CamilleHa pasado exactamente una semana desde la última vez que ví a Alexander, lo cual no me sorprende por así decirlo. Una pequeña parte dentro de mi, la que abarca toda mi cordura y racionalidad, no espera mucho de él. Él me dejó muy claro las cosas, no me mintió, y supongo que debo entender la situación. Pero hago lo contrario, no escucho a mi cerebro y dejo de que el corazón tome el mando cuando sé muy bien que no va a acabar bien.
He intentado llamarle más veces de las que a mi persona le gustaría admitir, incluso mandarle mensajes de textos, pero los ha ignorado por completo. No quiere verme ni mucho menos saber de mí después de lo que pasó. Y supongo que cuando alguien desaparece de tu vida así, las cosas son muy claras, pero no, yo sigo insistiendo en algo que no tiene ni principio ni fin.
Es doloroso sentir su indiferencia, odio que él tenga este control sobre mí, me hace sentir vulnerable y en parte es mi culpa porque fui yo la que le otorgó el poder de manejar mis emociones de esta manera.
<<Genial>> nótese el sarcasmo.
Pasando de hoja a cosas buenas en mi vida, mis padres regresaron de su viaje hace dos días, fue un viaje muy corto a mi parecer. Sin embargo, mi padre se incorporó a la empresa de inmediato, no le gusta perder el tiempo, y por otro lado, mi madre ha estado en casa últimamente. Lo que es muy raro. No es de ella quedarse aquí sin hacer nada.
No me malinterpreten, me gusta tenerla cerca. Pero mi madre siempre ha sido de esas personas que ponen el trabajo como prioridad, además de que ha estado muy cansada y eso es algo que me preocupa mucho. Ya la he interrogado al respecto y ha alegado que el viaje la ha agotado lo suficiente como para que se quede encerrada en casa, y de momento no tiene ganas de volver a trabajar. Dudo que sea eso, pero no quiero agobiarla más con mis preocupaciones.
Tal vez solo estoy exagerando.
La Universidad ha ido bastante bien por así decirlo, Aarón y yo hemos convivido mucho estos días, me atrevo a decir que ha sido demasiado, que se sintió con la confianza suficiente para confesarme que participa en carreras ilegales. No me gusta meterme en los asuntos de los demás, bueno no en casi todos, pero por alguna razón me molestó mucho que me dijera eso. Es peligroso y puede acabar mal. Él no lo ve así, siempre se le iluminan los ojos cuando habla de carreras y motos. Le gusta todo lo que tiene que ver con el tema.
Me ha invitado a una carrera de motocicletas mañana por la noche, aún estoy indecisa en si debería ir o no, él es un chico muy dulce, amable y rudo a la vez. El tiempo a su lado pasa demasiado rápido y es que es fácil perderse en él. Su piel es pálida cómo la nieve, me recuerda a la nieve espesa que presencié en Chicago. Está hace contraste con los ojos azules claros que porta, casi como el cielo en su mirada, y un cabello rubio deslumbrante.
Y siempre vistiendo una chaqueta de cuero negra, desabrochada, que lo hace irresistible.
No puedo negar que Aarón es muy guapo, incluso en las noches cuando me encuentro envuelta en mis pensamientos, me permito pensar que si no estuviera enamorada de Alexander, él sería el hombre perfecto para mí, que él podría ser todo lo que he soñado...el hombre perfecto para cualquier mujer.
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No estoy lista para soltarte (+18) ✔️©️
RomanceCuando Camille cumplió diecisiete años conoció al socio de su padre, el demonio de ojos verdes; un hombre sumamente atractivo con un porte que exuda dominio y poder, de quien se enamoró a primera vista. Durante dos años, Camille idealiza falsas ilu...