CamilleAl bajar del auto Alexander me observa con ese aire arrollador que me hace estremecer, sus dedos rozan los míos y es un tacto simple que no preveo cuando entrelaza nuestras manos. Esa pequeña acción hace que mi corazón se acelere más de lo normal, porque jamás pensé que haría algo así, mucho menos después de lo que ha pasado entre nosotros y cuando ha dejado muy claro lo que somos, y lo que no.
Su mano es demasiado grande que logra cubrir la mía por completo, haciéndome sonreír como una tonta que no hace más que emocionarse por pequeñas acciones. Resoplo atareada con los pensamientos que se me apilan en la cabeza, él por el contrario, está relajado y comienza a guiarme por un sendero rocoso hasta llegar a un pequeño lago totalmente iluminado por la luz de la noche.
El reflejo de las estrellas se aprecia en el lago que de lejos parece pequeño pero a medida que nos acercamos se vuelve profundo y lo suficientemente bueno para darse un baño, con una sonrisa suelto ese pensamiento y me concentro en los abundantes árboles que rodean el lugar en forma de círculo, dejando un pequeño espacio donde empieza a crecer una tajada de césped, para poder descansar.
<<Vaya, es simplemente hermoso>>
La mirada intimidante de Alexander se posa fijamente en mí, mis piernas flaquean al instante avivando la necesidad de sentir su áspero toque. No obstante, el cosquilleo que se instala en mi interior me grita lo contrario porque este me obliga a querer salir corriendo de este lugar. Mi cuerpo se tensa y puedo sentir cómo el aire abandona mis pulmones.
Su semblante cambia por completo, ya que su mirada se relaja, transmitiendo una sensación que nunca me había dado hasta esta noche; paz y tranquilidad. Me permito soltar esa barrera con la que protejo mi corazón y me lanzo al vacío con la esperanza de que esta vez, él me atrape.
Puedo jurar que algo pasa por su cabeza, está perdido en los pensamientos y sé que tiene dudas al igual que yo.
Alexander se deja caer en el césped, sonríe y tira de mi brazo para que acabe sentada plácidamente en su regazo, jadeo sorprendida y me permito volver a respirar su embriagante aroma que siempre consigue envolverme en una burbuja en la que olvido que él es el villano y no el héroe de mi historia.
Con un solo movimiento pone sus brazos alrededor de mi cuerpo aprisionándome en un cálido abrazo que me hace sentir protegida, segura, cobijada, algo que sólo él puede provocar en mí.
Realmente había echado de menos estar en sus brazos. Porque es lo que siempre soñé y ahora que está sucediendo, no puedo estar más feliz.
En un momento de debilidad, que me encuentro expuesta, mi mente comienza a divagar por esos lugares en donde me permito imaginar cómo serían nuestras vidas si el sentimiento fuera mutuo, si él también sintiera lo mismo que yo, si él me correspondiera.
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No estoy lista para soltarte (+18) ✔️©️
RomanceCuando Camille cumplió diecisiete años conoció al socio de su padre, el demonio de ojos verdes; un hombre sumamente atractivo con un porte que exuda dominio y poder, de quien se enamoró a primera vista. Durante dos años, Camille idealiza falsas ilu...