Capítulo II

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Camille

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Camille

Todo está casi listo para dar inicio a mi fiesta, la que he estado esperando desde hace dos años para ser exactos, solo falta el vestido que usaré en la noche. Sintiendo la emoción recorrer mi cuerpo, doy unos cuantos pasos hacia mi cama, estiro mi mano, tomando el vestido que subió mi madre hace unas horas.

Con delicadeza abro la caja revelando la tela roja y sedosa, con un precioso encaje en la parte del busto hasta las mangas, es ceñido al cuerpo y posee un llamativo escote que hacen la combinación perfecta para esta noche.

El vestido es hermoso por sí sólo, además de que hace resaltar mis atributos y eso es justo lo que necesito esta noche. Resaltar y ser el centro de atención, para ser más específica, ser su centro de atención.

Diversas sensaciones, algunas desconocidas, me embargan en estos momentos, me hacen sentir en la cima, como si hoy nada pudiera salir mal, hoy es mi día y quiero disfrutarlo con...él.

No puedo evitar sentirme como una niña eufórica apunto de ir a un parque de diversiones por primera vez en la vida, solo que en esta ocasión el parque vendrá hacia mí.

Mi demonio vendrá a mí.

Me observo en el espejo por última vez, contemplando lo bien que luzco con la fábrica que arropa mi cuerpo, mi madre no se ha equivocado, este es un hermoso vestido. Dejo salir un resoplido mientras estiro mi mano para tomar mi móvil, por si acaso y, sin más decido salir de la habitación, albergando esa sensación de euforia que no me cabe en el pecho. No tengo dudas esta noche será mágica e inolvidable.

Al entrar a la planta baja donde se encuentra la sala de estar, diviso la llegada de algunos invitados de mis padres y algunos amigos cercanos que puedo reconocer con facilidad, los veo varias veces ya que no faltan a este tipo de eventos.

Todos lucen exquisitamente elegantes, portando las mejores joyas y sus vestidos, trajes de diseñador, que es una simple manera de presumir a los demás el dinero en sus cuentas bancarias.

Alejando ese pensamiento, me enfoco en la decoración de las paredes, detallando los jarrones de cristal que fueron colocados hoy, si mi mente no me falla. Mis labios se curvan en una línea recta mientras mis ojos reparan cada rincón.

Pero para ser franca, solo estoy intentando buscar una persona en especial, mi amor platónico, mi demonio, Alexander.

*******

Al cabo de unas horas, me encuentro entablando conversaciones que no me apetecen y saludando de beso o estrecho de manos a algunos invitados. Mis padres ya se han marchado desde hace tiempo, se les hacía tarde para tomar su vuelo, me felicitaron y ambos plantaron un beso en mi mejilla antes de irse. Todo parece ir bien por el momento, las cosas marchan conforme al plan, el ambiente es tranquilo como lo imaginé, y las luces no están a su máximo esplendor ya que necesito que se cree una atmósfera romántica.

No estoy lista para soltarte (+18) ✔️©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora