1) Los amigos no se celan.
2) Los amigos no se besan apasionadamente.
3) Los amigos no hacen el amor.
4) Los amigos no se enamoran entre ellos.
Esas eran las cuatro reglas que tenían Lucas y Chloe para que su amistad perdurara en el tiempo y ambos...
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Chloe:
Sentía que mi cabeza estaba siendo martillada al ritmo de Dynamite de BTS. Tenía un dolor infernal. Parecía haberse condimentado en las calderas del mismísimo infierno, porque esto no era para nada normal. ¿Por qué coño duele tanto?
No recordaba nada más allá de Lucas y yo bailando. Luego todo era borroso y no tengo idea de nada de lo ocurrido la noche anterior posterior a ese momento tan incómodo. Es como si tuviese una mancha oscura que me impedía pensar en los sucesos suscitados.
¿Qué pasó?
Estaba sobre un cuerpo masculino, lo sabía sin siquiera abrir los ojos porque era fibroso y tonificado debajo de mí. Además de que la colonia de hombre me lo confirmaba. Cuya colonia se me hizo extrañamente familiar.
Mierdaaaaa.
Abrí los ojos de inmediato y me levanté de dicho cuerpo enseguida. Al hacerlo, casi me caigo de la cama y me tuvieron que tomar del brazo para evitar que me diera con la jeta contra el piso. Sí que era buena huyendo.
Al alzar la cara me encontré con los ojos somnolientos de Lucas que me miraban con una mezcla de enojo y preocupación.
Ahí te voy, San Pedro.
¿Qué carajos hago ahora?
Pues la de siempre, apelar a su cargo de conciencia. Y engatusarlo con nuestra amistad y una actitud tranquila.
-Lucas, Luquitas de mi corazón. Qué bonito verte en esta maravillosa mañana. ¿Qué tal todo? -No entendía para nada la razón de que estuviera durmiendo en mi cama, conmigo. Durmiendo en el sentido bíblico de la palabra. Aunque bueno, no he comprobado.
Santa mierda.
Bajé la cara y me encontré con un pijama puesto y él con la misma ropa que tenía ayer en la fiesta. No voy a mentir, sentí que iba a morir en el sitio, ya me elevaba. Acostarme con él sería una locura, aparte de que somos amigos, casi familia.
No, no, no.
Yo soy una cachonda loca, pero tengo mis límites.
-Te voy a matar, Chloe. -esto no pintaba para nada bien. ¿Qué habré hecho la noche anterior para que se pusiese así?-. No te hagas la desentendida que bien que lo sabes. Te pusiste a beber como si no hubiese un mañana. ¿Acaso estás loca?
Él no estaba muy feliz con mi comportamiento, lo comprendía totalmente. Ayer me pasó algo raro, pero lo último que recuerdo era estar triste sin razón. De verdad que me puse sentimental y me refugié en el mejor amigo de los despechados. El alcohol.
Aunque yo no estoy despechada, no tengo idea de por qué eso vino a mi mente en este preciso momento. La verdad es que estoy bastante mal y no soporto el dolor de cabeza que tengo. ¿Por qué bebí así? debía de darle la razón.
