Capítulo 21

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Lucas

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Lucas

Crucé la puerta de la casa de mis padres. Apenas lo hice me encontré con mi madre y la de Chloe mirarme de una forma en la que no logré comprender. 

—¿Hijo? —bueno, yo aquí me aparecí luego de horas y de haberle dicho a mamá un par de días atrás que estaría una fecha más lejos.

Yo me terminé de volver loco.

—Soy yo, mamá. Seis meses más y no me reconoces. —ella se rio y corrió hacia mí dándome un abrazo, uno que me supo a gloria luego de todo lo que había pasado en las últimas veinticuatro horas. No me importaba, seguía siendo un niño con respecto a mi madre y a la mierda el que me dijera que estaba muy grande. 

—No te esperaba hoy, eso es todo. 

—Sigue diciéndote eso y te lo creerás algún día. —me golpeó juguetonamente en el brazo—. ¿Por qué esas caras tan largas?

Ambas mujeres se miraron entre sí como si no comprendieran mi pregunta. Pero la que más parecía sorprendida y un poco no sé... ¿llorosa? era la madre de Chloe. Y eso era raro. Su hija había llegado hoy y su emoción era palpable cuando veníamos de visita. Es más estaba extrañada de que estuviera aquí en este momento.

—Chloe dijo que tenías un asunto que resolver. Te esperaba más tarde —añadió mamá. 

Mi pequeña mentirosa. Era obvio que iba a decir algo así.

—Logré hacerlo antes y agarré el primer vuelo que pude. ¿Ella dónde está? —no me iba a ir por las ramas y estaba seguro que ellas sospechaban algo. Era como que raro que llegásemos por separado—. Otra pregunta, ¿Pasó algo?

Escuché el sollozo y supe que algo gordo estaba en medio. Chloe debía de estar bien, pero ¿qué pasaba?, no lo sabría 

—Chloe está molesta conmigo y bueno, salió de casa hace rato. No me contesta el teléfono.

Eso si me sorprendió. Chloe y su madre son como una cosa muy empalagosa y hermosa de ver. Son mejores amigas, siempre están haciendo cosas juntas y hay confianza entre ellas. Rara vez se peleaban.

—¿Cuánto tiempo tiene que salió?

—Como unas tres horas.

Miré a mi mamá y ella me señaló la mesa al lado de la puerta. Entendí su seña y tomé las llaves de su auto dejando mi maleta en medio de la sala. Yo tenía que encontrarla pronto.

Supe en donde estaba sin siquiera pensarlo. No prestaba atención a nada mi alrededor, si había algo nuevo en el pueblo o una persona conocida pasaba por mi frente, solo quería saber que estaba bien. Nuestra conversación podía esperar, esto no.

Pasé todo el vuelo pensando en qué le diría. Pero no lograba poner en palabras lo que quería expresar. Esta era una conversación que nunca imaginé tener. 

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