AlexanderSalgo de mi trance mientras lleno mis pulmones de oxígeno ya que siento que no consigo respirar, vuelvo los ojos en su dirección, ella me mira perpleja por unos escasos segundos que se me hacen eternos. Mi pulso sale disparado y siento que se me rasga el corazón al ver su cuerpo desvanecerse sin más, soy más rápido y hábil, la sujeto con fuerza antes de que se impacte con el pavimento, la cargo en mis brazos aferrándome a ella como nunca pensé hacerlo, y la introduzco en el asiento trasero del auto.
Verla tan frágil y desprotegida remueve algo que creía muerto y hace que mi cuerpo extrañamente no quiera apartarse de ella, mi mente me tortura pensando en lo que hubiera pasado si no hubiera llegado a tiempo. No puedo dejar de recopilar los eventos y eso solo aviva la furia que se concentra en mis puños, y la que me grita que salga del auto y termine con esa escoria por tan siquiera haberse atrevido a mirarla. Tengo muy claro que la historia sería diferente, ese animal hubiera logrado su cometido y el solo pensar en ello me revuelve el estómago.
Me encargaré de que esa escoria no vuelva a ver la luz del sol.
Tal vez sea un maldito ante sus ojos, una persona que carece de decencia humana y no me preocupa en lo más mínimo sus sentimientos, pero al ver lo que ese animal le estaba haciendo mis instintos hablaron por sí solos, la furia nublo mi juicio y no pude pensar en nada más que no fuese en acabarlo. Mi mente se puso en blanco y la imagen de él tocándola y estrujando su delicado cuerpo fue suficiente para querer matarlo.
Desde hace años no tenía estos ataques de ira, los había sabido controlar perfectamente y no habían salido a la superficie a recordarme lo que soy y lo que no se me puede olvidar. En mi adolescencia solía controlarlos con peleas de boxeo ilegales, ese mecanismo me funcionaba a la perfección ya que descargaba todas mis frustraciones en ese lugar, el cual no he pisado desde hace mucho tiempo. Pero ahora han vuelto, no se como tuve la fuerza para contenerme y no matarlo a golpes, porque aunque no quiera admitirlo, algo muy dentro de mi quería matarlo hasta verlo desangrarse por haberla tocado sin su consentimiento.
No puedo dejar de culparme, si hubiera llegado a tiempo ella no hubiera tenido que experimentar este trauma. Puede haberla cuidado y evitar que todo esta sucediera. Cuando salió prácticamente huyendo de mí y se subió en el auto de su amiga, supe que estaba enojada conmigo y me lo merecía pero necesitaba hablar con ella así que la seguí, ellas creyeron que me habían perdido pero cuando tomaron la primera salida me fue muy fácil deducir a dónde se dirigían.
En cuanto llegué al club la ví bailando de una forma que jamás imaginé y que por igual me la puso dura. Sonreí cuando hacía diversos movimientos que me hechizaban y se dejaba llevar por el ritmo, su majestuoso cuerpo se acoplaba perfectamente al tubo, lo hacía cómo si fuera una profesional y por un pequeño instante la odié.
Odié que siguiera sorprendiéndome en cada momento y que me hiciera saber que no la conozco lo suficiente para juzgarla cómo mujer. El hecho de que me hayan herido en el pasado no me da derecho a sentenciarla con una condena que no merece.
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No estoy lista para soltarte (+18) ✔️©️
RomanceCuando Camille cumplió diecisiete años conoció al socio de su padre, el demonio de ojos verdes; un hombre sumamente atractivo con un porte que exuda dominio y poder, de quien se enamoró a primera vista. Durante dos años, Camille idealiza falsas ilu...