Capítulo 28

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Aunque sabía que ninguno de ellos podría hacerlo sin pronunciar una palabra, gracias a que tenía amigos más grandes en Beuxbatons ella junto con Alec y Astrid habían aprendido a conjurar hechizos en silencio hacia unos cuantos años atrás.

Hubo una cantidad considerable de trampas, muchos susurraban el conjuro en lugar de decirlo en voz alta. Claramente desde el primer momento en que Venus se puso con Alec se las "ingenió" para repeler el hechizo de piernas de gelatina de Alec , sin pronunciar palabra alguna, claro que no contaba como trampa el ya saber hacerlo desde antes y como la gran hazaña que fue hizo ganar veinte puntos para Slytherin, y su padrino la veía orgulloso.

Pasó entre ellos mientras practicaban, parecía un murciélago crecido, como siempre, demorándose para observar a Harry y Ron en plena actividad. Ron, quien se suponía estaba hechizando a Harry, tenía su rostro púrpura, sus labios muy apretados para salvarse de la tentación de murmurar el conjuro. Harry tenía su varita levantada, a la expectativa para repeler el hechizo que parecía imposible que saliera alguna vez.

-Patético Weasley, ni siquiera pareciera que Venus y usted son familia - dijo Snape, al cabo de un rato. - Aquí, déjeme mostrarle - Volvió su varita hacia Harry tan rápidamente que Harry reaccionó instintivamente; olvidó todo lo de los hechizos no verbales y gritó

- ¡Protego!- Su encantamiento Escudo fue tan fuerte que Snape quedó fuera de balance y se golpeó en un escritorio.

La clase entera había visto y ahora observaban a Snape poniéndose de pie con el ceño fruncido.

- ¿Recuerda que dije que practicaríamos hechizos no verbales, Potter?

-Sí, - dijo Harry rígidamente.

-Sí, señor.

-No hay necesidad de llamarme 'señor', Profesor. - Las palabras se escaparon de su boca antes de saber lo que decía. Varias personas quedaron sin aliento, incluyendo a Hermione. Detrás de Snape sin embargo, Ron, Dean, y Seamus sonrieron abiertamente. Por otro lado alcanzó a ver de reojo como Venus alzaba una ceja y negaba con la cabeza.

-Detención, sábado en la noche en mi oficina, - dijo Snape. -No acepto descaros de nadie Potter, ni siquiera de 'El Elegido'.

- ¡Eso estuvo brillante Harry!- dijo alegremente Ron una vez que estuvieron seguros mientras se dirigían a su próxima hora libre.

-Realmente no deberías haberlo dicho, - dijo Hermione, mirando ceñudamente a Ron. - ¿Qué te hizo hacerlo? -

- ¡Trató de hechizarme en caso de que no te dieras cuenta!-, respondió Harry enojado.- ¡Tuve bastante de eso durante las clases de Oclumancia! ¿Por qué no cambia de conejillo de Indias? ¿Qué pretende Dumbledore, al dejarle enseñar Defensa? ¿Lo oyeron hablar sobre las Artes Oscuras? ¡Él las ama! Todo eso de que es indestructible...

-Bueno, - dijo Hermione, -creo que sonó un poco como tú.

- ¿Como yo?

-Sí, cuando nos decías cómo era enfrentar a Voldemort. Dijiste que no era sólo memorizar unos cuantos hechizos, dijiste que eran tu, tu mente y tus agallas pues bien, ¿No fue algo así lo que dijo Snape? ¿Que esto se reduce a ser valiente y pensar rápido?- Harry quedó tan desconcertado con que ella recordara sus palabras y además se las hubiera aprendido de memoria como el Libro Estándar de Hechizos que decidió no discutir.

-A tu Pregunta anterior, Dumbledore pretende que aprendas y sabe que no hay nadie mejor que mi padrino para hacerlo, así que resignate a que ya no eres tu el profesor Potter.- Venus paso por su lado casi rozando su brazo.

Él no entendía porque ese cambio tan repentino en ella, hace unos meses atrás combatían Mortífagos juntos y ahora ella estaba distante y además era la guardaespaldas de Malfoy.

- ¡Harry! ¡Oye, Harry!- Harry miró alrededor, Jack Sloper, uno de los bateadores del equipo de Quidditch de Gryffindor del año pasado, se apresuraba hacia él, sujetando un rollo de pergamino. -Para ti, - jadeó Sloper. -Oye, escuché que eres es el nuevo Capitán. ¿Cuándo serán las pruebas?-

-No estoy seguro aún, - dijo Harry, pensando para sí que Sloper sería muy afortunado si volviera al equipo. -Te lo haré saber. -

- Oh, correcto. Esperaba que fuese este fin de semana - Pero Harry no escuchaba, acababa de reconocer la escritura delgada y oblicua del pergamino.

Dejando a Sloper en mitad de la frase, se fue corriendo con Ron y Hermione, desenrollando el pergamino.

Estimado Harry, Me gustaría iniciar nuestras clases particulares este sábado. Por favor sírvete venir a mi oficina a las 8 P.M. Espero que estés disfrutando tu primer día de vuelta a la escuela. Sinceramente, Albus Dumbledore PD: Me gustan las gaseosas ácidas.

- ¿Le gustan las gaseosas ácidas?- dijo Ron, quien había leído el mensaje sobre el hombro de Harry y se había quedado perplejo.

-Es la contraseña para pasar la gárgola de su oficina,- dijo Harry en voz baja. - ¡Ah! Snape no va a estar contento... ¡No podré cumplir con mi detención!

Él, Ron, y Hermione pasaron todo el receso especulando sobre qué le enseñaría Dumbledore a Harry.

Ron pensó que lo más probable es que fueran hechizos espectaculares, que los Mortífagos no conocieran. Hermione dijo que esas cosas serían ilegales y pensó que probablemente lo que Dumbledore quería enseñarle a Harry era magia defensiva.

Después del receso, se marchó a Aritmancia, mientras Harry y Ron volvieron a la sala común, donde a regañadientes iniciaron la tarea de Snape.

Ésta resultó ser tan compleja que todavía no habían terminado cuando Hermione se les unió en su hora libre después de la comida (aunque ella apresuró el proceso considerablemente). Apenas habían terminado cuando la campana sonó para la doble clase de Pociones de la tarde y siguieron el camino de siempre hacia la mazmorra que por tanto tiempo perteneció a Snape.

Los Secretos De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora