Capítulo 19

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Lucas

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Lucas

Alucinado.

Esa era la palabra exacta que definía lo que yo sentía en este momento. Me encontraba por completo alucinado. Era una sensación que me gobernaba en este momento, un sentimiento que no encontraba definir.

Mi vida no volvió a ser la misma desde el mismo instante en que me corrí en medio de las piernas de Chloe. Esa Chloe, la que todos conocemos como mi mejor amiga.

Ella estaba acurrucada junto a mí, no habíamos dicho nada en al menos cinco minutos en que nuestras respiraciones volvían a la normalidad. Tal vez era más tiempo, pero yo no sabría discernir sobre la relatividad del tiempo en este momento. Todo había cambiado.

Habíamos tenido sexo.

Pero no solo eso, sino el mejor sexo de toda la vida.

Nada volvería a ser igual, ni yo mismo.

Habíamos traspasado la línea de la amistad. Lo que todo mundo había dicho y que nosotros negamos por tanto tiempo con ahínco se cumplió. Nosotros fóllamos. Pero fue algo por completo diferente a lo que alguna vez pensé que sería.

Un deseo que creció y que terminó con nuestra liberación.

No creía poder nunca librarme de ello.

La cosa radicaba que ya probamos lo que era. Y se siente adictivo. Como ser virgen de nuevo y deseas hacerlo muchas veces, así se sentía. Igualito.

Su cuerpo me atraía como canto de sirena. Ella era hermosa, y eso no era un hecho que hubiese desconocido hasta esta noche, siempre supe que era preciosa, pero esto era por completo distinto. Porque sabía la forma que se veía, la sentí con mis manos y su rubor en medio de sus senos no podrían sacarlo de mi cerebro ni aunque pareciera de amnesia.

Los sonidos que hacía cuando la estimulaba, la forma en que su cadera se movía contra la mía y la perfecta manera en que nuestros cuerpos se acoplaban. Como si fuera algo que hiciéramos siempre y no una primera vez. Me sentí por completo entero dentro de ella.

—Chloe —susurré

Pero ella puso su manita en mis labios callando cualquier cosa que yo pudiese decir. —No digas nada.

Su mirada gris era diferente. La forma en que me veía hacia que mi polla volviera a la vida una vez más y sin esfuerzo. Sabía que debíamos hablar, que teníamos que explicar esto, pero por Dios que recibiría el silencio por unas horas. No quería decir nada que arruinara esto. Por lo menos no está noche.

Ella se levantó de su lado e intenté retenerla, pero lo que hizo me sorprendió. Solo se subió ahorcajadas sobre mí. Llevó sus labios de nuevo a los míos y me entregué evitando cualquier pensamiento que no fuera probarla.

Besar a Chloe se comenzaba a ser una obsesión para mí. Porque su boca sabía bien, me gustaba la manera en que nuestras lenguas se entrelazaban de una única forma. Una manera que me robaba el aliento.

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