Capítulo 51

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💙Playlist:

🔹Naked de James Arthur (La más importante de este capítulo)

🔹Exile de Taylor Swift feat. Bon Iver (La Segunda más importante de este capítulo)

🔹Last Kiss de Taylor Swift

🔹Haunted (Taylor Version) de Taylor Swift

🔹All I want de Kodaline

Lucas

Abrí los ojos ante la incandescencia del sol. Estaba un poco desorientado y al enfocar bien me di cuenta de que estaba en la habitación de Chloe.

El dolor de cabeza no me dejaba pensar por completo, pero si pude recordar que luego de que nos fuimos del restaurante lo hicimos y compartimos un momento único.

Estiré mi brazo para atraerla hacia mí, pero me encontré con su lado de la cama frío. La llamé, pero no hubo respuesta y eso me hizo levantarme a duras penas. Fui al baño y tomé una pastilla para el dolor de cabeza. Me di una ducha y lavé mis dientes a conciencia queriendo quitar todo el sabor a licor de la noche anterior. Hacía mucho que no bebía de esta manera, pero se sintió bien.

Me puse la ropa interior y robé de su closet ropa que era mía y que ella se llevaba. Cuando fui casi una persona normal salí del cuarto para encontrarla en la cocina, tenía una taza de café al frente de ella y la miraba concentrada como si su vida dependiera de ello. No había podido dejar de mirarla. Estaba hermosa.

Me acerqué y la abracé por la espalda encajando mi barbilla en el hueco de su cuello. —Sabes que no me gusta cuando te vas y me dejas solo. —Eso era debido a la primera vez de los dos, cuando ella se fue a Alabama por miedo.

—Te vi dormido y no quise despertarte —notaba que estaba tensa, pero no sabía el motivo—. Tenemos que arreglarnos para ir a despedir a nuestros familiares.

Se levantó antes de que pudiera besarla, algo ocurría, estaba seguro de ello, pero no sabía cómo abordarla sin que se pusiera como un erizo.

—¿Estás bien?

Asintió, pero no me miró a los ojos.

—Necesito que me lleves a mi departamento para cambiarme, no puedo hacer el camino de la vergüenza así. Me siento usado —vi una pequeña sonrisa y algo de tranquilidad llegó a mí—. ¿Qué tienes, Chloe?

—Solo preocupaciones, no hablaremos de eso ahora —sabía a lo que se refería, pero quería decirle que no tenía que inquietarse, que ya no habría problemas de la separación. Que la seguiría— Vamos, qué llegamos tarde.

—¿Sabes que nuestras madres van a inferir lo que pasó anoche? Y van a creer que ya serán abuelas.

—Que no se emocionen mucho en ese punto.

Me extendió un termo de café y una pastilla para el dolor de cabeza. Luego tomó las llaves de su auto y su cartera, pero seguía seria. Yo tenía que darle la noticia, pero lo haría cuando nos libráramos de nuestra familia.

Condujo hasta mi departamento, pero ella no tenía la música habitual que escuchaba, el silencio solo era roto por los movimientos de conducción. Su rostro estaba estoico, como si llevara una máscara.

Me estaba preocupando mucho.

En mi casa, ella dijo que buscaría a su familia para llevarlos al aeropuerto y con un beso suave en los labios me despedí para vernos en un rato.

Apenas llegué a mi departamento mi madre me abrió la puerta y venía un pequeño Balto corriendo hacia mí y lo tomé en brazos como padre orgulloso

—No diré nada —comentó mamá.

Solo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora