Capítulo 48

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Chloe

El día de la graduación al fin había llegado. Estos cuatro años se habían pasado al fin. Los exámenes, presentaciones y el nerviosismo de ser estudiante acababan hoy, al menos para mí. Yo ahora era supuestamente una profesional lista para la vida adulta y no me sentía ni siquiera capaz de cuidar a un cactus sin que se me muriese de deshidratación.

No estaba preparada para ello.

Y yo seguía sin decirle mi decisión de irme a Lucas.

Tampoco se la contaría hoy.

No quería arruinar nuestra relación, eso tan bonito que estábamos construyendo. Sabía que esto haría una brecha entre nosotros dos que apenas iniciábamos una etapa. Y he aquí cuando les digo que no he madurado lo suficiente para contarle con antelación.

Pero es que no quería romperle el corazón y sé que eso lo hará.

Hasta el momento el único que lo sabía era mi hermano. Un día me llamó y no dudé en contárselo porque necesitaba desahogarme. Sin embargo, me dijo que tenía que decírselo a Lucas. Y odié que a veces saliera la madurez de su parte.

En fin, estaba decidida a contárselo mañana. Y haría todo lo posible por mantener lo que teníamos. Ninguno de los dos podía renunciar al sueño que tenía, a aquel plan de vida que trazamos con antelación. No se podía cortar las alas del otro. Esa no era la idea de esta relación.

También le diría que lo amo.

Estaba cansada de callar, y creo que él podría estar un poquito enamorado de mí por las cosas que hacía y me decía, es lo que yo suponía por la forma en que me miraba, pero también tenía miedo de que me dijera que no sentía lo mismo y que lo que vi solo fuera un reflejo de lo que yo deseaba tener. Que solo pasábamos el rato y que esto era una prueba.

Mejor denme cianuro de una vez.

La noche anterior había querido quedarme con Lucas y el regalo de cumpleaños que le di. El pequeño Balto –sí, así de Cliché era Lucas– era una cosita hermosa que solo provocaba apapacharlo. Mientras que ver a Luke con él era como todas las fantasías de las mujeres en América. El hombre era demasiado guapo para su propio bien.

Pero mi madre había llegado con la nueva pequeña tropa y no podía escaquearme, además, que ella no sabía nada de mi relación con Lucas, sin embargo, hoy se lo contaría.

Al parecer si había un poquito de madurez llegando a mí.

Ellos estaban quedándose en un hotel, mientras que la familia de Luke en su casa ya que eran muchísimo menos y él tenía habitaciones suficientes para su familia. Lo que era bueno, sino fuera que por eso no pude quedarme allí con él como quería.

Lo único que me dejaba triste es que mi hermano no estaría para el acto ya que no había podido solicitar el permiso. Lo que rompía por entero mi corazón.

Mi teléfono vibró con un mensaje y una sonrisa bobalicona pintó mi cara, ahí estaba una foto de Lucas con Balto mirando a la pantalla. Se notaba que acababan de levantarse de la cama. Qué ganas tenía de estar allá con ellos dos.

Te extrañamos

Y yo a ustedes

Sí, aunque podía darle una de mis respuestas sardónicas, hoy no quería eso. Solo quería disfrutar de mi graduación con el hombre que amo y mi familia. Nada más allá de eso. Ya mañana pensaría en lo que debíamos hacer.

Pero me era inevitable no pensar en que cuando le dijera Lucas se sentiría triste y demás. Por eso decidí que era mejor mañana, cuando todo pasará. Hoy era un día de celebración para ambos. Él terminaba su pre médico y yo alcanzaba mi meta. Terminé la carrera de mis sueños pese a todo.

Solo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora