió impacientemente, sin quitar la vista de su poción, la que todavía era de un color púrpura intenso, aunque de acuerdo al libro debía poseer un leve tinte lila a estas alturas.
En la mesa que compartían los Gryffindor Harry aplastó su frijol con el lado plano de la daga. Para su asombro, inmediatamente soltó tanto jugo que se sorprendió de que ese marchito frijol pudiera contenerlo todo. Rápidamente introdujo todo en el caldero y vio, para su sorpresa, que la poción inmediatamente se tornó del color descrito en el texto.
Su molestia con el anterior dueño desapareció en el acto, Harry dirigió su mirada a la siguiente línea de instrucciones. De acuerdo al libro, tenía que revolver en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que la poción se volviera clara como el agua. Según la nota que hizo el dueño anterior, sin embargo, debía agitar una vez en el sentido del reloj después de cada siete agitaciones contrarias al sentido del reloj.
¿Podría estar el dueño anterior en lo correcto dos veces? Harry revolvió en sentido contrario a las manecillas del reloj, mantuvo la respiración y movió una vez en sentido de las manecillas del reloj. El efecto fue inmediato. La poción se volvió rosa pálido.
— ¿Cómo lo estás haciendo?— dijo Hermione, quien estaba roja y su cabello se volvía más y más desordenado por el vapor de su caldero, su poción todavía era resueltamente púrpura.
—Revuelve una vez en sentido de las manecillas del reloj
— ¡No, no, el libro dice en sentido contrario a las manecillas del reloj!—, chasqueó ella.
Harry se encogió de hombros y continuó lo que estaba haciendo. Siete veces contra el reloj, una como el reloj, pausa... Siete veces contra el reloj, una como el reloj... Al otro lado de la mesa, Ron maldecía a cada momento en voz baja, su poción parecía regaliz líquido. Harry echó un vistazo alrededor. Hasta donde podía ver, ninguna otra poción estaba tan pálida como la suya. Se sintió exaltado algo que ciertamente nunca antes había sucedido en esa mazmorra.
—Y el tiempo... ¡Se acabó!— dijo Slughorn. —¡Dejen de revolver, por favor!— Slughorn avanzó lentamente entre las mesas, mirando con atención los calderos.
No hizo comentarios, pero ocasionalmente olfateó o agitó las pociones. Al final llegó a la mesa donde Harry, Ron, Hermione y Ernie estaban sentados. Sonrió lamentablemente a la sustancia color alquitrán del caldero de Ron. Pasó por encima del brebaje azul marino de Ernie. Al ver la poción de Hermione dio una inclinación de cabeza aprobatoria. Luego vio la de Harry y una apariencia de incrédulo deleite se extendió en toda su cara.
—¡El ganador absoluto!— gritó en la mazmorra. — ¡Excelente, excelente, Harry! Oh Dios, es claro que has heredado el talento de su madre. ¡Fue una tremenda alumna en Pociones Lily! ¡Aquí tienes, entonces, aquí tienes una botella de Felix Felicis, lo prometido, úsala bien!— Harry dejó caer la diminuta botella de líquido color oro en su bolsillo interior, sintiendo una extraña combinación de deleite al ver furia en las caras de los Slytherins y culpabilidad por la decepcionada expresión de Hermione. Ron se quedó simplemente como quien ve visiones.
— ¿Cómo lo hiciste?— murmuró al oído de Harry cuando salían de la mazmorra.
—Tuve suerte, supongo, — dijo Harry, porque Malfoy podía escucharlos.
Una vez que estaban seguros en la mesa de Gryffindor para cenar, se sintió lo suficientemente a salvo como para decirles. La cara de Hermione se volvió de piedra con cada palabra que pronunció.
-¿Supongo que piensas que hice trampa?— terminó exasperado por su expresión.
— ¿Bueno, no fue exactamente tu trabajo cierto? — dijo ella rígidamente.
— Sólo siguió instrucciones distintas a las nuestras, — dijo Ron, — podría haber sido una catástrofe, ¿Cierto? Pero tomó un riesgo y le resultó—. Exhaló un suspiro. —Slughorn me pudo dar ese libro, pero no, me pasó uno en que nadie había escrito nada. Con una mancha en la página cincuenta y dos pero...
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Venus caminaba hacia el comedor muy molesta, no debió haberle hecho caso a su padrino su futuro estaba al lado de su padre o de Dumbledore, no estaba hecha para ser una maestra de las pócimas.
Le fastidiaba el saber que Potter niño fuera mejor que ella en algo, Alec también estaba algo molesto nadie, lo había podido sobrepasar en cualquier clase, siempre era uno de los mejores.
—Espera,— dijo una voz muy cerca de la oreja izquierda de Venus, la sacó de sus pensamientos. Miró alrededor y vio que Draco se les había unido. - ¿Podríamos vernos en la sala común después de la cena?
-¿Pará qué?
-Tengo que hablar contigo, es importante.
-Bien te veré ahí.
-Los gemelos también vendrán tengo que empezar a planear unas cosas que me encargo cierto mago.
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Los Secretos De Una Weasley
FantasíaLos Secretos De Una Weasley Una Chica: Venus Aluminé Weasley Un Confidente: Alec Nott Secretos revelados. "Tal vez es momento de que mis secretos, Los Secretos de una Weasley, salgan a la luz"